Precios por las nubes: los textiles explican por qué la ropa aumenta más que la inflación
La última medición del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) de marzo mostró que el rubro de prendas de vestir y calzado subió sus precios en un 67,3% en promedio en los últimos 12 meses, posicionándose en uno de los primeros lugares entre los que más presión le meten a la inflación.
El sector incrementó sus valores un 10,9% en sólo un mes, contra un índice general del 6,7% que el Gobierno entiende se genera en especial por las constantes remarcaciones de los alimentos que, en el mismo mes, subieron menos que la ropa, un 7,2%.
De hecho, los datos generaron polémica con relación a la falta de cepos oficiales en la industria textil que sí se aplican en otros segmentos de consumo como alimentos que vienen siendo regulados de manera estricta por la Secretaría de Comercio Interior.
El organismo que dirige Roberto Feletti tiene pisados más de 1.400 productos a través de programas de congelamiento que paradójicamente no se replican con la indumentaria y el calzado, a pesar de ser el segundo rubro en crecimiento de sus precios todos los meses con un acumulado del 17,4% entre enero y marzo pasados.
Precios por las nubes: la explicación de los textiles
A partir de este escenario, los textiles salieron a rechazar las comparaciones y a explicar las razones por las cuales la ropa y el calzado aumentan más que la inflación.
Lo hicieron a través de un informe elaborado por Fundación Pro-Tejer, una organización integrada por las empresas de la cadena de valor agro-industrial textil y de confecciones de Argentina.
El documento explica que los precios de la ropa se fijan al comienzo de cada temporada (dos veces por año) y que marzo es el mes de lanzamiento de nuevos productos de la temporada otoño-invierno.
Asegura también que las prendas de abrigo son más complejas, utilizan mayor cantidad y otro tipo de tela que las de verano lo que eleva su costo.
"Cuando comparamos con otros bienes, los aumentos de precio de la indumentaria y calzado se encuentran por debajo", señala el informe que también asegura que se juzga al sector por los aumentos de precios sin tener en cuenta que se acumularon cinco años seguidos de índices de precios inferiores a la inflación promedio.
Pro Tejer sostiene que sólo considerando el factor precios (es decir, sin tener en cuenta la caída del volumen de ventas), se perdieron ingresos equivalentes a cinco meses de facturación en el período diciembre 2016 a marzo 2022.
"Esto es lo mismo que tener una pérdida promedio de facturación del 8% por cada mes desde diciembre 2016 a marzo de este año", agrega el trabajo.
Commodities y estacionalidad
En este contexto, las razones que el informe explica para defender la evolución de los precios de la indumentaria y el calzado son:
- Aumento de precios internacional récords en dólares: commodities, energía, materias primas e insumos textiles, más efecto suba del tipo de cambio.
- Cinco años de precios de indumentaria aumentando por debajo de la inflación promedio (diciembre 2016 a marzo 2022).
- Estacionalidad de precios en marzo con lanzamiento temporada otoño-invierno.
- Aumentos similares a otros bienes, aislando efecto precios regulados de servicios.
- Las importaciones de indumentaria están creciendo y las textiles fueron récord en 2021.
- La metodología IPC-INDEC pondera más a los shoppings que a los nuevos canales comerciales, ya que considera cómo consumían las familias hace más de 18 años.
- Actualmente, una prenda de marca premium es más cara en Estados Unidos que en Argentina.
A partir de estos preceptos, la Fundación Pro-Tejer califica como "incorrecto" atribuirle a la industria nacional el aumento de los precios de indumentaria porque el IPC registra un mercado con alta incidencia de ropa importada, teniendo en cuenta que aumentaron 81% en el primer trimestre de este año comparado con el mismo período del 2021, y del 57% con relación al 2015.
También el tipo de cambio se incrementó un 20% en el último año encareciendo aún más la ropa importada y el año pasado, las cantidades importadas totales de productos textiles alcanzaron el máximo de los últimos siete años.
"Es falso afirmar que el ingreso de productos importados disciplina para abajo los precios locales", advierte el trabajo a la vez que asegura que la problemática es más compleja.
A modo de ejemplo, el informe compara el precio de un jean y una remera de marcas Premium en Estados Unidos y el mercado local.
"El mismo modelo de jean y remera de la misma marca premium es más barato en Argentina que en Estados Unidos", asegura el relevamiento que también explica que el problema es el retraso del poder adquisitivo de los ingresos.
"Si bien la economía está creciendo aún no recuperó lo perdido entre 2016 y 2019 y se evidencia un desplazamiento del consumo desde los shoppings hacia otros tipos de comercio que ofrecen ropa más accesible", agrega Pro-Tejer.
La dinámica de los precios
En este sentido se hace referencia a la inercia inflacionaria donde juegan factores que profundizan la dinámica como la puja distributiva, tipo de cambio, costos, estructura productiva, presión impositiva, tasa de interés.
También se mencionan las restricciones externas. Es decir, la falta de divisas como el principal cuello de botella estructural de la economía argentina.
Otro factor que tiene en cuenta el informe es la crisis de suministro a raíz de la pandemia y el desabastecimiento energético y de commodities agravado por la guerra Rusia-Ucrania, que generaron un proceso inflacionario a nivel mundial.
Para la Fundación Pro-Tejer, esa presión internacional se siente sobre los precios locales vía aumento de los insumos textiles, con subas superiores al 40% en dólares en relación con la pre pandemia.
El récord de precios de commodities y energía causaron un doble impacto en precios locales con aumentos que pegan en el corazón de las materias primas e insumos textiles.
Otra razón que el documento explica para defender los incrementos en los precios del sector textil apunta directamente al formato utilizado por el INDEC como metodología.
Según el informe, el organismo no refleja lo que sucede en los nuevos canales de comercialización ya que se basa en la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares del 2004 en la que tienen mayor peso los shoppings en la estructura de consumo de los hogares, con una alta incidencia de prendas importadas.
Sin embargo, en los últimos 18 años se produjeron cambios en la forma en la que las familias consumen, con un desplazamiento de las compras desde shoppings hacia nuevos canales comerciales que tienen lógicas distintas y precios más accesibles y competitivos como ocurre en la Avenida Avellaneda, las redes sociales, las ferias, los Showrooms; Internet y otros comercios a la calle.