Gremio frena producción de conocida marca de leche: por reclamos salariales están bloqueadas las plantas
La Supiachense, una de las marcas tradicionales de productos lácteos, se encuentra atravesando un preocupante conflicto con sus trabajadores que pone en riesgo su producción.
Se trata de una marca que ahora es propiedad de Alimentos Refrigerados S.A (ARSA), controlado por los empresarios Claudio Rafaniello y Manuel Fernández, quienes compraron la sociedad a Vicentin en el 2021, holding que a su vez la había adquirido a SanCor en el 2016.
El holding se dedica a la elaboración de alimentos refrigerados y comercializa yogures, postres, flanes y gelatinas con las marcas SanCor (Sancor Yogs, SAncor Vida, Sancor Shimy, Sancor Sublime, Sancor Flan Casero, Sancorito Gelatina Light).
En la actualidad, emplea en forma directa a alrededor de 600 personas y, según señalan fuentes del sector lácteo, cuenta con una cuota de mercado en el segmento de los postres del 32% y del 16% en los yogures.
Desde hace unos días, el personal de ARSA inició acciones de fuerza por falta de pago de haberes y de aguinaldos; incumplimiento en el otorgamiento de vacaciones; contratos de trabajo eventuales en fraude a la ley laboral; falta de entrega de ropa de trabajo y desconocimiento de elementales normas de seguridad e higiene del trabajo, entre otros reclamos.
Por lo menos así surge de un documento elaborado por ATILRA, el gremio que agrupa a los trabajadores de ARSA, en el cual también se hace referencia a" maltrato laboral; desconocimiento de delegados electos; obstaculización de la actividad gremial; sanciones disciplinarias arbitrarias sin oportunidad que el trabajador sea escuchado; retraso en el pago de las pautas salariales convencionales; no pago a trabajadores de la actividad láctea de salarios que corresponden a la convención colectiva aplicable; ambiente edilicio de trabajo en condiciones ruinosas; derivación de elaboración de productos a otras empresas habiendo capacidad de elaboración propia".
Carencias de todo tipo
Según el comunicado gremial, "los compañeros y compañeras que trabajamos en ambas empresas hemos adoptado mediante asambleas llevadas a cabo en nuestros respectivos lugares de trabajo y dentro del marco legal del derecho de huelga previsto en nuestra Constitución Nacional invocando, requiriendo y decididamente recibiendo el amparo de ATILRA, la resolución de parar las actividades de los establecimientos de Suipacha y Arenaza en la Provincia de Buenos Aires y Córdoba Capital a partir de las 0:00 horas del día 12 del corriente".
El informe agrega que "en modo alguno como se pretende decir, se esconde en nuestro accionar otra intención distinta a superar las carencias que nos hacen sufrir y que son inadmisibles en el trabajo decente, concepto este que regula las relaciones laborales del mundo moderno".
Además, acusan a Claudio Rafaniello de quedarse con las retenciones de dinero que con destino a la seguridad social que se les descuenta de los salarios "que en algunos casos paga cuando quiere y que a pesar de ello nuestra obra social sindical nos sigue proporcionando la cobertura de salud digna y de la calidad que nos merecemos como cualquier otra persona".
El Gobierno pedirá a la empresa a que pague los sueldos
Fuentes del mercado aseguran que a pesar de la gravedad del conflicto, el Ministerio de Trabajo no estaría dispuesto a dictar la conciliación obligatoria sino que le reclamará a la empresa que cumpla con el pago de sueldos atrasados, aguinaldo impagos y deposite los aportes retenidos a los trabajadores.
En declaraciones periodísticas, el propio Rafaniello, manifestó su preocupación por el accionar del gremio organizando los bloqueos, y comentó que la protesta tiene su origen en decisiones que ARSA tomó en los últimos tiempos como la contratación de personal temporario para trabajar en los diferentes procesos de la empresa, especialmente en producción de yogures.
"A medida que fue pasando el tiempo y cuando la actividad fue retomando su normalidad y fuimos dando de baja dichas contrataciones, hasta que ahora nos quedaron solamente dos trabajadores temporarios a quienes hemos comunicado la decisión de finalizar el vínculo", agregó el empresario en una nota publicada por el portal Infobae.
Del mismo modo, agregó que entre las tres plantas que en estos momentos se encuentran bloqueadas por ATILRA se procesan por día aproximadamente unos 500.000 litros de leche para consumo interno.