Primera línea frente al río: cuánto más hay que pagar para vivir en un departamento con las mejores vistas y amenities
Waterfront. Con el poder de síntesis que la caracteriza, la lengua inglesa resume en una palabra el concepto: la ubicación en la que nada se interpone entre un departamento y el agua. En esencia, se trata de un beneficio visual poco frecuente o más bien limitado en las grandes ciudades donde esta locación es sinónimo de exclusividad.
"La primera línea frente al río es el máximo aspiracional en materia de propiedades en Buenos Aires", define Adrián Cyderboim, titular de Crecer Inmobiliaria. "Mejor alto y mejor al río. Allí, la vista es única, realmente no tiene comparación y ofrece un valor agregado que no posee otro departamento", completa el bróker.
Cyderboim explica que una propiedad con esas características es un producto exclusivo y, afirma, hay un mercado de productos exclusivos y de gente dispuesta a pagar por ellos. Por cierto, según afirma, el valor de un departamento con estas visuales -siempre con orientación este, de cara al agua- puede ser hasta un 50% superior de otro que no las tiene en un mismo edificio.
Zona Norte, bajo la lupa
En sintonía, basta pensar en Ipanema y Leblon, en Río, o en Pocitos y Carrasco, en Montevideo, para ubicar lo más distinguido de la oferta inmobiliaria en ambas ciudades. En Buenos Aires, la oferta con este diferencial paisajístico creció en la zona norte. "Hasta La Lucila casi no hay terrenos disponibles en la primera línea frente al río", señala Mariano Frato, asesor inmobiliario de Salaya Romera, firma con actividad en la zona norte y con oferta de estas características.
Desde la inmobiliaria Solimano Dal Pos, Lucas Solimano Dal Pos, su socio gerente, coincide en que la oferta de terrenos actual es escasa, aunque, comenta, las ventas también han caído muchísimo como en el resto del mercado. Según precisa, la incidencia del m2 en un terreno waterfront hoy está en alrededor de los 1.000 dólares.
"En cuanto al valor del m2 de una unidad, sólo por dar un estimativo, se cifra entre los u$s4.000 y los u$s6.000, dependiendo de las características de la torre", precisa Frato desde Salaya Romera, detallando además que hay una propuesta inmobiliaria típica de esta locación: complejos con muchas amenities, muy orientados a que el propietario desarrolle allí su vida social.
"En boulevard Solís, en Olivos, los valores caen un poco porque son proyectos más chicos", puntualiza el socio gerente de Solimano Dal Pos. De acuerdo con el bróker, se trata de edificios de hasta siete pisos y con pocas amenities. "Allí el m2 de un departamento está en u$s3.000", puntualiza, estableciendo diferencias con otros proyectos cercanos y con muchas prestaciones, con valores que rondan los 4.500 dólares.
El impacto de la escasez de tierras
Además del trabajo de campo que permite comprobar la escasez de tierras con estas características bordeando la costa, algunas noticias también dan cuenta de ello. Las polémicas que rodean a las cotizadas –nunca mejor empleado el término—30 hectáreas de Costa Salguero, van en ese mismo sentido: se trata de una locación, en verdad, privilegiada. Y otra vez: por sus características, muy exclusiva.
"Son muchas las personas que aspiran a vivir con estas vistas, pero no son tantos los terrenos disponibles", sostiene Fabián Kopel, director de Kopel Sánchez Desarrollos Inmobiliarios, que cuenta con distintos proyectos frente al río pero en la costa de Montevideo donde, al parecer, también es difícil hallar la locación para levantar una iniciativa.
"Adquirir terrenos con ubicaciones privilegiadas en primera línea sobre el río es un desafío constante para el mercado inmobiliario, ya que la escasa oferta y la alta demanda son factores determinantes que influyen en el análisis de viabilidad del proyecto", sentencia Kopel, resumiendo en algún sentido uno de los ejes de su trabajo y que definitivamente apunta a los números.
Departamentos frente al mar
Lógicamente, no sólo es el río el más requerido. En Mar del Plata, las zonas preferenciales para el desarrollo de proyectos inmobiliarios de primera línea ubicados con vista directa al mar están ocupadas desde hace muchos años con construcciones en altura de edificios tradicionales de la ciudad.
"Sólo un puñado de lotes restan para que nuevos inversores desarrollen sus proyectos, luego de las esplendorosas Torres de Cesar Pelli y la torre Unkanny, de Alem", ubica Viviana Recanatti, titular de la filial Century 21 de la ciudad atlántica.
"El impacto de este tipo de productos modificó en parte la fisonomía de algunos barrios como Perla Norte que es donde aún se consiguen algunos terrenos en primera línea de mar a valores razonables", sostiene la bróker.
Ciertamente, de acuerdo con Recanatti, los valores del m2 en este tipo de propiedades oscila entre los u$s3.000 y los u$s4.000. "Son unidades de alta gama, que ofrecen la comodidad de vivir en un lugar que lo tiene todo o que pretende tenerlo", describe.