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Hoteles porteños y fracaso absoluto en vacaciones de invierno: por qué se quedaron nuevamente sin turistas

Sólo lograron un 10% de ocupación, muchos permanecen cerrados y reclaman nuevas medidas de auxilio a los gobiernos nacional y de la Ciudad para sobrevivir
NEGOCIOS - 30 de Julio, 2021

Los empresarios hoteleros que operan en la Ciudad de Buenos Aires se mantienen en alerta por la profundización de la crisis que atraviesa el sector que ni siquiera pudo ser frenada por las vacaciones de invierno.

Según datos del sector, durante este período de receso invernal que está finalizando, solamente alcanzaron un nivel de trabajo cercano al 10%, con hoteles con 10 habitaciones reservadas cuando en otros años llegaban a las 100 habitaciones ocupadas.

A principios de año, un relevamiento de la Cámara de Hoteles porteña daba cuenta de que el 70% de los establecimientos en todo el país permanecían cerrados y que la situación era peor en la Capital Federal, que depende mucho más del turismo extranjero, en particular brasileño hoy inexistente por las prohibiciones.

A estos datos se pueden agregar los resultados de otra consulta encargada por la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra) a Invecq sobre el impacto de la pandemia en el sector.

El informe precisó que el 90% de los propietarios debió endeudarse para sostenerse y que, de no contar con asistencia durante este año, el 95% de las empresas no podrá afrontar sus costos cotidianos.

Las consecuencias de la debacle generaron el cierre definitivo de 20 hoteles en Capital con otros 200 que están en venta de los 547 registrados por el Ente de Turismo de la Ciudad, entre 34 hoteles Cinco Estrellas; 67 de una o dos estrellas y 213 "otros", con un amplio abanico de tarifas.

Muchos de ellos lograron algunos ingresos con contratos con el gobierno porteño para ser usados como centros de aislamiento de argentinos repatriados, pero a medida que la situación fue mejorando los acuerdos fueron disminuyendo.

Hoteles porteños sin turistas durante las vacaciones de invierno

De hecho, los empresarios califican de "acuciante" la situación, teniendo en cuenta que se trata de uno de los negocios más afectados por las restricciones impuestas por el gobierno nacional para combatir la pandemia del Covid-19.

A esto se suma que la actual temporada de vacaciones de invierno se convirtió en la segunda de fracaso absoluto, después de la del año pasado, con la diferencia que en ese momento se encontraba todo cerrado por coronavirus mientras que ahora, si bien se puede trabajar, los turistas locales no eligieron Capital Federal y los extranjeros no pueden ingresar al país.

Según los empresarios, el rechazo a vacacionar en la ciudad por parte de los turistas del interior se debe al riesgo de creer que tienen más chances de contagiarse de Covid-19 que en otras localidades.

La situación se agrava por la falta de coordinación por fechas del receso invernal con el resto del país ya que solo las provincias de Buenos Aires; Jujuy; Santa Cruz; Santiago del Estero y Tierra del fuego coinciden en su calendario de vacaciones mientras que en las restantes ya finalizaron las vacaciones.

Sin ayuda 

El escenario, entonces, para los hoteles porteños transcurre entre fronteras cerradas; demanda mínima; prohibición de despidos y obligación de mantener hace 16 meses personal que no trabaja por esta especie de "anulación" de la demanda.

Los empresarios también cuestionan la ayuda mínima recibida de parte del Estado Nacional y del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ya que aseguran haber recibido aportes para el pago de salarios y de Repros por $15.000 por trabajador y por única vez.

En cambio, agregan, se vieron obligados a seguir pagando gastos fijos y facturas de servicios públicos con intereses usureros aunque no se utilizan, como los casos de la luz y el agua. A esto le suman el pago de los ART del personal que desde hace un año y medio que no cumplen tareas. Y el pago de publicidad por el nombre del hotel a pesar de no facturación. Lo mismo ocurre con la intimación para abonar las cuotas de Sadaic y de los créditos tomados para sobrevivir que, sin embargo, no pueden afrontar.

Por el cierre de fronteras, los hoteles porteños tampoco pudieron recibir turistas extranjeros

Ante semejante situación, los empresarios insisten en reclamar el auxilio oficial para poder, entre otras cosas, recibir una ayuda real y sustancial por parte del gobierno nacional y del porteño que les permita mantener las fuentes de trabajo, evitar que sigan cerrando hoteles y que la debacle sea todavía mayor.

Solicitan también elaborar junto al Estado de propuestas de reactivación del turismo al menos interno y que la Ciudad vuelva a ser un destino elegido para las vacaciones.

La Ciudad estudió una moratoria del ABL pro solamente la llevó a cabo en junio y julio del año pasado, mientras que la Nación ya descartó extender el ATP y limita su ayuda al Repro II con unos $9.000 por empleado.

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