Así es el difícil desafío de reconvertir el microcentro porteño, arrasado por la pandemia
Quien camina hoy por el microcentro porteño no puede evitar ver el impacto de la pandemia en su fisonomía, tanto en el mercado de las oficinas como de los locales. Persianas bajas, recepciones de edificios con mantenimiento dudoso y menos gente en las veredas: ¿qué pasará con esta zona que era el corazón del mundo corporativo del país?
En parte este barrio emblemático está en la mira del Gobierno de la Ciudad, ya que no solo apuestan a crear una urbe de 15 minutos, sino porque no quieren perder el valor arquitectónico de muchos de los inmuebles.
A raíz de esto, Damián Tabakman, presidente de CEDU, asegura que están "siendo consultados por el GCBA sobre las ideas que ellos tienen, que están inspiradas en otros distritos que fueron exitosos, como lo que se logró con el Polo Tecnológico en Parque Patricios".
Es que ese barrio, donde hoy están algunas de las oficinas del gobierno porteño y algunas de las grandes empresas, es un claro ejemplo de cómo la planificación puede levantar una zona. Por eso, además "de obras en el espacio público y seguridad, la idea pasa por generar beneficios impositivos a quienes hagan proyectos de viviendas. En este caso, en el microcentro", agrega Tabakman.
Oficinas por viviendas
Lo cierto es que tantos espacios hoy inhabitados invitan a pensar qué se puede hacer con ellos, cómo reconvertirlos y qué sucederá con todo el ecosistema urbano que tiene vida en relación a oficinas y locales.
Para Gabriel Torraca, director de la desarrolladora Grid (Grupo Idea Desarrollos) y titular del estudio de arquitectura Gatarqs, "no solo el microcentro está sufriendo ese proceso. Otras zonas de la ciudad como, por ejemplo, la de Tribunales vive un escenario similar ya que al realizar los abogados sus actividades de manera en forma virtual, se inició un proceso de reconversión de todo este sector de la ciudad".
La realidad es que estamos en medio de este proceso y es difícil poder estimar o predecir qué es lo que va a suceder. "Desde el punto de vista profesional entendemos que hay una variedad de coyunturas que tienden a modificar zonas de una ciudad como Buenos Aires, en este caso", suma Torraca.
"Creemos que este proceso puede transformarse en muy interesantes oportunidades para reconvertir espacios de oficinas en viviendas y nuevos sectores, así como resultó en su momento con la zona de Puerto Madero. La zona céntrica podría empezar a reconvertirse en viviendas haciendo uso de todo un stock de edificios existentes que, inevitablemente, van a tener que transitar este proceso", define el desarrollador.
Incluso, el titular de Gatarqs resalta que hoy se ven en avisos clasificados de venta de oficinas a muy bajo valor el metro cuadrado. "Esto se traduce en oportunidades para desarrolladores. Serán ellos los encargados de pensar en alternativas que permitan agregarle valor a todas estas nuevas zonas que empiezan a reconvertirse. Entendemos que por ahí podemos encontrar la clave de esta situación. Se empiezan a encontrar inmuebles por precios que son casi irrisorios para un stock de metros cuadrados", asegura Torraca.
Y agrega: "en la medida que algunos desarrollistas se puedan ir animando, quizás hasta comprando edificios enteros, pareciera que se abre una oportunidad para redefinir todas estas zonas de la ciudad".
Daniel Zampone, asesor inmobiliario, dice que "la pandemia le cambió la vida al microcentro, tanto en lo comercial e incluso en la vivienda. Hoy todos nos preguntamos qué hacemos con los espacios ociosos de esa zona. Creemos que a medida que se abra el turismo irá retomando el ritmo prepandemia, el problema está en las oficinas. Sería bueno que para que se puedan reconvertir en viviendas se genere un cambio en la reglamentación, y que a los propietarios se les entreguen créditos blandos para que puedan adecuar los inmuebles a su nuevo uso".
Por último, Para Oscar Puebla, broker de la agencia inmobiliaria Century 21 - Vecchio Puerto Madero, el futuro del microcentro es una gran incógnita, porque quedó vacío de su activo más valioso: la gente que cada día lo transitaba.
"El tema de transformar las oficinas en viviendas no es aplicable a todos los edificios de la zona. Los que pueden ser remodelados son los antiguos, aquellos cuya planta libre no supera en 150 a 300 metros cuadrados y que dan al frente. En cambio, en los que tienen planta libre de mayores dimensiones se vuelve más complicado", concluye Puebla.