El mundo avanza hacia dispositivos electrónicos sin humo y deja atrás al cigarrillo: por qué Argentina va a contramano
El mundo está debatiendo las ventajas de avanzar con medidas tendientes a limitar el uso de cigarrillos clásicos en pos de los cigarrillos electrónicos y otros desarrollos tecnológicos, como los dispositivos de tabaco calentado que, según múltiples estudios científicos, permitirían observar una fuerte reducción de potenciales daños a la salud, dado que en su funcionamiento no se produce combustión de tabaco.
Países como Japón, Canadá, Nueva Zelanda o el Reino Unido son algunos de los que están liderando la avanzada hacia un mundo sin humo, a partir de un marco regulatorio que le brinda alternativas a aquellos fumadores que buscan dejar este hábito, tal como quedó de manifiesto en la última edición de The E-Cigarette Summit, que se desarrolló en Washington, Estados Unidos, y del que participaron desde empresas tabacaleras hasta profesionales de la salud.
Una de las conclusiones más fuertes que dejó este congreso es que no hay pruebas suficientes que permitan inferir que la aprobación de los cigarrillos electrónicos o los dispositivos de tabaco calentado impulsen a los usuarios a fumar cigarrillos tradicionales, asociados con enfermedades respiratorias, como asma o EPOC, así como con diversos tipos de cáncer.
Por el contrario, en aquellos países en que en los que se habilitó un marco regulatorio que permitió la implementación de cigarrillos electrónicos y dispositivos de tabaco calentado, se observó una preogresiva reducción en el consumo de cigarrillos tradicionales. Incluso, durante el seminario, expertos hablaron de una "disminución dramática del consumo de tabaco entre las poblaciones más jóvenes".
A modo de ejemplo, pusieron el caso del Reino Unido, que es uno de los países pioneros en la regulación de este tipo de productos; allí, la venta de cigarrillos está cayendo más rápido que en Australia donde, por el contrario, están prohibidos los cigarrillos electrónicos.
De hecho, el Real Colegio de Médicos de Reino Unido recomienda a los fumadores que no quieran dejar el cigarrillo, alternativas relacionadas a la reducción de daños. De acuerdo con esa entidad, los fumadores de cigarrillos bajaron en ese país al 13% en 2021, la cifra más baja de la que se tenga registro.
La tendencia hacia un "mundo sin humo"
Durante el seminario, también se analizó el caso de Nueva Zelanda, que centró sus esfuerzos en combatir los efectos negativos del tabaquismo, más que en luchar contra la nicotina, una sustancia a la que, según los expertos presentes, no se le puede atribuir ninguna muerte ni ser causante de enfermedades respiratorias o terminales.
En el caso de Nueva Zelanda, se expuso que el objetivo de las autoridades es reducir el tabaquismo por debajo del 5% para el 2025. Para ello, el gobierno de ese país aprobó una legislación pionera para el control del tabaco, que incluye políticas agresivas como la reducción de la oferta de cigarrillos, cigarrillos sin nicotina y la prohibición de vender cigarrillos a las personas nacidas después de enero de 2009.
Además, la administración de ese país promulgó normativas indulgentes en materia de vapeo, reconociendo este hábito como una alternativa viable al tabaquismo.
Canadá es otro país que viene librando una batalla en contra de la combustión de tabaco y, para ello, está permitiendo, bajo regulaciones, el uso de dispositivos alternativos. ¿El objetivo? reducir el consumo de tabaco a menos del 5% para 2035.
"Aunque los productos vaping son relativamente nuevos y la investigación sobre sus efectos a largo plazo está en curso, los investigadores ya han establecido que cambiar completamente a la nicotina vaping es menos perjudicial que seguir fumando", afirmó la doctora Sonia Johnson, directora general de Tobacco Control Directorate.
"La mejor evidencia disponible indica que los adultos que fuman y luego cambian completamente a vaping reducen inmediatamente su exposición a las sustancias químicas nocivas que se encuentran en el humo del cigarrillo, observan mejoras generales en la salud a corto plazo como resultado de dejar de fumar cigarrillos y pueden tener más probabilidades de dejar de fumar que aquellos que utilizan la terapia de sustitución de nicotina (TSN)", indicó la experta.
Productos libres de humo: cuáles son
Durante el seminario se expuso que los dispositivos electrónicos libres de humos son mejores alternativas para aquellos adultos que, de otra manera, continuarían fumando y viendo perjudicada su salud (y la de los fumadores pasivos) por los efectos de la combustión de tabaco.
En la actualidad, existen varios tipos de productos dentro de la categoría, siendo los principales dos de ellos: cigarrillos electrónicos y dispositivos de tabaco calentado. Ambos no queman sino que calientan una sustancia para crear un aerosol o vapor. Los mismos, explican los expertos, no contienen partículas sólidas y cuentan, además, con menor cantidad de sustancias químicas dañinas, frente al humo del cigarrillo.
Una de las empresas del sector que más activamente está trabajando para reducir los daños asociados a la combustión de tabaco es Philip Morris International, la casa matriz de Massalin Particulares en Argentina.
El objetivo de la compañía es que, para 2025, los productos libres de humo estén disponibles en más de 100 mercados, con cerca de 40 millones de usuarios y que el 50% de los ingresos de la compañía provengan de estas alternativas, impulsando a que más fumadores abandonen los cigarrillos.
En el caso de PMI, el dispositivo libre de humo al que más foco le están poniendo es IQOS, el cual calienta tabaco en lugar de quemarlo.
Desde PMI explican que IQOS tiene tres componentes principales: una unidad de tabaco, un soporte y un cargador. "La unidad de tabaco es un producto innovador que está diseñado específicamente para su uso con el soporte. Contiene un tabaco especialmente procesado, diseñado para calentarse sin quemarlo. El usuario introduce la unidad de tabaco en el soporte que, una vez activado, calienta el tabaco", detallan.
Este producto está disponible en 78 mercados. Un dato interesante: IQOS cuenta con 25,8 millones y, del total de usuarios que comenzaron a usarlo, el 72% dejó el cigarrillo convencional.
La compañía conformó un equipo de más de 1.500 científicos, ingenieros y técnicos que trabajan en investigación y desarrollo, al tiempo que lleva invertidos más de u$s10.700 millones en el desarrollo de alternativas al cigarrillo tradicional.
"Hemos realizado una serie de estudios en los que analizamos la composición del aerosol de IQOS y encontramos que la cantidad y concentración de sustancias tóxicas y cancerígenas se reducen en un 95% comparado con el cigarrillo. No decimos que es un producto libre de riesgo pero sí notamos una importante reducción del mismo", afirmó Andrea Costantini, médica y directora de Relacionamiento Científico de PMI.
"Además, encontramos que quienes cambian a tabaco calentado, alcanzaron el 95% del efecto en la reducción de la exposición a las sustancias dañinas y cancerígenas que se observa en quienes dejan de fumar", acotó la experta.
En paralelo, a través de un panel, en el que se contrastó la evolución de determinados parámetros de salud entre fumadores, no fumadores y usuarios de IQOS a lo largo de 12 meses, la compañía encontró diferencias significativas: "Lógicamente es mejor abandonar el cigarrillo directamente, pero quienes optaron por tabaco calentado mostraron cambios positivos: les bajó la inflación, mejoró la función plaquetaria, dejó de declinar o incluso mejoró la función pulmonar, bajó el colesterol y el estrés oxidativo bajó y hasta mejoraron indicadores de coagulación".
"Estamos realizando estudios constantemente, tratando de recabar la mayor cantidad de información con respaldo científico. Y nuestra conclusión es que, sin ser un producto libre de riesgo, sí permite minimizarlo sustancialmente frente a quienes continúan fumando".
Nicotina y el "doble estándar"
En este contexto, los expertos reunidos en The E-Cigarette Summit pidieron comenzar a abrir un debate a nivel mundial para terminar con lo que consideran una "doble vara" que tiende a contemplar con indulgencia a otras sustancias como el alcohol o la cafeína pero que tiende a demonizar a la nicotina.
Sobre este punto, Clive Bates, director de la consultora Counterfactual, expuso que, dado que sigue existiendo demanda de nicotina por sus cualidades funcionales, es clave repensar la situación de esta sustancia en la sociedad actual, sobre todo en ausencia de los importantes daños asociados al tabaquismo.
"Los productos de nicotina sin humo son mucho menos nocivos que los cigarrillos", afirmó el experto, quien agregó: "No hay ninguna objeción de peso al uso recreativo e incluso adictivo de la nicotina siempre que no se demuestre que es física, psicológica o socialmente perjudicial para el usuario o para los demás".
Costantini, de PMI, coincidió: "La nicotina limpia se utiliza como medicamento para dejar de fumar. Incluso, los parches y chicles de nicotina están aprobados como medicamento. Entonces, el problema no es la nicotina, el problema es la combustión. Las mismas autoridades lo reconocen".
Argentina, a contramano de la tendencia
Mientras cada vez más países alrededor del mundo están ajustando sus normativas para propiciar un mundo "sin humo", el 27 de marzo de 2023 el Ministerio de Salud de la Nación publicó en el boletín oficial una resolución que prohibió la comercialización de los productos de tabaco calentado.
Como consecuencia de esta medida, Massalin Particulares debió suspender una inversión estimada de u$s300 millones para introducir en el mercado argentino productos alternativos al cigarrillo, que iba a generar 200 nuevos puestos de trabajo directos y que iba a permitir generar exportaciones por más de u$s100 millones anuales.
Desde la compañía destacaron que, además, esta resolución imposibilitó darles a 7 millones de fumadores argentinos una alternativa al cigarrillo.
Y contrastan esta medida con las recientes normativas emitidas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos, que autorizó la venta del IQOS en 2019 y luego, un año después, permitió que se comercialice como un producto de riesgo modificado, catalogándolo como adecuado para promover la salud pública.
El cirujano argentino Diego Verrastro, de la Red Latinoamericana por la reducción de Daños Asociados al Tabaquismo, consideró un paso atrás la prohibición de los dispositivos de tabaco calentado en la Argentina: "Lo mejor es dejar de fumar automáticamente, es cierto. Pero hay un dato alarmante: estadísticamente, solo el 4% de las personas logra dejar el cigarrillo sin ningún sustituto o terapia. Dejar el cigarrillo es fácil, lo difícil es evitar la recaída, que es altísima".
"Entonces, el cigarrillo electrónico y los dispositivos que calientan tabaco tienen el potencial de salvar vidas. Hay pruebas, hay estudios, hay que escuchar a la ciencia. Todos estos productos son válidos para dejar de fumar", concluyó de manera categórica.
En tanto que Costantini hizo un llamado para darle opciones a los fumadores que permitan minimizar los riesgos asociados a la combustión de tabaco: "Hoy, los fumadores no tienen alternativas en Argentina si quieren dejar el cigarrillo. Hay que hacer algo por ellos, no se les puede seguir dando la espalda".