Cepo al dólar: Flybondi deja aviones en tierra por no poder pagar el leasing y debe aplicar cambios y cancelaciones

Las trabas vigentes para el acceso al dólar siguen multiplicando los dolores de cabeza en distintos nichos de la economía y ahora es el sector aerocomercial el que aparece impactado. La "low cost" Flybondi finalmente no pudo hacerse con las divisas necesarias para afrontar el pago del leasing y deberá mantener en tierra dos de sus aeronaves hasta nuevo aviso. Se trata de unidades Boeing 737 que pertenecen a la firma Air Castle. La compañía mantendrá operativos otros ocho aviones.

Según trascendió, la aerolínea debió activar un cronograma de cancelaciones y reprogramaciones a partir de este escenario. En ese sentido, Flybondi modificó 10 servicios mientras que directamente optó por cancelar otros 22 entre vuelos nacionales e internacionales.

A través de una nota enviada a sus clientes, la firma expuso las dificultades que atraviesa por estos días.

"Actualmente existen medidas oficiales que son restrictivas para las empresas que necesitan acceder a moneda extranjera para realizar pagos al exterior. En Flybondi contratamos varios servicios especializados afuera y que se pagan en dólares. Para poder hacerlo debemos pedir autorización periódicamente pero en los últimos dos meses no recibimos las aprobaciones", señaló.

"Así fuimos acumulando incumplimientos en los contratos y el más crítico es el pago de arrendamiento de los aviones", añadió, en dichos reproducidos por el portal Aviación Online.

Flybondi complicada: los aviones que quedan en tierra

En concreto, la empresa mantendrá en tierra las unidades LV-KDQ y LV-KDR, ambas arrendadas a Air Castle. Los dos aviones acumulan una antigüedad de doce años y arribaron a la Argentina entre junio y julio de 2022.

A la par de estas unidades ahora fuera de actividad, Flybondi mantiene en estado de mayor a otros dos aviones -LV-KAY y LV-HKN- cuya regreso también se ve demorado por la falta de dólares para cumplir con los pagos acordados con el proveedor de servicios en el exterior.

Si bien la compañía no ha dejado de exponer en el último tiempo una cadena de resultados positivos, lo cierto es que la imposibilidad de disponer de dólares con celeridad aumenta la preocupación respecto de la operatividad en el mediano y largo plazo si no se flexibiliza el cepo vigente.

El segmento aerocomercial en su totalidad reclama largamente el fin de las restricciones de acceso al dólar. Así, JURCA, la entidad que integra a las aéreas con operaciones en la Argentina, acumula meses de pedidos de solicitud de facilidades para poder importar los insumos básicos que requiere la actividad.

Otros sectores complicados por la traba al dólar

Las automotrices son otras compañías que integran el pelotón de las alcanzadas fuertemente por el cepo al dólar. El sector hace escasos días se desayunó con que al menos hasta el 1° de octubre las autorizaciones para pagar importaciones que recibirán las terminales se emitirán con plazos de 195 días.

Al mismo tiempo, se fijó que los plazos para el pago de autopartes se alarguen de 45 a 75 días. Este nuevo cambio de reglas, reconocen en el segmento, las empuja a cubrir compras con dólares propios.

En torno a las terminales predomina la certeza de que la extensión de plazos redundará en nuevas complicaciones para cumplir con la entrega de vehículos 0 Kilómetro.

Por último, el nicho de la minería en general y del litio en particular, reconoce problemas graves para disponer de insumos y bienes de capital importados.

"Están sumamente atrasados y para adelante no vemos ninguna mejoría. Las importaciones en yuanes desde China pueden ser un aliciente para importar insumos como membranas, caños de PVC, pero no lo vemos como una solución para sector", declaró recientemente, respecto de los permisos de importación, Franco Mignacco, titular de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM).

Según voces de la actividad, cerca del 60 por ciento de los pedidos de importación sufrieron demora en los últimos meses y los mineros afirman que el sector está en riesgo de interrumpir su cadena de pagos.