Reorganización societaria y joint ventures: de qué se trata la fórmula de Arcor para ordenar sus negocios
Con recuperación de ventas y un nuevo resultado positivo por $8.806 millones, el Grupo Arcor planea seguir incrementando sus operaciones tanto en la Argentina como en los mercados internacionales en los que opera.
El holding con sede en la ciudad cordobesa de Arroyito considera posible la aceleración de sus planes a partir de los números que logró durante el primer semestre de este año, con ventas por $119.796,6 millones de pesos y un resultado final de $8.806,6 millones, que representa el 7,4% de las ventas consolidadas.
En comparación con el mismo período del año anterior, las ventas aumentaron un 10,3% en pesos, traccionadas por la recuperación de los volúmenes en el exterior y por una reducción del cargo en los resultados financieros, generada por la apreciación en términos reales del peso.
Las operaciones en el país constituyeron el 66,6% de las ventas consolidadas del grupo, mientras que las ventas en el exterior representaron el 33,4% restante.
Por otra parte, su resultado operativo llegó a los $10.900 millones, marcando una disminución del 2% debido a un incremento de la estructura de costos superior al aumento del precio de las ventas.
Esto a pesar de que los efectos de la pandemia del Covid-19 en el sector alimenticio todavía no se disiparon, por lo cual desde el grupo sigue monitoreando de cerca la situación.
Más si se tiene en cuenta que no sólo actúa en Argentina, sino también en Brasil; Uruguay; Paraguay; Bolivia; Chile; Perú; Ecuador; Colombia; México; Estados Unidos; España; China; Angola, entre otros mercado donde posee plantas industriales y unidades comerciales.
Las acciones del holding cordobés de la familia Pagani se focalizan en liderar el sector de alimentos y golosinas en América latina a partir de una estrategia que se focaliza en los negocios principales como son los de consumo masivo (golosinas, chocolates, helados, galletas, alimentos y productos funcionales); packaging y agronegocios.
También encaró un proceso de fusión de varias de sus sociedades para reducir costos y el desarrollo de proyectos de asociación estratégica con compañías y grupos internacionales como el último joint venture iniciado con la multinacional Ingredion para crear una nueva compañía especializada en la producción de ingredientes, con ingresos por u$s300 millones anuales y que tendrá operaciones en el mercado local, Chile y Uruguay.
Esto incluye dos plantas de producción en Chacabuco y Baradero (provincia de Buenos Aires), además de la transferencia de las operaciones de molienda húmeda de maíz desarrolladas en la planta de producción en Lules (Tucumán) y en las dos plantas de producción del complejo industrial de Arroyito (Córdoba) que forman parte del segmento de "Agronegocios" del grupo.
A partir de este mes de agosto, se comenzaron a perfeccionar una serie de medidas para implementar el joint venture como integración de aportes en efectivo por u$s4 millones; las tenencias accionarias de ingredion en sociedades que operan en Argentina, Chile y Uruguay; activos, plantas y equipos de Arcor.
Del mismo modo, selló un acuerdo con el Grupo Webcor, una de las mayores empresas de distribución de alimentos de Angola, para instalar una planta productora de golosinas, bombones y galletas en ese país africano.
A partir de este joint venture se creó Tucor DMCC, cuyos accionistas son, en partes iguales, Arcor AG (S.A., Ltd.) y Alison Industry Ltd que ya inyectó u$s20 millones para financiar el proyecto, además de enviar dos líneas de maquinarias para la elaboración de bombones bon o bon y otra para caramelos y chupetines, por un valor aproximado a los u$s 9,1 millones. La sociedad estima que la planta estará finalizada a fines de año.
En cuanto a la reorganización societaria para reducir costos, el grupo llevó a cabo varias fusiones por absorción como la de Cartocor y Zucamor, que producen packaging para el holding cordobés.
Finanzas y subsidiarias
Pero además de intentar consolidar sus actividades, Arcor busca seguir priorizando la liquidez y su estructura de financiamiento para asegurar el cumplimiento de sus obligaciones y compromisos, como también la gestión del capital de trabajo y la contención de los gastos fijos con el objetivo de obtener fondos que le permitan llevar a cabo las operaciones y proyectos de inversión en carpeta.
Como parte de este proceso financiero, Arcor fue siguiendo de cerca los planes de reestructuración de deuda y préstamos firmados de sus sociedades controladas.
El caso paradigmático es el de Mastellone Hnos, donde el grupo posee el 49% del capital, y que en junio pasado emitió Obligaciones Negociables Clase G (ON) por $9.749 millones con vencimiento el 30 de junio del 2026, pagos trimestrales de intereses y una tasa de interés nominal anual fija del 10,95%.
También, ON por $1.122 millones que vencen el 25 de junio del 2023 y las ON Clase I por $3.148 millones que vencen el 25 de junio del 2024.
A esto se suma un préstamo otorgado por entidad financiera internacional por u$s50 millones, con pago de capital en 17 cuotas trimestrales que operan desde el 30 de junio del 2022 y una tasa de interés nominal anual fija del 7,5%.
En este contexto, Mastellone lanzó una oferta de canje por u$s199,7 millones o el 81,50% del valor nominal total de sus ON Clase "F", a una tasa fija del 12,625% con vencimiento el 3 de julio pasado.
La oferta consideró el canje de cada u$s1.000 de valor nominal por u$s675 en nuevas ON Clase G a una tasa fija del 10,95% con vencimiento en el 2026 y por los u$s325 restantes, un pago en efectivo.
Como resultado de la propuesta, Mastellone emitió ON por u$s110,9 millones, y efectuó la cancelación en efectivo por u$s53,4 millones a los inversores que ingresaron en el canje, mientras que quienes lo rechazaron recibieron en efectivo el dinero.
A partir del éxito del canje, la láctea eliminó de sus previsiones la manifestación que había incluido en sus estados financieros del 31 de marzo pasado, mediante la cual indicaba la existencia de una incertidumbre que podía generar dudas significativas importantes sobre la capacidad de la asociada para continuar como empresa en funcionamiento.
Por este motivo, desde el grupo Arcor se considera que los riesgos asociados a la situación de incertidumbre de Mastellone desaparecieron.