Escasez de importados: se disparó el faltante en salud y al problema del café se suman chorizos y bondiolas
El desabastecimiento que atraviesan los sectores productivos y el consumo en general gana en profundidad y los faltantes ya alcanzan a casi todos los rincones de la economía. Al problema de las trabas para ingresar desde café hasta materiales para la construcción se sumaron, en los últimos días, complicaciones en lo referente al ingreso de insumos odontológicos, perfumería, pañales y mamaderas. En la gastronomía incluso dan por descontado que habrá problemas para fabricar chacinados por las dificultades para ingresar carne de cerdo proveniente de Brasil y artículos de envasado.
Fuentes ligadas a la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) comentaron a iProfesional que el "cepo" establecido para los productos e insumos que provienen del exterior complicó la disponibilidad de materia prima para la elaboración de chorizos, bondiolas y otros fiambres.
Desde CAICHA, la entidad que nuclea a los productores de chacinados, aportaron una mirada similar. Señalaron que las dificultades para importar redundaron en un incremento del 40 por ciento en el costo de la carne porcina. Y expusieron que las trabas vigentes complican el ingreso a la Argentina de envoltorios, tripas y aditivos clave para la elaboración de estos artículos.
"Hoy hay muchas fábricas que tienen stocks para uno o dos meses y esto generó una disparada del precio del cerdo, que aumentó 20 por ciento en tres semanas. El valor de la carne de cerdo se está acercando al precio del producto vacuno siendo que siempre hubo una diferencia marcada entre ambos", afirmó Gustavo Lázzari, titular de CAICHA. En la cámara también afirman que, a raíz del contexto, también emergen obstáculos para la elaboración de salchichas.
Faltan importados: el drama de la salud
Los faltantes también se vienen multiplicando en el ámbito de la salud, con complicaciones en la disponibilidad de artículos farmacéuticos que se hacen sentir sobre todo en el interior del país. Un ejemplo son los pañales para niños y adultos, en este último caso con un desabastecimiento que perjudica incluso a los servicios de PAMI.
Colegios de profesionales de Córdoba, Salta y Santa Fe, y comercializadores en Capital Federal reconocen que los faltantes están muy cerca de cumplir el mes. Los fabricantes, comentaron actores del sector, sufren dificultades para ingresar insumos como el plástico.
También se ha vuelto evidente el stock acotado en términos de disponibilidad de perfumes y cremas importadas, y de medicamentos para el combate a las alergias, los problemas respiratorios y los dolores corporales.
Los farmacéuticos advierten que los faltantes podrían volverse más pronunciados dado que tanto los insumos para generar los blísteres y los recipientes de jarabes también vienen de afuera.
Por el lado de los odontólogos, entidades como el Colegio de Rosario y su similar de Santa Fe expusieron problemas para hacerse con insumos como agujas y anestesia. Las organizaciones señalaron que el 95 por ciento de los materiales y equipos que demanda la actividad también ingresan desde el exterior.
A tono con esto, la Confederación Odontológica de la República Argentina (CORA) a través de su titular, Hugo Zamora, reconoció que "ya empezó a haber algunos faltantes, entendiendo que los distribuidores mayoristas no tienen precio de venta dado que no tienen en claro el valor del dólar al que podrán reponer mercadería".
"Claramente la falta o escasez de insumos va a provocar dificultades en la atención de la población ya que para nuestra profesión los insumos son de vital importancia y de imposible prescindencia", anticipó el directivo.
Trabas a los importados: la construcción, cada vez más afectada
Por el lado de la construcción, desde la Sociedad Central de Arquitectos (SCA) su titular, Darío López, dijo recientemente a iProfesional que las medidas vigentes "agregan lentitud a una demora que ya complica la conclusión de proyectos inmobiliarios y desalienta el lanzamiento de nuevos".
"Si bien seguimos intentando la sustitución, lo cierto es que la electrónica, la iluminación y otros elementos sí o sí los tenemos que traer del exterior. Ya veníamos con ritmo en caída por las restricciones que enfrentábamos, ahora esto complicará más de seguro", afirmó.
El directivo comentó a este medio que, a raíz de estas complicaciones y el desabastecimiento de importados, los plazos de entregas de nuevos complejos de departamentos se alargaron prácticamente un semestre.
"Todavía no están claros los alcances de las limitaciones, que parecen cambiar todo el tiempo. De lo que sí estamos seguros es que, si las restricciones aumentan para los repuestos, los componentes para la fabricación de elementos como las canillas, y se traba aún más el ingreso de calderas o bombas, la actividad se resentirá de un modo dramático", pronosticó López.