Se agudiza la batalla gremial: inminente parálisis de exportaciones y conflicto sin tregua en seguridad y salud
Las organizaciones sindicales siguen ampliando sus respectivos planes de lucha con vistas a obtener mejoras salariales y otras ventajas en este comienzo de noviembre. Al reciente conflicto protagonizado por gastronómicos, hoteleros y docentes se sumó, en las últimas horas, la confirmación de acciones en los puertos exportadores a través cese de actividades y movilizaciones que iniciarán este viernes y se replicarán la próxima semana. A esto hay que sumarles las acciones de las últimas horas llevadas a cabo por trabajadores del Garrahan y el personal de seguridad.
En cuanto a la situación en las terminales portuarias, la Federación Marítimo Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (FeMPINRA) que encabeza Juan Carlos Schmid realizará el viernes 4 de noviembre un paro nacional por 24 horas con movilización hacia la cartera de Transporte.
Desde la entidad señalaron que la medida responde a "la falta de políticas y planificación pública para el sector". Desde el gremio indicaron a iProfesional que el freno alcanzará a todo el país y comprenderá a los gremios adheridos del sector portuario, marítimo fluvial, astilleros y de la industria naval.
La organización demanda la revisión de la concesión del puerto de Buenos Aires, la reglamentación de la Ley Mercante 27.419, el cumplimiento de la Ley de Cabotaje y la resolución de la problemática de formación y titulación, entre otros aspectos.
También pide "esclarecer la política operativa en la Vía Navegable Troncal, implementando resoluciones en resguardo del cabotaje nacional, la construcción del Canal Magdalena y la quita del Impuesto a las Ganancias".
Paro en los puertos: a qué responde la medida
Respecto del paro que viene, Schmid sostuvo que en los últimos 18 años "no se ha implementado una sola medida que nos permita recuperar la industria naval, la marina mercante y la navegación interior. Tampoco se llevó adelante una política de control de nuestro comercio exterior más efectiva".
La medida en cuestión, que paralizará por completo la actividad exportadora, tendrá una suerte de continuidad el martes 8 con la huelga que llevará a cabo la Federación de Estibadores Portuarios (FEPA) y sus sindicatos adheridos a partir de una convocatoria activada por la Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte (UGATT).
Esta última reclama un bono de 50.000 pesos para los jubilados y pensionados. Según indicaron fuentes gremiales, el cese de actividades de FEPA tendrá fuerte impacto en los puertos bonaerenses de Bahía Blanca, La Plata, Mar del Plata y Necochea.
Pero también afectará de manera rotunda el funcionamiento de terminales instaladas en Entre Ríos, Corrientes y Misiones, como así también a los muelles de Puerto Deseado, en el territorio de Santa Cruz, y el puerto de San Antonio Este, en la provincia de Río Negro.
La UGATT exige, además, la quita del Impuesto a las Ganancias. "Con esta medida exigimos un acto de justicia para con nuestros jubilados y pensionados en vísperas de la Navidad y año nuevo. Los trabajadores del transporte no olvidamos nuestras raíces y a quienes dieron todo por nosotros", declaró respecto del paro que viene Marcelo Osores, secretario general de la FEPA.
Movilización de la seguridad privada y el Garrahan
La situación que viene en los puertos será el corolario de una semana que inició intensa en términos de movilización sindical. Este martes, la protesta llevada a cabo por la Unión del Personal de Seguridad de la República Argentina (UPSRA) redundó en un cuarto intermedio con los miembros de la Cámara Argentina de Empresas de Seguridad e Investigación (CAESI).
Fuentes de UPSRA definieron a la posición empresaria como "intransigente", y volvieron a reclamar un piso salarial de 147.000 pesos para noviembre y otra suba hasta alcanzar los 157.000 pesos en diciembre.
Los trabajadores de seguridad denunciaron que las empresas del sector nucleadas en la CAESI quieren "imponer salarios por debajo de la línea de la pobreza" en las negociaciones paritarias. "No vamos a aceptar sueldos de hambre", advirtieron.
A esta situación hay que añardirle el paro que llevó a cabo la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APyT) también este martes y en oposición al recorte a la salud pública que fija el presupuesto 2023.
Se trató del tercer cese de actividades realizado por la APyT junto a Autoconvocados, y en esta ocasión la convocatoria contó con el acompañamiento del Hospital Posadas de El Palomar. Los profesionales de la salud demandan "un ingreso inicial de 192.000 pesos" como forma de enfrentar la inflación desenfrenada.