Para empresarios, el kirchnerismo vuelve a generar incertidumbre y mal clima para los negocios
La renuncia de Máximo Kirchner a la jefatura de bloque del Frente de Todos no sólo reaviva la grieta interna en la alianza gobernante sino que agrega incertidumbre a las dudas que el mundo empresario ya tiene sobre el futuro de las inversiones tras el principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Dudas que uno de los principales hombres de negocios resume recordando un antiguo refrán popular que dice "qué le hace una mancha más al tigre", en referencia a la gran cantidad de defectos que tiene una persona.
En este caso, la acumulación de fallas o imperfecciones que la Argentina acumula a la hora de ofrecer un estable clima de negocios tanto para los capitales locales como para las multinacionales, con un listado de incertidumbres que también incluye a la avanzada de sectores del kirchnerismo que lidera el hijo mayor de la vicepresidenta Cristina Kirchner contra la Corte Suprema de la Nación.
No se trata de la primera advertencia sobre la grieta gobernante que preocupa a los ejecutivos locales si se recuerda el clima de inestabilidad institucional que vivió el país tras la derrota electoral de las PASO, cuando los funcionarios que responden a CFK presentaron sus renuncias casi en masa al presidente Alberto Fernández.
"Lamentablemente son señales que profundizan las dudas y la incertidumbre sobre lo que la Argentina puede ofrecer a las inversiones", considera un empresario vinculado al negocio de las energías renovables.
Otro de sus colegas considera que los problemas internos del partido gobernante son cada vez más visibles y causan dudas entre quienes iban a comenzar a revisar el impacto que en los negocios tendrá el principio de acuerdo alcanzado por la Argentina con el FMI.
"Ahora resulta que, tras una semana en la que la noticia del convenio con el organismo internacional fue buena, volvemos a tener la misma incertidumbre que antes de esa noticia", agregan desde el sector de las telecomunicaciones.
La mayoría de los empresarios consultados por iProfesional coincide con este diagnóstico, además de advertir que el momento elegido por Máximo Kirchner para renunciar a su cargo "es de una irresponsabilidad institucional enorme".
"Lo hace con un escenario económico muy complicado por la propia situación del país y porque los efectos de la pandemia del Covid-19 siguen causando problemas", señala un ejecutivo ligado al sector metalúrgico.
La marcha contra la Corte Suprema
"Lo que hizo el hijo de la vicepresidenta debilita al Gobierno y pone al país en una situación todavía más complicada", agregan desde la industria alimenticia donde también recuerdan que la marcha kirchnerista contra la Corte Suprema es otra de las decisiones de este sector del oficialismo que alimenta la incertidumbre institucional que pesa sobre el gobierno de Alberto Fernández.
La convocatoria es para este martes 1 de febrero, a partir de las 18 horas en Plaza Lavalle y bajo la consigna "Democratizar la Justicia".
Una marcha que para la oposición es "golpista", "peligrosa" y "un apriete", teniendo en cuenta los antecedentes d quienes la organizan como el dirigente social Luis D'Elia, quien planteó que los integrantes de la Corte Suprema deben renunciar a sus cargos.
Otro de los organizadores es el juez Juan María Ramos Padilla, para quien la convocatoria "es histórica porque jamás el pueblo se ha puesto de acuerdo en plantarse al Poder Judicial".
La marcha también es avalada por miembros del gabinete de Alberto Fernández como el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, y el el secretario de Justicia Juan Martín Mena, así como Cristina Caamaño, titular de la AFI.
En este tema son varias las entidades empresarias que salieron a cuestionar la movida k contra los miembros del máximo tribunal de justicia de la Nación.
Un caso es el de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) que, mediante un comunicado, subrayó "la extrema relevancia de respetar plenamente a la Corte Suprema de Justicia de la Nación y a sus autoridades como titulares de uno de los tres Poderes establecidos en la Constitución Nacional y pilares de la República".
La cámara, que nuclea a los dueños de los principales grupos económicos del país aseguró que el reconocimiento a la dignidad de la justicia y en particular de la Corte Suprema y sus autoridades, es la base de la convivencia civilizada y un requisito institucional indispensable para encaminar al país en la senda del desarrollo económico y social sostenido.
Una descripción que comparten desde otros sectores del establishment local en donde acusan al kirchnerismo de querer crear un escenario negro para el futuro del país con un clima para las inversiones cada vez peor.
"Son signos de interrogación sobre el futuro del propio Gobierno y sobre la destreza que tenga Alberto Fernández para consolidar poder desde un espacio propio junto a gobernadores y la CGT", resalta un alto ejecutivo de una de las principales automotrices locales.
Blanqueo y no grieta
Una mirada diferente es la que plantea Miguel Arrigoni. El titular de la consultora financiera FIRST Corporate califica a la renuncia de Máximo Kirchner como una señal positiva.
"Blanquea la oposición dentro del gobierno mostrando que hay un ala oficialista que piensa de una forma y otra que si bien no tiene funciones ejecutivas, piensa de manera limitada y mediocre", argumenta el experto en el mundo de las finanzas.
Arrigoni también predice cierta zozobra en los mercados por la renuncia del hijo mayor de CFK a su cargo en el bloque oficialista de la Cámara baja, aunque insiste en que las diferencias entre los socios gobernantes "son positivas y, a la larga, buenas".
En el mismo sentido, Alejandro Ginevra, CEO de GNV Group, explica que en la Argentina el régimen de gobierno es presidencialista y que la suma del poder ejecutivo está en cabeza de una persona, "por lo que en estricto sentido no se puede hablar de grieta abierta en el Gobierno".
Para el titular de uno de los principales grupos inmobiliarios del país las discrepancias que han aflorado o puedan aflorar sobre el tema FMI son al interior de fuerzas políticas que apoyan al Gobierno e, inclusive, de la oposición, todo lo que debe ser leído como parte del juego democrático.
"Las fuerzas políticas se expresan principalmente en el Congreso donde se trataría el entendimiento con el FMI y esa es la instancia que cabe esperar porque las señales para la economía sólo provendrán de un acuerdo oficializado, para lo cual faltan pasos a dar, de lado y lado del acuerdo", sostiene.
En el mismo sentido, Ginevra califica como saludable que las discrepancias se expliciten oportunamente como ha sucedido "porque ello posibilita re alineamientos y conformación de mayorías legislativas ocasionales o más estables".
En consecuencia, entiende que hay que aguardar a la finalización del proceso político relacionado con el acuerdo FMI para concluir sus efectos sobre la economía.