Golpe al bolsillo de inquilinos: anticipan aumento "bomba" en contratos de alquiler en febrero
Cada mes que transcurre es de un dramatismo renovado para los inquilinos. Tras el aumento potente de principios de enero, que se ubicó en torno al 81 por ciento, la perspectiva de incremento para febrero que prevén inmobiliarias y expertos volverá a romper marcas históricas. Pero las complicaciones no se agotan ahí: en el ámbito del ladrillo dan por descontado que en el transcurso de este año las renovaciones de los contratos de alquiler duplicarán el índice de inflación. La pregunta que se multiplica entre los actores de la comercialización es qué ocurrirá con la morosidad si los ajustes no se moderan en el corto plazo.
Desde el Colegio Profesional Inmobiliario (CPI) su titular, Marta Liotto, anticipó a iProfesional que la suba con la que abrirá febrero será del 85,8 por ciento, un porcentaje inédito y que no hace más que continuar la escalada que inauguró el coeficiente establecido por la ley de alquileres vigente.
Las subas que se aplican cada mes son el resultado de un coeficiente que, establecido por el Banco Central (BCRA), combina los números de la inflación justamente mensual y los incrementos salariales acordados en las paritarias.
La decisión del Gobierno de avanzar con un período de sesiones ordinarias a concretar entre el 23 de enero y el 28 de febrero reavivó las expectativas en el ámbito inmobiliario, que aguarda por una ley que cambie el estado de situación de los alquileres.
El sector reclama el retorno de los contratos a dos años y los ajustes cada seis meses. Pero, para desdén de inquilinos, propietarios e inmobiliarias, el oficialismo anticipó una agenda que excluye el tratamiento inmediato del marco. Todo indica, entonces, que la discusión en torno al cambio de la normativa vigente recién se retomaría a partir de marzo.
Alquileres, sin interés para la política
En el CPI reconocen que la problemática de los alquileres sigue sin aparecer entre las prioridades del sector político. "Nadie menciona al tema alquileres como un tema prioritario", afirmó Liotto.
La directiva sostuvo que las perspectivas para el mercado locativo seguirán siendo negativas mientras no exista un cambio en la normativa vigente. "Estimamos que durante el primer semestre del año la oferta de unidades en alquiler seguirá cayendo", anticipó.
"Por otra parte, la segunda mitad de 2023 nos enfrentará a subas aún mayores a las que venimos teniendo. Esto, producto de que comenzarán a vencerse los primeros contratos pactados con la actual ley. Estaremos cumpliendo el plazo de los tres años que fija la norma", añadió.
Por su parte, José Rozados, CEO de Reporte Inmobiliario, comentó a iProfesional que la renovación de los contratos ocurrirá con cifras muy por encima de los incrementos sumamente potentes que ocurren cada mes.
"El problema es la inflación. Si se mantiene congelado el precio de los alquileres durante 12 meses, el único precio en la economía argentina que permanece de esa forma, lo que viene es cómo mínimo un incremento por encima de la inflación", aseguró.
"Las renovaciones de los alquileres que ocurrirán en el segundo semestre y primera parte de 2024 duplicarán la inflación del último año. El valor del nuevo contrato, si el inquilino quiere renovar, estará en ese orden de aumento", agregó.
Inmuebles: las ventas tampoco repuntan
En la vereda de enfrente, la compraventa sigue de capa caída. Liotto sostuvo que, hoy por hoy, sólo "vende quien necesita vender, mientras que los valores de cierre son de oportunidad".
En la actualidad, la cotización actual del metro cuadrado usado empata los registros de 2010. En el segmento de la comercialización afirman que la ampliación de la oferta de unidades en venta es consecuencia directa de la ley de alquileres vigente.
Y que el "sobrestock" predominante atenta contra cualquier recuperación inmediata del precio de los departamentos usados.
Desde el CPI dan cuenta de al menos 160.000 inmuebles usados que hoy se ofrecen en Capital Federal. El promedio histórico en el territorio porteño, aseguraron desde la misma organización, siempre se ubicó en torno a los 90.000 departamentos.
"Aquellos propietarios que pusieron sus inmuebles en venta en los últimos dos años no volvieron a quitarlos de esa opción de negocio. Ninguno regresó al mercado de los alquileres. Por efecto de la ley vigente y la situación de la economía, el 'sobrestock' de propiedades que se ofrecen sigue en ascenso", completó Liotto.