Longvie negocia un nuevo reperfilamiento para el pago de su deuda
A pesar de haber acumulado ganancias por $275 millones durante los primeros seis meses de este año, Longvie no lograr recuperar su capacidad para generar fondos frescos que le permitan recomponer su situación financiera.
Condicionada por el fuerte impacto que las medidas para combatir el Covid-19 tuvieron sobre el negocio de los electrodomésticos, la fabricante de artefactos de gas (cocinas, hornos, anafes, calefactores, termotanques, calefones, etc.) y lavarropas debe recurrir a fondos que tenía reservados para cumplir con el pago de parte de su endeudamiento.
En especial para el rescate de una serie de Obligaciones Negociables (ON) que emitió n el 2017 por alrededor de u$20 millones que ya debió postergar en dos oportunidades anteriores y que ahora debía cancelar en noviembre próximo.
De hecho, la compañía que posee tres plantas en las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Catamarca, acaba de avisar que no podrá cumplir con ese compromiso y que se encuentra negociando con los tenedores de esas ON una nueva extensión de plazos.
Con la firma de su presidente, Eduardo Raúl Zimmermann, la sociedad envió un comunicado a la Comisión Nacional de Valores (CNV), para informar sobre el proceso de negociación.
"Me dirijo a Uds. a fin de informar que la Sociedad iniciará conversaciones con los tenedores de la Obligaciones Negociables Clase IV a Tasa de Interés Variable emitidas en el marco del programa global de emisión de obligaciones negociables a corto, mediano o largo plazo, por un monto total en circulación de hasta u$s20 millones o su equivalente en otras monedas, con el propósito de redefinir el perfil de vencimientos de las mismas adecuándolos a la capacidad de generación de fondos", explica la notificación.
De hecho, en mayo del año pasado, la compañía celebró una asamblea de tenedores de las ON que resolvió por unanimidad modificar los intereses que vencían en mayo, agosto y noviembre del mismo año y que se deberían abonar el 7 de noviembre próximo
Como contrapartida y para ir equilibrando los costos de los pasivos financieros, Longvie ha precancelado de forma voluntaria un total $60 millones en el 2020, y en lo que va del año otros $30 millones del crédito sindicado con bancos, correspondiente al acuerdo de refinanciación por la deuda bancaria con el 100% de las entidades acreedoras logrado en diciembre del 2019.
De todos modos, la decisión de definir una nueva postergación en el pago de estos títulos evidencia los problemas para la obtención de fondos que sigue sufriendo Longvie producto del impacto que la pandemia y las medidas de restricción causaron en sus actividades.
De hecho, como resultado de la declaración de la cuarentena, se vio obligada al cierre temporal de las tres plantas de producción, provocando la paralización de la cadena de distribución y los canales de venta de sus productos. Adicionalmente se vio afectada la cadena de pagos y la cobranza de operaciones ya concertadas y se han perjudicado las ventas directas a mayoristas como las efectuadas a la industria de la construcción, sector que se vio afectado por la paralización de sus actividades.
Otro factor negativo que afectó sus operaciones, está dado por la crisis que sufren la mayoría de las cadenas de electrodomésticos (principales demandantes de sus productos) que se vieron impedidas de abrir sus sucursales al público, limitando las ventas de la sociedad, reduciéndolas solo a las efectuadas de manera on-line.
Futuro incierto
En la actualidad, la compañía asegura estar normalizando sus negocios paulatinamente y su directorio monitorea de cerca la situación tomando todas las medidas necesarias para preservar los negocios de la compañía.
En este marco, entre enero y junio pasados ganó $272 millones contra una pérdida de $36 millones en igual semestre del 2020. También su facturación medida en moneda homogénea aumento en un 89% y logró un incremento del 66% en las unidades vendidas.
"La pandemia que se está viviendo en nuestro país, muestra signos de alivio, gracias a que se ha acelerado el plan de vacunación nacional, y que nos prepara para la tercera ola de contagios que amenaza con la llegada de la variante Delta", señala el informe enviado a la CNV.
La empresa también asegura que sus fábricas operan con más normalidad y un mejor ritmo, "trabajando día a día para retomar eficiencias perdidas y mejora en la absorción de sobrecostos operativos provocados por la pandemia".
Lo mismo ocurre con su cadena de abastecimiento y la de sus proveedores, qu muestran síntomas de leve mejora, especialmente los locales y no tanto los del exterior.
De todos modos, la empresa admite que la presión sobre los costos continúa, a pesar de que el ritmo de devaluación mensual viene disminuyendo, pero se mantienen los aumentos en moneda dura, por parte de sus proveedores.
Otro de los problemas que Longvie identifica en su nota es el de los fletes internacionales. Lo califica como "grave", y sostiene que tanto los costos como las frecuencias de tránsito limitadas, están generando fuertes presiones en su estructura de costos.
Del mismo modo, señala que su cadena de comercialización sigue mostrando signos de desaceleración y que los programas Ahora 12 y Ahora 18 con tasa de interés subsidiada, son claves para el incentivo del consumidor.
"El reciente anuncio del programa Ahora 24 y 30, nos motiva a creer que la tendencia a la baja se pueda revertir, además de que las ventas a través del canal de comercio electrónico, continúan siendo clave en la evolución positiva de la compañía", agrega el paper en donde se hace también referencia a una "gestión prudente de gastos e inversión en capital de trabajo" como clave para mantener el equilibrio de su flujo de fondos y rentabilidad.
A partir de este escenario, en Longvie creen de todos modos que tendrán por delante meses de mucha inestabilidad económica, combinada con elecciones de medio término, que no mejorarán los volúmenes de venta y producción.
De igual forma, estima que el incremento de costos se mantendrá "por el ritmo sostenido y creciente de devaluación del peso frente al dólar y el euro, la escasez mundial de las commodities, las tarifas de fletes internacionales y la disminución de tráfico marítimo y aéreo, desde y hacia la Argentina".
En materia financiera, sus ejecutivos aseguran que continuarán con una política de prudente gestión de recursos disponibles dado que los niveles de incertidumbre son muy elevados.