Puerto de Dock Sud: cuestionan falta de estudios ambientales y exigen frenar nuevas obras por presuntas irregularidades
La controversia en torno a la intención de Exolgan, operadora del puerto de Dock Sud, de avanzar con modificaciones en el muelle 1 sigue acumulando capítulos. A la par de los cuestionamientos por el apuro con que se llevó a cabo la licitación para realizar obras en esa terminal ahora se sumó la presentación de una cautelar que, impulsada por Fundación Biósfera –ONG ambientalista de rol activo en la ONU–, exige no innovar hasta tanto se lleven a cabo los procedimientos de medición de impacto ambiental pertinentes.
El recurso elevado ante la Justicia de Morón pone freno a los avances de obras que se venían llevando a cabo y también demanda el restablecimiento de condiciones de sana competencia para una mejora real del puerto en cuestión.
La acción judicial promovida por Fundación Biósfera lleva la firma de su titular, Horacio Belaustegui, y ordena al "Consorcio de Gestión del Puerto de Dock Sud, con domicilio en Ingeniero Luis A. Huergo 1539, Dock Sud, Provincia de Buenos Aires, suspender la convocatoria para presentar propuestas en el marco de un procedimiento de Iniciativa Privada iniciado por la firma Exolgan S.A…".
Exige, también, "abstenerse de asignar permiso de uso y de permitir la demolición del primer sitio del muelle N° 1 y/o cualquier construcción hasta tanto se publique un nuevo estudio de impacto Ambiental que incluya los impactos acumulativos y el análisis de alternativas, una evaluación de impacto ambiental, una declaración de impacto ambiental y se convoque a una audiencia pública".
En la cautelar, Fundación Biósfera alega haber notado "graves deficiencias desde el punto de vista ambiental" y señala que la medida requerida tiene fundamento en las manifiestas irregularidades legales que afectan todo el proceso relacionado con la modificación del muelle 1.
Según la ONG, son estas mismas irregularidades las que "dejan en evidencia la improvisación y el claro direccionamiento del procedimiento beneficiando indebidamente a la firma Exolgan S.A., con un alto riesgo para la población".
Irregularidades ambientales, según Fundación Biósfera
Si bien la organización reconoce la existencia de un estudio de impacto ambiental previo, en la cautelar destaca que ese trabajo no contempla los trabajos de dragado por realizar ni sus consecuencias en el entorno.
"El EsIA (Estudio de Impacto Ambiental) disponible online tampoco considera el impacto ambiental de obras adicionales necesarias tales como elevar cables alta tensión (torres) para que puedan pasar buques de mayor porte, movimiento de transformadores de subestación, gasoducto que pasa por detrás del muelle 1, objeto de la obra, y dentro de los primeros 53 m. (metros) de margen de la costa, suelo que sería removido", especifica.
La ONG afirma que la medición de impacto ambiental disponible omite los efectos de las obras en el entorno náutico y sus consecuencias en las poblaciones de peces.
"… carece de una auténtica línea de base ambiental que brinde un diagnóstico sobre el estado del ambiente y de la ictiofauna en el área de influencia directa e indirecta del proyecto. En rigor, los capítulos del EsIA referidos a la caracterización del ambiente y a la medición de los impactos se centran en el espejo de agua pero soslayan que, en el lugar dónde se emplazará la obra, los suelos no han sido removidos. En este contexto, se desconoce el estado de los mismos y su nivel de contaminación".
Un proceso marcado por la polémica
La modificación que se pretende hacer en el muelle 1 inició con polémica desde el vamos. El 4 de enero, en pleno receso de verano, el Consorcio de Gestión de la terminal publicó en el Boletín Oficial de la Provincia de Buenos Aires un aviso de proyecto privado para la mejora de ese espacio.
La idea de fondo es mejorar la infraestructura con vistas a recibir a buques que hoy, por limitaciones del mismo muelle, terminan recalando en Uruguay y Brasil.
La controversia cobró forma a partir de las condiciones establecidas para la obra. Ocurre que, según distintos actores del sector portuario, las pautas que hacen al proyecto y la forma en que se articulará su desarrollo parecen hechas a la medida de Exolgan, la actual operadora del puerto de Dock Sud.
La compañía en cuestión es propiedad de los grupos PSA (Puertos de Singapur) y MSC (Mediterranean Shiping Company). Empresas como Tecplata, del grupo ICTSI, se cuentan entre las firmas interesadas en competir por un proyecto que abre la puerta a un negocio de uso del muelle fijado en 10 años.
Irregularidades en Dock Sud
El aviso de obra publicado en el Boletín Oficial bonaerense contempla la construcción de un nuevo muelle con capacidad para operar con barcos de hasta 366 metros de eslora y 52 metros de manga.
Lo particular está en que las tareas a realizar se concentrarán en una superficie lindera a terrenos que hoy son propiedad de la misma Exolgan.
Por ende, todos los movimientos ligados al desarrollo del nuevo muelle –desde el movimiento de materiales hasta la concentración de personal y maquinaria, por poner algunos ejemplos– deberán negociarse con la empresa mencionada.
A eso hay que añadirle que Exolgan podría quedarse con todo el proyecto en tanto, por las condiciones restrictivas fijadas para las obras a desarrollar, es la única compañía capaz de ajustarse a los tiempos establecidos a partir de su rol de controlante de la terminal.