Las parrillas de la Selección Argentina: los jugadores son sus fanáticos y la AFA las llevó para hacer asados en Qatar
"Toqué el cielo con las manos", dice Julián Lanzillotta. Y no está exagerando. Es que sus parrillas son las favoritas de los jugadores de la Selección Argentina, incluyendo a Messi. Y no solo eso, es el proveedor oficial que el mismo Scaloni eligió para tener dónde hacer asados en durante la estadía en Qatar de la Scaloneta.
"Gané mi propio mundial", define así este emprendedor lo que sintió cuando recibió el llamado de la AFA que le confirmaba su condición de proveedor de las parrillas para animar los momentos libres de los jugadores que hoy visten la celeste y blanca.
Todo empezó cuando Julián quiso darle espacio a su cable a tierra y entonces le dio rienda suelta a su hobby. Era 2017 y armó la primera parrilla, que era para el fondo de su casa. Algo de soldadura conocía, ya que estaba al frente de la ferretería industrial familiar.
Ahora, sus creaciones se exportan a 42 países y acaban de ganar la competencia que la AFA organizó, de la que participaron otros 10 proveedores, y fueron las elegidas para acompañar a la Selección Argentina de Fútbol durante la Copa del Mundo.
La selección de las parrillas
"Todo arrancó por mi pasión por el asado, sobre todo cocinar a la estaca. Un día se me ocurrió hacer algo distinto para el fondo de casa. Pensé en algo con ruedas para moverlo de acuerdo al viento y que fuera multifunción. Así nació la primera", cuenta Julián, desde su fábrica en Moreno.
Esa primera parrilla le demandó 8 meses de trabajo. Fue algo bien artesanal, que implicó improvisación y vueltas para buscar las piezas, como las ruedas. "Tenía nociones de soldadura, porque había trabajado en la empresa de grupos electrógenos de mi viejo, y me daba maña. Más el estar en la ferretería", rememora.
¿Cuándo empezó la fama? Julián jugó rugby hasta hace poco en Mariano Moreno, y como buen jugador, hizo una parrilla para su club, para los terceros tiempos "Ahí me pasó algo increíble. En 2018, un día salgo del vestuario, después de un partido, y veo a un centenar de personas alrededor de la parrilla. Algunos le sacaban fotos y preguntaban quién la había hecho", recuerda Julián.
"Al otro día tuve más de 20 mensajes preguntando si podía hacerles una parrilla", se ríe este emprendedor. Ese fue el inicio de Fuegos JL, una empresa familiar, que hoy ya le da trabajo a 35 personas.
Una selección que sale a la cancha
El primer año producían 20 parrillas por semana. Todo de forma muy artesanal y con la ayuda de Toto, su gran amigo. "Al principio íbamos a buscar ruedas por las provincias. Pero todo explotó cuando los deportistas de alto rendimiento empezaron a usar nuestros productos", explica Julián.
El primero fue Nicolás Laprovittola, jugador de la Selección Nacional de Básquet. Lo conocía a Lanzillotta de cruzarse por el oeste del conurbano. El base posteó una foto de un Raqnar –cada modelo tiene un nombre distinto de la serie Vikingos– en pleno asado y los seguidores se dispararon. Luego fueron los chicos de Locos x el Asado y después llegaron los futbolistas.
Después vino la experiencia con Andrés D’Alessandro y su hermano. Pero todo cobró mayor dimensión cuando los hermanos Funes Mori compraron varios modelos y subieron historias a su Instagram. "Justo ese día viajaba a Italia de vacaciones con mi familia, y me empezaron a llegar miles de mensajes. Vendí como 100 asadores. Y yo no tenía nada, ni empleados, ni siquiera un taller", recuerda.
Ese fue el inicio de una larga lista de futbolistas que se convirtieron en clientes. "Bruno Zuculini, un grande, me compró varios asadores. De River también Enzo Pérez, el ‘Pity’ Martínez, Cavenaghi y Lamela se llevó uno para Inglaterra. De Boca: Palermo, Battaglia, Schiavi, Andrada, Fernando Gago también. Ni hablar de Rodrigo De Paul", enumera Julián.
También en otros deportes Fuegos JL se hizo famosa. Entre sus fanáticos está el ‘Peque’ Schwartzman y hasta el mismísimo ‘Manu’ Ginóbili le compró un asador el año pasado. "Se lo llevamos a su casa, en San Antonio. Yo no pude viajar, pero mi socio en Texas me hizo una videollamada y pude charlar un ratito con él. Lo admiro mucho", cuenta con alegría.
Selección y evolución
Lo cierto es que el negocio no para de crecer. Hoy vende cerca de 400 productos mensuales y tiene un catálogo integrado por 15 modelos distintos. Claro está que los valores son distintos, pero rondan un promedio de 130.000 pesos.
Fuego JL tiene una sucursal en Boerne, Texas, con la que provee a todos los Estados Unidos. Tiene una segunda en España y otra en el Reino Unido. Y además llega a 39 países más.
Para la AFA el pedido incluía parrillas tradicionales. Pero Julián los convenció de incluir también un Floki, que es su producto insignia: tiene dos cruces para cocinar a la estaca y jaula para colgar y ahumar.
Para armar este pedido todo el equipo tuvo que trabajar a contrarreloj. "Llegaba a las 9 a la fábrica y me iba a las 11 de la noche para poder entregarlas en tiempo y forma", relata Julián, que todavía no se desprende de la emoción de ver a los jugadores de la Selección haciendo, en Doha, un asado en sus creaciones.