"Guerra", ahora con el campo: el agronegocio se moviliza contra el cierre de exportaciones y discute un paro
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La decisión del Gobierno de cerrar las exportaciones de aceite y harina de soja encendió la mecha y las organizaciones del campo ya pusieron primera a la protesta. A la par de aludir al conflicto que originó la resolución 125 del 11 de marzo de 2008, las entidades comenzaron a evaluar la imposición de un paro por tiempo indeterminado y se activaron las movilizaciones en el interior de la Argentina.
En esa dirección, el grupo de "Autoconvocados del Campo" que opera en la provincia de Santa Fe convocó para esta tarde a una concentración en el cruce de las rutas 34 y AO12. No faltan quienes señalan la posibilidad de que buena parte de los movilizados permanezca en el lugar por más de una jornada.
Según pudo saber iProfesional, Córdoba y la mencionada Santa Fe son las provincias que proponen iniciar un paro cuanto antes. A tono con esto, desde la Sociedad Rural de puntos fuertes del agronegocio como Jesús María reconocieron que el anuncio del cese de actividades es "inminente".
"Lo importante es ponernos firmes. Largar un paro lo antes posible. Ya estamos hablando con las bases y la dirigencia. El paro sería inmediato y por tiempo indeterminado. Hasta que no dejen de meter las manos. Las retenciones hoy deberían ser 0", disparó Pablo Martínez, presidente de la filial de la Rural en esa área de Córdoba.
"El paro sería de granos y oleaginosas, no de leche y carnes. Porque es complicado cerrar un tambo, la producción es diaria. Y de un sector de los pollos y cerdos todos los días tenés que sacar producción. De esa forma tampoco se desabastecería a nadie", añadió.
Se movilizan los "autoconvocados"
En torno a los "Autoconvocados del Campo" Iván Castellano, uno de sus líderes, señaló que la concentración de esta tarde "es la consecuencia de un punto límite al que se llega por la asfixia" que sufre el sector.
"Tenemos motivos suficientes desde hace años: retenciones, desdoblamiento cambiario, costos de producción, el fideicomiso y ahora una catástrofe climática que va a dejar a miles de productores fuera de actividad, endeudados sin saber cómo van a pagar los insumos del año que viene. Venimos bancándonos todas las arremetidas del gobierno contra el sector y esta vez hay que decir basta", declaró.
Las organizaciones del campo también se pronunciaron en las últimas horas. Así, la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA), integrada por CONINAGRO, Confederaciones Rurales Argentinas, Federación Agraria y la Rural, emitió un comunicado expresando su rechazo total a la medida establecida por el Gobierno.
"Este tipo de señales genera falta de confianza y de previsibilidad en todos los actores de la cadena. El gobierno sigue generando incertidumbre en la economía y enviando pésimas señales a los productores. Sin reglas claras y con mensajes contradictorios constantes se hace muy difícil seguir trabajando para generar alimentos y sacar adelante a la Argentina", expresó el bloque.
El recuerdo de la 125
Durante la tarde del domingo, la CEEA liberó otra comunicación anticipando el conflicto que prendió este lunes. Allí, el conjunto de organizaciones no se privó de mencionar que una medida como la impulsada ahora por el Gobierno podría traer aparejada una reacción como el "lock out" de 2008.
"En este escenario, la CEEA rechaza cualquier intención de aumento de retenciones, así como también cualquier otra intervención distorsiva en los mercados. Como venimos sosteniendo, no solucionan ninguno de los problemas existentes, no combaten ni la inflación ni la pobreza; por el contrario suman malestar y perjudican a los productores agropecuarios…", señaló el bloque.
Para luego avisar: "No hay más margen para manoseos ni para seguir expoliándonos como sector, ni avasallándonos. Los productores de todo el país no permitiremos ni dudaremos en defender nuestros derechos como lo hicimos hace 14 años, exactamente un día como hoy". Vale recordar que, en marzo de 2008, la oposición del agronegocio a la resolución 125 –que imponía retenciones móviles a las exportaciones de soja– redundó en una protesta masificada que se prolongó por 4 meses.