TGN crea nueva empresa para operar otro gasoducto en el norte
Con el objetivo de proveer de gas a la producción minera que se lleva a cabo en el norte argentino, Transportadora de Gas del Norte (TGN), acaba de crear una nueva sociedad como vehículo para desarrollar un proyecto de abastecimiento por ductos.
La compañía lleva el nombre de Gasoducto Vicuñas y, si bien todavía no existen demasiadas precisiones sobre el monto de inversión ni el inicio de su construcción, estará dedicado principalmente a emprendimientos mineros en la zona de la Puna.
El capital inicial de la compañía de TGN será de $2 millones, que será íntegramente suscripto e integrado por la transportadora propiedad de Gasinvest, que posee el 56% de las acciones y que a su vez es conformada por Tecpetrol, la petrolera de la familia Rocca; y Compañía General de Combustibles (CGC), propiedad de Eduardo Eurnekian.
La compañía definió este proyecto teniendo en cuenta la importancia que viene teniendo el desarrollo de la minería en las provincias de Catamarca, Salta y Jujuy, que requiere de nuevas fuentes de energía ya que el gasoducto que actualmente funciona en esa zona se encuentra al límite de su capacidad.
Esperar la "reversión"
La obra está vinculada a la mayor apuesta del Gobierno en esta materia, como es el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, cuyo primer tramo fue inaugurado el 20 de junio pasado.
De manera completa tendrá 573 kilómetros, permitirá incrementar la evacuación del shale gas de Vaca Muerta hasta los 22 MMm3/d adicionales y reducir de esta manera la dependencia de las importaciones, según estiman en la Secretaría de Energía que comanda Flavia Royón, y en la Secretaría de Minería, a cargo de Fernanda Ávila.
Ambas funcionarias presentaron hace unos meses en la feria minera que tuvo lugar en Toronto, Canadá, la realización de esta obra clave que hacia 2025 llevará el shale gas de Vaca Muerta a los proyectos mineros del NOA y que tendrá una extensión entre 300 a 400 kilómetros y una capacidad de unos 3,9 millones de metros cúbicos de gas por día.
También está relacionado a la autorización otorgada por el Gobierno a TGN para la reversión del sistema que permitirá atender e incrementar la demanda residencial, reducir el consumo de combustibles líquidos, potenciar a la industria minera y exportar al norte de Chile y a Brasil vía Bolivia.
En este último país, la producción de gas natural se encuentra en declino para abastecer una demanda interna de 13 millones de metros cúbicos día, cinco millones para la extracción de litio, especialmente en el Departamento de Potosí.
Mayor oferta
La construcción del nuevo ducto, que lleva el mismo nombre que la sociedad creada por TGN, atravesará Jujuy, Salta y Catamarca y en la actualidad, la transportadora se encuentra relevando las intenciones de inversión de las empresas que operan en esa región para sumar su demanda y hacerlo económicamente viable. Cuando empiece a operar, el gasoducto incrementará la oferta de gas en toda la zona minera de la Puna, con los emprendimientos de litio, cobre y oro.
De hecho, hasta ahora alrededor de 15 compañías mineras mostraron su interés en la construcción de este ducto que tendría una capacidad de unos 5 MMm3/d iniciales, según sostienen en la Secretaría de Energía.
Las obras se iniciarían cuando finalice la reversión del troncal norte en 2024 y podría estar finalizada hacia mediados de 2025, tal como precisó la propia Royon durante el evento en Toronto. La funcionaria también informó que hasta ahora, las manifestaciones de interés de las empresas mineras reflejaron un objetivo de producción de 450.000 toneladas de litio, mientras que en el caso de oro y cobre todavía no está definida la participación de empresas dedicadas a ambos minerales.
Royón sostuvo además, que el proyecto Vicuña contempla la instalación de estaciones de gas comprimido para las áreas mineras que no están cerca para ser económicamente viable el tendido de un gasoducto.
Apuesta
El contexto en el cual TGN se encuentra planificando el nuevo ducto no es el mejor si se tiene en cuenta la volatilidad e incertidumbre económica por la que atraviesa la Argentina. El escenario lleva a los ejecutivos de la transportadora a monitorear permanentemente la evolución de las variables que afectan el negocio para definir su curso de acción e identificar los potenciales impactos sobre su situación patrimonial y financiera.
En este marco, TGN arrancó el año con un mejor perfil que el del 2022 si se tiene en cuenta que en el primer trimestre obtuvo una ganancia de $10.937 millones contra una pérdida de $3.088 millones en el mismo período de 2022. La diferencia se debió principalmente al resultado positivo en otros ingresos y egresos, como consecuencia del impacto contable del acuerdo realizado con YPF, parcialmente compensado por un mayor cargo de impuesto a las ganancias corriente y otros resultados financieros netos.
En los mismos meses, sus ventas ascendieron a $10.043 millones, representando una reducción del 21,4% en comparación con el mismo período de 2022 donde alcanzaron los $12.194 millones. Dicha disminución responde principalmente a menores ingresos debido al efecto neto entre la aceleración de la inflación y el incremento tarifario del 60% que recibió la sociedad en marzo del año pasado. Así, el EBITDA del período llegó a los $1.719 millones lo cual representa un descenso del 257,1% contra el del 2022 que fue de $6.139 millones, como consecuencia de menores ventas y mayores gastos operativos.