Alquilar, misión imposible: la suba es récord en Capital y el salto es dramático en el conurbano
El valor de los alquileres sigue subiendo por ascensor y acentúa el drama en los bolsillos en esta primera etapa del año. Marzo entra en su último tramo ostentando una suba cercana al 54 por ciento en el ámbito porteño, pero la situación se vuelve aún más cuesta arriba en el conurbano. La demanda revitalizada por la pandemia redundó en una suba de precios que se disparó de manera incontenible por efecto de la ley vigente. El resultado es una escala de incrementos que para muchos se han vuelto imposibles de cubrir.
Sólo en el último año, el precio de los alquileres en las zonas Oeste y Sur del Gran Buenos Aires (GBA) acumularon subas del 60,6 por ciento. En el área Norte el escenario viene siendo más intenso: 66,7 por ciento y sólo en febrero los valores de las unidades de 2 ambientes aumentaron casi 5 por ciento.
En ese sentido, un informe reciente de Zonaprop señala que un 2 ambientes en el Norte del GBA cotiza a un valor promedio de casi 54.500 pesos sin expensas. Ya una unidad de 3 ambientes trepa por encima de los 80.400 pesos. La cotización de los primeros está a un paso de duplicar sus números de mediados de 2020.
En cuanto a los puntos que más subieron los precios en el último año, Pilar ostenta una variación del 112 por ciento, seguido por Fátima y Munro con 93,3 y 83,7 por ciento, respectivamente. San Miguel, Vicente López y San Martín, muestran subas del 71,7, 64,7 y 61,7 por ciento, según el caso.
En el Norte, los alquileres más caros –unidades de 2 ambientes– corresponden a Nordelta –83.117 pesos–, La Lucila –78.000– y Vicente López –71.800–. "La relación alquiler/precio sube y se ubica en 3.29 por ciento anual. Se necesitan 30.4 años de alquiler para repagar la inversión de compra, 22 por ciento menos que un año atrás. Fátima y Pilar son los mejores barrios para los inversores que buscan renta", precisa el trabajo.
Alquileres en zona Sur y Oeste: salto en los precios
Ya en el Oeste y el Sur, el precio promedio de un 2 ambientes en alquiler se acerca a los 37.100 pesos –siempre, sin expensas–, mientras que los 3 ambientes se ubican muy cerca de los 48.600. Las áreas con precios más elevados: Canning, con inmuebles de 2 ambientes a 62.000 pesos, Don Bosco –casi 54.000– y Ezeiza –48.600–.
Ezeiza, Ituzaingó y Villa Sarmiento evidenciaron una suba acumulada de 91,4, 88,8 y 88,4 por ciento únicamente en el último año. El monitoreo de Zonaprop señala que "la relación alquiler/precio se incrementó desde junio de 2020 y actualmente se ubica en 2.88 por ciento anual".
"Se necesitan 34.7 años de alquiler para repagar la inversión de compra, un 26 por ciento menos que un año atrás. Canning es el mejor barrio para los inversores que buscan renta", expone el informe.
"En los últimos 12 meses los precios acumulan una suba de 60.6 por ciento, por arriba de la inflación. Canning es el barrio con la oferta más cara, 62.043 pesos por mes. Merlo es el más económico, con 23.417 pesos por mes", agrega.
En Capital la suba del precio de los alquileres no afloja
Desde CUCICBA, la entidad que integra a los corredores porteños, indicaron recientemente a iProfesional que los alquileres ostentan, en lo que va de marzo, una suba promedio del 53,8 por ciento. Un auténtico récord.
"Seguimos en la senda de los aumentos inéditos. Mientras continúen rigiendo artículos como el ajuste por inflación y variación salarial, bueno, seguiremos hablando de incrementos imposibles para la mayoría de los inquilinos", afirmó Marta Liotto, presidenta de la organización.
"Los pocos departamentos que se ofrecen, esto en general, parten de valores del orden de los 40.000 a 50.000 pesos mensuales. Sin incluir expensas. El Gobierno tiene que entender que transitamos una emergencia habitacional. Y que, si no hay cambios, cada vez más familias carecerán de opciones disponibles en términos de hogar", remarcó.
El sector aguarda que el Gobierno finalmente promueva las modificaciones a la ley que comercializadores, dueños e inquilinos vienen reclamando desde hace dos años. En ese tren, el oficialismo evalúa reducir la duración de los contratos, que pasaría de 3 a 2 años. Mientras que las actualizaciones de los valores dejarían de ser anuales para empezar a fijarse de forma semestral.