"Pésima vendimia": las exportaciones de vino se desploman y las bodegas advierten sobre profunda crisis
Durante lo que va del 2023, el sector bodeguero local ha profundizado la crisis que arrastra de años anteriores y enfrenta un escenario sumamente complejo hasta diciembre próximo por la escasez de oferta primaria de uva y la baja rentabilidad.
En marzo pasado, en plena celebración de la fiesta de la vendimia que se lleva a cabo en Mendoza, el propio ministro de Economía, Sergio Massa, reconoció que en los últimos años habían desaparecido 2.000 viñedos y anunció que habrá "dólar Malbec", en abril pero a cambio pidió que se mantengan precios bajos en la mesa de los argentinos.
En el caso de la primera medida, se oficializó mediante la publicación de los decretos 193/2023 y 194/2023, que llevan la firma del presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, y el propio Massa, y fijan el tipo de cambio para los exportadores en $300 por dólar; además de pago de retención y otros tributos.
En cuanto a los precios, según el Indec subieron en abril un 21,3% respecto de marzo, después de dos meses de alzas por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC), según el centro de investigación Vinodata.
Sector del vino prevé una profunda crisis en 2023
Mientras tanto, la producción se contrajo 18,3%, arrastrando a todo el sector de bebidas que, en el primer trimestre de 2023, cayó 6,2% respecto de 2022, según un informe elaborado por IES Investigaciones Económicas Sectoriales.
Según el trabajo, durante 2023 la producción de uva sería la menor en 30 años con una contracción de 20,7%, con 15,3 millones de quintales, "lo que dejará poca materia prima para abastecer a la industria".
Del mismo modo, el documento de IES advierte que la producción de vino en 2023 caerá "producto de la escasez de materia prima por una pésima vendimia (marzo y abril), ya que fue afectada por heladas tardías y granizo".
Para Alejandro Ovando, director de IES Consultores, "la magra cosecha de uva también afectará la oferta para exportación, en un contexto donde las ventas externas seguirán sufriendo el atraso cambiario".
De hecho, en el informe se destaca que en los primeros tres meses de este año el consumo total fue de 1,6 millones de hectolitros, mientras que en el caso de los vinos sin identificar "verifican las menores ventas en al menos 25 años".
Bodegas, en alerta: se desploman las exportaciones
En cuanto a las ventas al mercado externo, el informe asegura que, en volúmenes tuvieron una caída de 25,5% en el acumulado a marzo (tras caer 18,9% en 2022), mientras que en valores, las exportaciones de vinos tuvieron una contracción de 11,4% y totalizaron u$s156,2 millones en el año.
Los datos denotan que la rentabilidad de las bodegas también se redujo, debido a que la evolución de los precios minoristas de los diferentes segmentos de bebidas frente al IPC denota que corren por detrás de la inflación, empeorando la rentabilidad de las empresas no sólo bodegueras, sino también de las productoras de cerveza.
En este último sector, con un total aproximado de 9,9 millones de hectolitros vendidos, las ventas de cerveza aminoraron el ritmo de crecimiento de 2021 y 2022 y cayeron 0,3%.
De todos modos, en el primer trimestre tuvieron el mayor volumen de los últimos siete años para estos meses. "En los últimos 10 años, las ventas de cervezas industriales mantuvieron un nivel estable, en torno a los 20 millones de hectolitros", agrega IES.
Gaseosas, en aumento
Al contrario de lo que sucede con el vino, el trabajo de IES destaca que el consumo interno de bebidas sin alcohol (gaseosas, aguas y jugos) creció 3,3% respecto al año previo, con un total aproximado de 9,9 millones de hectolitros vendidos.
Informa además que las exportaciones de bebidas totalizaron u$s187,2 millones, una disminución de 14% con respecto al año previo, mientras que en cantidades, los despachos totales de bebidas cayeron 31,5% en estos meses.
En cuanto a las importaciones, se estiman en los u$s20,3 millones, un descenso anual del 21,2% (tras crecer 20% en 2022), mientras que en volúmenes cayeron 63,7% (7,8 millones de litros.