La reconversión de Cienfuegos: de pirotecnia a cotillón y matafuegos
A partir de diferentes acciones legales y de campañas contra el uso de pirotecnia en las fiestas; de la crisis económica y del impacto que en el sector tuvo el Covid-19, los fabricantes de fuegos artificiales vienen reperfilando su negocio para encarar los problemas derivados de la situación actual del país.
Normas provinciales o municipales que prohíben el uso de estos producto; campañas como las de los defensores de los derechos de los animales y de personas con trastornos que los hacen más sensibles a los grandes estruendos; falta de eventos corporativos e incluso de festejos familiares y hasta la fuerte caída del poder adquisitivo vienen conspirando para que las empresas que venden y producen fuegos artificiales en el país sean cada vez menos.
En la actualidad, el mercado se redujo a unas ocho empresas locales en el marco de una crisis que el año pasado se profundizó por las restricciones oficiales impuestas para combatir la pandemia del Covid-19 al punto que las ventas cayeron en más de un 50% en todo el país.
Para estas fiestas de Navidad y Año Nuevo, en el sector esperan una reactivación moderada, a pesar de que se relajaron las medidas sanitarias, con una recuperación que no superaría el 20% sobre el escenario de las celebraciones pasadas de la mano del retorno especialmente de la necesidad de celebrar que muestra la sociedad.
No se trata de una cifra menor si se tiene en cuenta que Navidad y Año Nuevo representan cerca del 70% de las ventas anuales del sector, según un informe de la Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales (Caefa) en el cual se aclara además que el 80% de los productos son importados de China y el 20% restante se fabrica en plantas industriales ubicadas en las provincias Buenos Aires, Santa Fe y Tucumán.
Según la entidad empresaria para estas fiestas se buscará retomar el sendero de crecimiento a partir de una iniciativa propone la concientización sobre el uso responsable de la pirotecnia y alentar a que los consumidores a que opten por productos lumínicos bajo impacto sonoro.
Bajo este escenario, hay algunas empresas locales que, sin dejar su core business, buscaron reconvertirse para sobrevivir a la profunda crisis que atraviesa la industria local de pirotecnia.
Quizá el caso paradigmático sea el de Cienfuegos, una de las referentes y más importantes a nivel local, con 45 años de trayectoria y plantas en Santa Fe; el Parque Industrial de Pilar; Cañuelas y San Miguel del Monte y una red de comercialización de 15 locales en todo el país.
Llegó a tener además un establecimiento en el estado brasiñelo de Minas Gerais que ya cerró y a exportar sus productos a Uruguay, Paraguay, Perú, Guatemala, Canadá y Francia.
Sin embargo, los problemas generados por el combate a la pirotecnia sonora; por la pandemia y por los cambios de hábito de la sociedad la obligaron a reducir su operatoria local y a casi anular el negocio internacional, con contratos para organizar shows que se cancelaron al igual que en el mercado local donde tímidamente se nota una reactivación de los eventos corporativos.
"Fuimos muy golpeados por la pandemia, por la falta de eventos y celebraciones, por las restricciones y pudimos sobrevivir con mucho esfuerzo", aseguró Daniel Landeira, gerente General de Cienfuegos.
En diálogo con iProfesional, el ejecutivo sostuvo que lograron mantener las actividades y a sus 70 trabajadores a partir de la producción de aerosoles industriales y la suma de otros negocios como el de la venta de artículos de cotillón y máquinas de efectos especiales.
Seguir creciendo
En el caso del negocio de aerosoles se abrió a comienzos del 2020, en los primeros momentos del Coronavirus, a partir de un establecimiento de 3,5 hectáreas ubicado en la localidad bonaerense de San Miguel del Monte.
Cienfuegos elabora en esa planta matafuegos; lubricantes para motos, bicicletas, cintas de correr, armas y para reeles, además de silicona para autos; limpia contactos electrónicos; removedor de partículas; gas para cocinas de camping; arranca motores; desmoldante siliconado; gas para encendedores y nieve de carnaval.
La empresa tiene proyectado seguir ampliando la línea de productos de esos rubros para el 2022, y se encuentra en un proceso de inversión de alrededor de u$s700.000 para incorporar maquinaria para producir nuevos productos de cotillón, y pirotecnia también para el año próximo.
Según Landeira, actualmente Cienfuegos cuenta con una línea de más de 300 artículos de los tres rubros), en tanto que su producción total llega a las tres millones de unidades por año.
Adaptación
Pero además de los efectos de la pandemia, la empresa debió adaptar su actividad principal a un escenario local donde cada vez más provincias y municipios buscan prohibir de manera total el uso de pirotecnia.
Desde la empresa se muestran en contra de este tipo de ordenanzas como también de un proyecto de ley para que la restricción total se extienda por todo el país.
Según entiende Landeira, normativas de este tipo son inconstitucionales y por ese motivo, la empresa viene presentando amparos judiciales al punto que lograron un fallo favorable de la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires.
Lo mismo ocurrió hace unos día en San Juan, donde la justicia siguió la misma línea de otros fallos, a través de los que ya se había declarado la inconstitucionalidad de ordenanzas prohibitivas dándole la razón a una demanda elevada por la CAEFA.
Esta decisión judicial no modifica el trabajo iniciado hace años, conjuntamente con diferentes Asociaciones y ONG´s, a través de diferentes campañas y acciones de concientización, uso responsable y seguro, además de la prevención y alerta sobre el peligro de la comercialización y uso de productos clandestinos.
Para el gerente General de Cienfuegos, la prohibición no es el camino "porque ,entre otras cosas, alienta y aumenta el contrabando, la fabricación de pirotecnia ielgal sin estándares de calidad que se plantean en la ley. Y esto hace que se eleven los accidentes por la falta de control y seguridad".
Recuerda también que los fuegos artificiales y todos los productos pirotécnicos deben comprarse siempre en comercios y locales habilitados; ser adquiridos y manipulados por adultos, siguiendo estrictamente las instrucciones de uso impresas en los envases y etiquetas.
De todos modos, el ejecutivo entiende que el camino del negocio a futuro pasa por dejar de producir pirotecnia de estruendo como bombas o petardos y volcarse de lleno a los fuegos artificiales o lumínicos.
"Estamos alentando como iniciativa propia el uso de este tipo de pirotecnia más amigable porque entendemos también el cambio de paradigma y porque creemos que de esa forma también las ventas van a crecer, calculamos, en un 20% en unidades", arriesgó Landeira.
En cuanto a precios para estas fiestas, el ejecutivo calcula que los aumentos rondarán un 49% con respecto al 2020, casi similar a la inflación de todo el año e incentivado por la suba del dólar, ya que la mayoría de los productos son importados.
De hecho, para mejorar ese mix, Cienfuegos buscará incrementar su producción local para lo cual acaba de encarar la compra de maquinaria nueva que le permita además sumar nuevos artículo de cotillón.