• 20/11/2024

Cómo impactan la inflación y la caída del consumo en la mayor empresa alimenticia del país

La empresa de la familia Perez Companc sufre el impacto de la menor demanda en los hogares y de la constante suba de costos por la elevada inflación
08/03/2022 - 16:30hs
Cómo impactan la inflación y la caída del consumo en la mayor empresa alimenticia del país

Al igual que la mayoría de las empresas del sector alimenticio, Molinos Río de la Plata no deja de sumar resultados financieros que reflejan los períodos de inestabilidad por los que atraviesa la industria alimenticia producto de la fuerte caída del consumo; del impacto de las medidas sanitarias para combatir el Covid-19 y de las medidas de congelamiento y cepo a los precios tomadas por el Gobierno con el supuesto objetivo de controlar la inflación.

Por lo menos así lo refleja el balance del 2021 que la empresa de la familia Perez Companc acaba de publicar en la Comisión Nacional de Valores (CNV) y en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.

Según los datos a los que tuvo acceso iProfesional, Molinos finalizó ese ejercicio económico reportando una caída de 4,3% en sus ingresos y 29,9% en sus resultados operativos respecto al 2020.

Si bien su ganancia neta fue de $2.829 millones contra $2.635 millones del 2020, sus ingresos alcanzaron los $66.572 millones en comparación de los $69.545 millones del año anterior, evidenciando el impacto que en la cifra tuvo el menor consumo de alimentos en hogares durante el 2021, que según la consultora especializada Kantar cayó 12,6% comparado con el año anterior.

Molinos Río de la Plata: qué pilares la sostienen

En tanto, el resultado neto se sostuvo producto del dinamismo en los programas de eficiencia, el estricto control de gastos, la reducción del costo financiero y la desaceleración del ritmo de devaluación de la moneda local.

La empresa Molinos Río de la Plata se ve severamente afectada por la inflación y por la caída del consumo
La empresa Molinos Río de la Plata se ve severamente afectada por la inflación y por la caída del consumo

De todos modos, a nivel del resultado operativo permaneció la imposibilidad de recuperar en los precios de venta los importantes aumentos de costos, medidos a sus valores de reposición, asociados a la suba persistente de las materias primas a nivel internacional, como así también los costos locales, principalmente insumos y fletes, que continúan aumentando por el sostenido proceso inflacionario.

"A pesar de las dificultades del contexto, la Sociedad continuará enfocada en el consumidor, sus marcas, la productividad y la eficiencia para seguir acompañando a los argentinos con productos cada vez más saludables, ricos, prácticos y accesibles", indica el reporte de Molinos Río de la Plata.

No es la primera vez: es un escenario repetido

La radiografía que muestra el balance del 2021 de la empresa no difiere de lo que atravesó en el 2020, cuando su resultado positivo tampoco le alcanzó para revertir la caída de ingresos.

Durante ese período, Molinos advirtió menores operaciones en casi todos las categorías de alimentos, que retrajeron sus volúmenes comparados con los del 2019, en especial en categorías importantes como fideos, arroz, harina, yerba.

Hasta debió adoptar una serie de medidas extraordinarias para "disfrazar" en sus balances los verdaderos resultados de sus actividades afectadas por las menores ventas y las decisiones oficiales de imponer cepos a través de planes como Precios Cuidados que le impiden trasladar los aumentos de costos a los valores de su cartera de productos.

Qué medidas tomó la empresa para equilibrar sus cuentas

Por ejemplo, en el 2020 recurrió a la venta de sus oficinas centrales en la localidad bonaerense de Victoria y de esa forma equilibrar sus resultados en rojo.

La radiografía que muestra el balance del 2021 de la empresa no difiere de lo que atravesó en el 2020, cuando su resultado positivo tampoco le alcanzó para revertir la caída de ingresos.
Los congelamientos y cepos adoptados por el Gobierno impiden a la empresa recomponer los crecientes costos

El establecimiento, ubicado en la calle Uruguay 4075 de la localidad de Victoria, en la provincia de Buenos Aires, fue cedido a un grupo inversor a cambio de u$s20,7 millones. En relación a este imueble, es más que probable que los nuevos propietarios encaren un desarrollo inmobiliario en esa zona muy cercana a la Panamericana, pero la empresa acordó con los nuevos dueños mantener sus oficinas comerciales y administrativas allí mediante un acuerdo de comodato.

A Molinos la operación le aportó ingresos por $2.027 millones, que se sumaron a otros $1.169 millones que obtuvo a partir de políticas de control y recorte extraordinario de gastos, a pesar de los mayores costos generados por la crisis del Covid-19, y, a un riguroso manejo no recurrente del capital de trabajo que derivó en una reducción de la deuda en dólares, y por ende, en menores cargos financieros.

Pero, más allá de esta operación inmobiliaria, la compañía viene atravesando períodos en los que debió soportar una exponencial suba de costos asociada, principalmente, al aumento de sus materias primas y fuertes devaluaciones del peso que no ha podido trasladar a los precios de sus productos y han sido determinantes en los resultados.

El aumento de los costos
El aumento de los costos de las materias primas es uno de los principales problemas que tiene Molinos

Al punto que entre el 2017 y el 2019, la empresa acumuló pérdidas por $5.000 millones, rojo que fue revertido en el 2020 gracias a la venta de su sede.

De hecho, el anterior balance con ganancias es el del 2016, cuando cerró con un saldo positivo de $880 millones. En ese año, la empresa todavía no había escindido su negocio a granel que luego separó para operar con el nombre de Molinos Agro que era el segmento de mayor desempeño, con exportaciones agroindustriales que le reportaron los mayores ingresos y un área de marcas afectado por incrementos de costos, no trasladados a precios.

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