Campos en Uruguay: los argentinos sobresalen entre los que más invierten
El mercado de tierras de Uruguay se acerca al final del año con muy poca oferta y una alta demanda. Además, los precios que se manejan son buenos, tanto para las ventas como para los arrendamientos. En tanto, inversores extranjeros participan del mercado, y este año se ha visto un destaque de los argentinos, indicó Rodrigo Silveira, director de Silveira Negocios Rurales.
En lo que va de 2022 esa firma recibió "de cinco a seis consultas por semana" de inversores que querían colocar su capital en el campo uruguayo, y la mayoría se concretaron como negocios, comentó el empresario al diario El Observador.
"Buscan invertir en Uruguay por la estabilidad jurídica y política que tenemos, porque confían en nuestro presidente y porque Argentina está haciendo mal las cosas", dijo.
A diferencia de los argentinos, los inversores brasileños no han llegado en masa a invertir a Uruguay este año, informó. Las consultas desde ese país llegan y algunos concretan negocios, pero no son la mayoría.
Sobre si las elecciones en ese país podrían afectar al mercado de tierras local, Silveira sostuvo: "Este es el segundo gobierno de Lula (da Silva) y ya lo conocen, no hay tanta incertidumbre. De repente en su primer gobierno sí hubo un aluvión de brasileños (consultando para invertir), porque no sabían qué iba a pasar".
Fernando Indarte, director de Indarte & Cía, expresó que si bien se han recibido consultas de interesados por campos ubicados en departamentos fronterizos con Brasil, tras el ingreso del nuevo gobierno "no cambió la historia".
Pablo Albano, responsable del Departamento de Campos de Zambrano & Cía, agregó que si bien podría haberse dado un cambio de comportamiento de mercado tras las elecciones, no ha pasado.
"Se han ido acomodando en su propio país y no se ha dado una ola de inversores. Hubo consultas pero sin concreciones", contó a El Observador.
Por qué hay alta demanda de campos en Uruguay
Son varios los factores que hacen a la buena demanda, mientras que la poca oferta se debe principalmente a que en este mercado los contratos son largos, los arrendatarios no suelen cambiar de un año al otro las tierras en las que trabajan, y quienes invierten en la compra de un campo hoy no están decidiendo vender.
En Uruguay, si el arrendatario paga en fecha, cuida los campos y cumple con lo convenido con el dueño de la tierra, "sigue 10 años por lo menos", aseguró Indarte. "No se estila que los dueños de campos cambien de arrendatarios. Eso hace que los cambios no cambien de mano y por eso hay poca oferta. Los campos no son una mercadería que salga en oferta todos los años", mencionó el empresario.
Silveira comentó que en este, un año de muchas consultas, se han visto en el mercado actores vinculados al sector agropecuario y otros ajenos a él, que buscan diversificar sus opciones de inversión.
Desde Silveira Negocios Rurales se realiza una Consultoría Agropecuaria, contó, con la que se le explica a los clientes cuál podría ser su mejor opción de inversión. "Hay mucha gente queriendo entrar en un sector que sigue siendo rentable, lo que hace que conseguir tierras en arrendamiento sea muy difícil", sostuvo, y agregó que los arrendamientos "se están pagando muy bien".
Un campo ganadero con aptitudes agrícolas ubicado en Cerro Largo tiene un valor de arrendamiento de u$s140 la hectárea, mientras que un campo netamente ganadero con índice Coneat superior a 80 se valoriza en u$s110, detalló.
"En los históricos son precios muy buenos, porque antes esos mismos campos se pagaban a u$s90 por hectárea", explicó.
Por otro lado, un campo criador con un índice Coneat inferior a 80 se paga entre u$s80 y u$s90 la hectárea, dijo.
Albano explicó que las rentas "estuvieron todo el año dinámicas, con poca oferta y mucha demanda", y ahora, llegando al último mes del año, "el mercado se trancó un poco más", por la baja que tuvo el ganado hace unas semanas, porque los arrendatarios han decidido esperar antes de ofrecer sus campos.
Indarte hizo un ranking de las tierras más elegidas y aseguró que las que tienen aptitud agrícola son las más buscadas, luego se destacan los campos forestales y luego los ganaderos con capacidad de mejoramiento que se ubican al sur del Río Negro. Según contó, la cercanía con la capital es muy valorada, principalmente por aquellos inversores que son nuevos en el sector.
Tasas de interés más altas
En cuanto a la venta, Silveira aseguró que "el mercado sigue calentado en cuanto a precios". Un campo criador se vende a US$ 2.500 por hectárea, un campo con aptitud forestal se valoriza en u$s 3.000 por hectárea, uno invernador a u$s3.540 por hectárea, y un campo agrícola –dependiendo de la zona en la que se ubique y la productividad que arroje– cotiza entre u$s6.000 y u$s11.000, explicó a El Observador.
Albano añadió que llegando al final del año los precios se "estabilizaron" un poco tras la suba que tuvieron con respecto a 2021. Las ventas de campo se frenaron un poco debido a que las tasas de interés de los bancos, en las que "los jugadores uruguayos se apalancaban", comentó. Subieron, y eso ha enlentecido el mercado y ha generado "competencia" con otros rubros, porque "hoy hay alternativas para colocar la plata que antes no había, distintas a comprar un campo".