Crearon una marca de alimentos para celíacos y hoy son los reyes del negocio: producen 1 millón de kilos al año
Todas las personas celíacas, o aquellas que no lo son pero que deciden llevar adelante una dieta "gluten free", saben lo difícil que se hace muchas veces poder conseguir productos sin TACC que además sean ricos y variados. Esa fue la oportunidad que vio el empresario argentino Gabriel Machta cuando, en el año 2012, decidió lanzar al mercado Smams, una marca de productos sin gluten que elabora desde galletitas de chocolate hasta budines y panes y que se convirtió en la estrella del sector.
Para iniciarse en este nuevo mundo, Machta encontró como primer socio a Juan Carlos Crescini, de la galletitería Leiva, con quien dieron vida a Smams con una primera línea de productos que incluían budines y polvorones. Aunque en el año 2015 Crescini dejó la firma, al poco tiempo se sumó a la sociedad el empresario Norberto Varas, a quien el proyecto lo cautivó de inmediato porque tanto él como su hija son celíacos.
A fuerza de innovación y mucha prueba y error, la marca se afianzó con el paso de los años, aumentando su cantidad de productos y sus canales de distribución. Actualmente cuentan con una cartera de más de 40 artículos y una fuerte presencia en todo el país a través de dietéticas y de grandes cadenas como Walmart, Carrefour, Día y Farmacity.
"El año pasado lanzamos unos 7 u 8 productos y este año vamos a terminar con por lo menos 15 o 16 más, llegando casi a los 50 productos. Acabamos de lanzar al mercado cereales, barritas, pan rallado y tostadas y estamos a punto de lanzar un pan libre de gluten", cuenta a iProfesional Lucas Cubero, quien desde 2019 se desempeña como general Manager de Smams, a donde trajo una gran experiencia de su previo puesto como gerente de Operaciones en la unidad de Pastas de Molinos Río de la Plata.
Hoy la marca produce aproximadamente 1 millón de kilos por año y viene sosteniendo una tasa del crecimiento cercana al 30 % anual. Como parte de su expansión, en 2021 invirtieron cerca de 200 mil dólares para comprar nuevas maquinarias y ampliar su planta, ubicada en la localidad de Mataderos, donde poseen más de 4.500 metros cuadrados entre la fábrica y el centro de distribución.
"Para el próximo año queremos encontrar nuevo canales y poder llegar a kioscos o autoservicios. Estamos desarrollando productos en función a ese tipo de canal, donde hoy en día lo que se consigue libre de gluten es el producto de arroz, que es muy distinto en texturas y sabores. Queremos que Smams sea algo de acceso más cotidiano para nuestros consumidores", detalla Cubero sobre los próximos planes de la marca.
Además, en 2022 tienen como meta continuar con su proceso de internacionalización. Con más de tres años de presencia en el mercado uruguayo, en 2021 lograron exportar también a Paraguay y Chile y ya tienen en la mira un posible desembarco en Estados Unidos, para lo cual están obteniendo todas las certificaciones necesarias.
"También queremos seguir buscando nuevos desarrollos. Todos nuestros productos son gluten free y kosher y casi el 90% son plant based. Sólo nos quedan algunas elaboraciones que tienen leche o huevo para mejorar su textura, pero estamos también en la búsqueda de avanzar para darle al consumidor productos de muy alta calidad, packaging diferencial, lo más saludables posibles y con precios accesibles", dice Cubero.
Según el gerente, una de las claves para entender por qué los productos de Smams son de los preferidos en la gama "gluten free" es la fuerte inversión que la compañía hace en su departamento de investigación y desarrollo, con ingenieros en alimentos que trabajan en pruebas constantes para encontrar la mejor versión posible de cada elaboración.
"No hay una receta mágica o un producto mágico que reemplace al gluten. Lo que se usa cambia dependiendo del grosor, el tamaño, cuánto horno lleva, el batido, el amasado. Hay un montón de variables y es mucho prueba y error. Estamos todo el tiempo haciendo focus group internos, con amigos, encuestas de 50 o 60 personas, blind tests. Antes de lanzar un producto lo probamos con un montón de personas y hacemos un puntaje y si no es de 9 para arriba no lo lanzamos, seguimos buscando", detalla Cubero sobre el proceso de producción.
Si bien las personas celíacas son las grandes consumidoras de Smams, Cubero destaca que la marca abastece también a un público más amplio, como aquellos que eligen comer sin gluten como parte de su dieta.
"Creo que el consumidor se fue dando cuenta de que éramos una marca de calidad. En un primer momento éramos la marca más cara, porque realmente teníamos un packaging diferencial y muy buenos productos. Hoy, gracias a la inversión en productividad, estamos en la gama media y tenemos productos que luchan contra importados con un precio muy accesible", finaliza.