El Gobierno flexibiliza el cepo al "dólar auto": ¿paliativo o solución?
Mientras varias automotrices analizan la posibilidad de congelar planes de inversión y el lanzamiento de nuevos modelos en el país, el Gobierno insiste en obligar al sector a tener que utilizar dólares propios para importar autopartes.
Una medida que se contradice con la preocupante realidad que atraviesa el sector, donde varias empresas estudian suspender personal, cortar turnos y reducir sus estructuras por la falta de insumos para continuar con sus procesos productivos.
Frente a este preocupante escenario, la nueva conducción económica del Gobierno mantuvo este jueves un encuentro con las autoridades de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), para informar sobre una mejora en las condiciones de acceso a la moneda norteamericana en el mercado de cambios para la compra de autopartes en el exterior.
En realidad, se trata de una medida aplicada por el Banco Central (BCRA) que también beneficia a la importación de fertilizantes y fitosanitarios, además de los insumos necesarios para su elaboración en el país.
Reducción de plazos
El objetivo de la disposición es garantizar que las terminales accedan al mercado para el pago de importaciones de las autopartes utilizadas en la elaboración de unidades que se exportarán, al contrario de lo que sucederá con el dólar para el turismo, otra vez restringido por la autoridad monetaria que prohibió a los bancos y otros proveedores de crédito a financiar en cuotas las compras en los Free Shops.
La medida fue anticipada a los miembros de ADEFA por los ministros de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, y de Economía, Silvina Batakis, durante una reunión mantenida con los empresarios en el Palacio de Hacienda.
Del encuentro también participaron el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, y el secretario de Comercio Interior, Miguel Pollera.
Los funcionarios les explicaron a los empresarios los alcances de la norma que mejora las condiciones de acceso a los dólares que necesitan para financiar las compras de piezas del exterior a partir de una reducción de 90 días a 60 días del plazo para el acceso al mercado de cambios.
También se acortó de 365 a 60 días, el período para acceder al mercado de cambios para abonar insumos que serán utilizados para la producción local de bienes a exportar, cuando simultáneamente se liquidan anticipos o prefinanciaciones de exportaciones.
Según las autoridades oficiales, la iniciativa permitirá mantener el crecimiento del nivel de actividad económica y fomentar la creación de empleo industrial en el país.
Dar certidumbre
"Estamos abocados a trabajar con cada una de las distintas áreas para favorecer la producción y fomentar la creación de empleo genuino", sostuvo la ministra de Economía que un día antes había sostenido que los viajes al exterior por turismo "colisiona con la generación de empleo".
En tanto, para Scioli, la decisión permite "dar certidumbre respecto al futuro de una industria que es clave para la economía de nuestro país".
Por su parte, Pesce explicó que la iniciativa del Central garantizará que las terminales accedan al mercado para el pago de importaciones de las autopartes utilizadas en la elaboración de unidades que se exportarán.
"El Banco Central trabaja en coordinación con las áreas de gobierno y el sector productivo para mejorar la regulación, identificar y remover las situaciones que ayuden a mejorar la actividad", agregó durante la reunión.
En representación de ADEFA estuvieron presentes el director Ejecutivo de la entidad, Fernando Rodríguez Canedo; Martín Galdeano, presidente de Ford y secretario de ADEFA; Gustavo Salinas, presidente de Toyota; Fernando Ovejero, titular de General Motors, y Martín Zuppi, presidente de FIAT.
Medidas que perjudican al sector
En mayor o menor medida, todos estos empresarios vienen advirtiendo al Gobierno que las restricciones impuestas por el BCRA con el objetivo de acumulación de reservas, perjudican la producción del sector.
La advertencia de las automotrices tiene ya varios meses por entender que de no mejorar la situación no tendrán chances de mantener los proyectos y, por el contrario, habrá paradas de fábricas y, por ende, suspensión de personal.
El mes pasado, tras otra reunión con ejecutivos del sector, Pesce fue contundente en su reclamo y les comunicó que no deberían tener problemas para conseguir financiamiento a 180 días, o que las extranjeras postergue giros de divisas a sus casas matrices y utilicen ese dinero para auxiliar a las autopartistas.
Cuál será el "dólar auto"
La idea, que se mantiene en la actualidad, es que sean los dólares de las terminales los que se usen para pagar esas compras en el exterior y se normalice la situación de faltante que se está dando desde que comenzó junio y que amenaza con terminar con el stock, lo cual sí sucede y las importaciones siguen trabadas, terminará por frenar la producción automotriz.
Un escenario que ni el Gobierno ni las empresas desean con una pequeña diferencia. Si esto sucede, las autoridades nacionales no quieren ser las responsables y por ese motivo apuran la publicación de la norma del Central. Es decir, para trasladar la responsabilidad a las automotrices.
Una suerte de mecanismo de coerción para que las terminales acepten ampliar el financiamiento de los autos finales que importan, lo cual permitiría liberar divisas para que incrementen las importaciones las autopartistas.
A principios de mayo, tanto Adefa como las cámaras que agrupan a los autopartistas y los gremios reclamaron una salida para la falta de dólares para importar piezas para fabricar autos de exportación.
Los tres sectores firmaron una carta que enviaron a Pesce y desde la cual transmitieron "preocupación por la demora en dar respuesta a nuestro planteo con relación al impacto de la comunicación de la referencia en el abastecimiento necesario para la fabricación de la cadena de la industria automotriz".