La mayor cementera del país se vuelve a blindar contra la volatilidad financiera
Tal como lo viene haciendo desde el 2021, Loma Negra acaba de extender la vigencia de las medidas que viene tomando para obtener la liquidez necesaria que le permita equilibrar financiera y comercialmente sus operaciones.
La principal cementera del país, con el 45% del market share total y propiedad del grupo brasileño Camargo Correa, había lanzado un programa de compra de acciones propias por un monto de hasta $750 millones que luego amplió a $900 millones.
El objetivo de la compañía es que el grupo controlante adquiera una cantidad de acciones que flotan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires necesarias como para evitar las fluctuaciones y la inestabilidad que evidencia el mercado de capitales en la actualidad.
Los títulos se encuentran repartidos entre 70 inversores institucionales como Capital International Investors (1,40%); Redwood Capital Management (1,09%); Capital Research Global Investors (0,77%); Dynamo Administracao de Recursos Ltda (0,44%).
También el fondo Blackrock Inc. (0,11%); Advisory Services (0,08%); New World Fund (1,29%); o Eaton Vance Global Macro Absolute Return Advantage (0,07%), entre otros.
Ahora, el directorio de Loma Negra acaba de extender el plan de acción destinando otros $1.000 millones para comprar otro 10% del capital con la misma finalidad, es decir la de "disponer eficientemente de una porción de la liquidez de la sociedad lo cual podrá redundar en un mayor retorno de valor para los accionistas considerando el actual valor atractivo de la acción", tal como se asegura en el documento que la compañía envió a la Comisión Nacional de Valores (CNV).
Según el informe, la cantidad máxima de acciones o porcentaje máximo que será objeto de la adquisición no podrá superar, en conjunto, el límite del 10% del capital social de conformidad con lo dispuesto por el artículo 64 de la Ley de Mercado de Capitales.
En este sentido, se establece un límite para las operaciones en el mercado argentino que no podrá ser superior al 25% del volumen promedio de transacción diario que hayan experimentado las acciones de la sociedad durante los 90 días hábiles anteriores.
En cuanto al precio a pagar por las acciones se estima un máximo de $495 y hasta u$s8 si se trata de los American Depositary Receipt (ADR) que cotizan en el mercado norteamericano o la New York Stock Exchange.
El plazo en el que las adquisiciones se llevarán a cabo se establece una fecha límite del 31 de diciembre próximo, con una expeción sobre quiénes pueden participar del proceso ya que quedaron excluidos los ejecutivos de la cementera "que no podrán vender acciones de ésta de su propiedad o que administren directa o indirectamente durante el plazo correspondiente".
De acuerdo a lo resuelto por los ejecutivos de Loma Negra, "la adquisición se realizará con ganancias realizadas y líquidas según surge de los estados financieros al 30 de junio de 2022, dejándose constancia que la sociedad cuenta con la liquidez necesaria para realizar las mencionadas adquisiciones sin que se afecte su solvencia".
Actividad en alza
Ocurre que el primer semestre del año fue positivo para las actividades de la compañía, que obtuvo una ganancia bruta $14.651 millones y un resultado integral total de $6.089 millones, que representa un incremento del 135% respecto de las cifras correspondientes al mismo período del ejercicio anterior.
El resultado fue consecuencia de que entre enero y junio pasados, Loma Negra y sus sociedades controladas realizaron despachos de cementos y cales por 3.148.880 toneladas, alcanzado ventas netas por $47.919 millones.
Según el balance de la compañía, los despachos en su conjunto fueron un 13% superiores a los del mismo período del ejercicio anterior.
En el mismo período, cerró varios acuerdos de financiamiento con diferentes bancos, como el Industrial and Commercial Bank of China (Dubai Branch), que le cedió u$s56 millones a cancelar en tres cuotas iguales, con intereses que devengan a una tasa nominal variable en base a la tasa libo más un plus del 8% a pagar en forma trimestral.
Hizo lo mismo con el Citibank N.A. por $5.500 millones a cancelarse a 180 días de su celebración, devengando una tasa nominal fija del 47,25% a pagar en forma mensual.
Luego, sumó un nuevo préstamo con el Eurobanco Bank Ltd por u$s80 millones por un plazo de 90 días prorrogable a 180 días, cancelable a su vencimiento con intereses que se devengan a una tasa nominal variable en base a la tasa SOFR, a pagar en forma trimestral.
Adicionalmente, el 7 de julio pasado cerró un acuerdo de préstamo con el HSBC Bank Argentina por $3.000 millones con vencimiento en un plazo de 180 días devengando una tasa fija de interés del 52% anual.
Durante el mismo mes, el directorio de la sociedad aprobó el pago de un dividendo en efectivo por $10.300 millones mediante la desafectación parcial de la reserva facultativa para futura distribución de dividendos.
Mecanismo habitual
El procedimiento financiero que utiliza Loma Negra para protegerse de la volatilidad de los mercados viene siendo utilizado cada vez por más empresas locales que, en medio de tanta incertidumbre y con el objetivo de dar una señal de fortaleza recompran parte de sus acciones en el mercado.
Un caso similar es el de IRSA, el mayor grupo desarrollador inmobiliario de la Argentina que es propiedad de Eduardo Elsztain y que el año pasado decidió encarar un plan para recompra de acciones propias al estilo de lo que también hacen Pampa Energía; Telecom Argentina y Transportadora de Gas del Sur (TGS), entre otras.
Para tomar esa decisión, los ejecutivos de todas estas empresas tuvieron en cuenta la actual coyuntura económica y de los mercados locales, así como el descuento que tiene el precio actual de cotización de las acciones de cada holding en relación al valor razonable de sus activos, determinado por valuadores independientes.
En todos los casos, el objetivo es el de contribuir al fortalecimiento de las acciones en el mercado y de reducir las fluctuaciones en el valor de cotización teniendo en cuenta que, muchos casos, la volatilidad impide reflejar el valor o la realidad económica que tienen los activos en desmedro de los intereses de los accionistas.
Por caso, Pampa Energía viene aplicando la fórmula desde el 2018, cuando la crisis cambiaria generó consecuencias negativas para el desarrollo de los negocios del grupo energético liderado por Marcelo Mindlin.
El empresario buscaba resguardar de ese modo el daño que el inestable escenario le puede causar al precio de las acciones de Pampa Energía y de varias de las empresas que conforman ese holding.
En un primer momento, destinó u$s245 millones para recomprar acciones del holding y de alguna de sus empresas controladas como lo era Edenor en el 2018 y Transportadora de Gas del Sur (TGN).
Luego, en el 2021 sumó otros u$s30 millones al proceso al entender que los efectos nocivos de las medidas sanitarias tomadas para terminar con el coronavirus continuarán provocando inestabilidad en los mercados y mantendrán los daños sobre las acciones de las compañías.