ELECTRODOMÉSTICOS

Ribeiro: la historia de la grave crisis que complica a esta compañía con 110 años de trayectoria

La cadena se presentó en convocatoria de acreedores con el objetivo de ordenar su pasivo y encontrar inversores y financiamiento para continuar trabajando
NEGOCIOS - 03 de Agosto, 2021

Tras consolidar una oleada de cierres de locales, Ribeiro finalmente dio el paso y este lunes se presentó en concurso de acreedores. El movimiento fue confirmado por el mismo Manuel Ribeiro, titular de la cadena de retail, en un comunicado divulgado esta tarde.

"Finalmente y después de mucho esfuerzo para intentar salir adelante por otras vías, Ribeiro se presentó en el día de hoy en convocatoria de acreedores. La decisión no fue fácil para una empresa familiar con más de 110 años de existencia, que junto al país superó innumerables crisis económicas y financieras, tal vez la más fuerte y no tan distante fue la de 2001/2002, que llevo al país, a su gente y a sus empresas a una situación de gravedad extrema", dijo.

"Lamentablemente en el año 2018, con la devaluación de abril y sus múltiples efectos, ese largo período de crecimiento se transformó en el inicio de una gran crisis que nos termina llevando, y después de mucha lucha y esfuerzo, a la comentada presentación en concurso de acreedores", añadió.

Ribeiro reconoció que la empresa entró en un rojo indeclinable a partir del año pasado con el inicio de la pandemia. "Ese deterioro económico-financiero se aceleró llegando a una situación extrema a mediados de marzo de 2020, unos días antes de la cuarentena obligatoria declarada por el gobierno, el 19 de marzo, nos vimos obligados a cerrar todas las sucursales, (algunas habían sido cerradas unos días antes por las autoridades locales), por la pandemia del Covid 19, esto nos puso en una situación dramática", afirmó el empresario.

En el texto, al que accedió iProfesional este lunes, el titular de la cadena señala que no se lograron cerrar acuerdos con proveedores, por lo que la compañía transitó el último año con graves problemas de abastecimiento de productos.

Ribeiro comenzó a tocar fondo definitivo a partir de marzo del año pasado.

"La presentación en concurso de acreedores, no es el fin, sino por el contrario un mecanismo que nos da la ley para reordenar la compañía y continuar la búsqueda de inversores y financiamiento que nos permitan volver a tener una compañía operativamente rentable y que de esta manera pueda cumplir con todos los acreedores en el tiempo que se requiera y conservar la mayor fuente de trabajo posible", expuso ya en el cierre del comunicado.

Hasta la oleada de cierres del último año, Ribeiro llegó a contar con 85 sucursales y 1.900 empleados. El pico de su éxito comercial ocurrió en 2017, año en que cerró una facturación del orden de los 370 millones de dólares. La imposibilidad de la empresa de dar con un socio inversor terminó por precipitar la caída de uno de los "peso pesados" de la comercialización de electrodomésticos en el país.

La carta que escribió Ribeiro

El propio Ribeiro escribió una carta en la que contó el paso a paso que obligó a la empresa a pedir la medida. En este sentido, indicó que "la decisión no fue fácil para una empresa familiar con más de 110 años de existencia, que junto al país superó innumerables crisis económicas y financieras".

En el escrito, en el que explica algunos detalles de dicha crisis, el empresario asoció la caída a la devaluación del año 2018 y a las altas tasas de interés de inflación "en contraposición a la baja en el poder adquisitivo de nuestro cliente promedio, que afectaron de manera ostensible la venta, y por ende la situación económica y financiera de la compañía".

En este sentido, estimó que "la convocatoria nos permitiría la posibilidad de seguir vivos como compañía para intentar la recuperación, y así poder intentar volver a la normalidad".

La crisis en Ribeiro se agravó en los últimos meses

En su carta, Ribeiro agradeció el esfuerzo del personal y el acompañamiento de los clientes, al tiempo que destacó que la compañía "siguió tratando de superar la crisis que exponencialmente agravó el Covid-19, gracias al esfuerzo inclaudicable de sus empleados, gerentes, directores, y el compromiso de sus accionistas, quienes invirtieron en la sociedad casi US$ 20 millones entre 2018 y 2019".

Asimismo, señaló que la falta de stock perjudicó su negocio on line y que durante dos meses no pudo conseguir créditos en bancos privados ni oficiales, porque no le aceptaron en garantía uno de los principales activos de la compañía, el moderno Centro de Distribución de la localidad bonaerense de Spegazzini.

También mencionó que a fines del 2020 intentó "estructurar un fideicomiso de garantía con el mismo activo en garantía y uno de administración de flujos, con un Fiduciario de reconocido prestigio, pero el momento nos jugó en contra".

Ribeiro dijo qué el concurso de acreedores "no es el fin, sino por el contrario un mecanismo que nos da la ley para ordenar la compañía y continuar la búsqueda de inversores y financiamiento que nos permitan volver a tener una compañía operativamente rentable y que pueda cumplir con todos los acreedores en el tiempo que se requiera, y conservar la mayor fuente de trabajo posible".

El empresario pidió disculpas y solicitó un "voto de confianza", al señalar: "Ya hemos demostrado en los pasados 100 años nuestra vocación de hacer negocios con ética y visión de largo plazo, una de las claves para el buen funcionamiento de Ribeiro".

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