Ola de cierres: Garbarino abandonó Tucumán y profundiza la crisis con clientes y empleados en el interior
El derrumbe comercial que evidencia la cadena Garbarino Compumundo no deja de profundizarse. Al drama que enfrentan los empleados de las sucursales en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se le viene sumando un auténtico "tsunami" que crece en el interior de la Argentina.
En esa dirección, el retail acaba de poner fin a sus operaciones en Tucumán con el cierre de sus locales en la capital provincial. En ese distrito, la compañía canceló en las últimas horas el funcionamiento de su punto de comercialización en el centro tucumano, y algo similar ya había ocurrido con las instalaciones en el shopping local y la zona de Banda del Río Salí.
La medida afecta laboralmente a un mínimo de 100 personas y ocurre a la par de un cierre total ya en ciudad de San Juan. En esa provincia, cayeron las persianas de dos sucursales –también hizo lo propio Compumundo– y 45 empleados se reunieron en las veredas de los locales exigiendo se les cancele cuanto menos un trimestre de salarios adeudados.
"Ya nos hemos juntado, estamos a nivel país, ya que estamos tras tres meses sin cobrar y no se están realizando los aportes de jubilación y obra social. Estamos en incertidumbre esperando que alguien se haga cargo, sí el presidente (de la firma) está en la expectativa de vender y todavía no surge ningún comprador ni hay una noticia concreta", afirmaron representantes de los trabajadores de Garbarino en la capital sanjuanina.
"Estamos reclamando por todas las familias que hoy estamos sin un sustento, en este momento no estamos cobrado nada, el último depósito que tuvimos fue alrededor de los 32.000 pesos, hace tres meses. Para atrás nos venían depositado igual, con pagos parciales", añadieron.
En Entre Ríos el escenario es similar. En Concordia, por ejemplo, los empleados asisten a las sucursales y cumplen horarios aunque el punto de venta se mantiene con las persianas bajas.
Ya en Buenos Aires, fuentes gremiales consultadas por iProfesional anticiparon que intensificarán las movilizaciones hacia el Ministerio de Trabajo en reclamo de soluciones para los 4.400 empleados que la compañía posee a nivel país.
"Siguen sin darnos novedades respecto del destino de los empleos. Nos recibieron un nuevo petitorio pero no tenemos ninguna respuesta firme. Ni de las autoridades de Trabajo, como así tampoco desde la empresa", indicó un portavoz de los empleados de Garbarino que participó de la marcha de este miércoles.
Por su parte, Domingo F, otro de los representantes de los trabajadores afectados por los incumplimientos de la firma, comentó a este medio que "la situación actual es una combinación de salarios impagos, falta de cobertura médica y social y locales cerrados. Hay casos de trabajadores con hasta 18 meses sin aportes jubilatorios. De los 200 que llegó a tener la cadena hoy suman más de 55 los que están con las persianas bajas".
"Las que siguen abierta en el AMBA funcionan con horario reducido, dependiendo de la voluntad del gerente y los trabajadores. Pero no hay sistema para cobranzas o facturación", agregó.
Justamente, con relación a esto los empleados señalan que se multiplicaron las quejas de los clientes que efectuaron compras en los últimos meses. Y que, en reiterados casos, ahora se acercan a las sucursales todavía operativas exigiendo desde la anulación de las operaciones hasta la entrega de productos adeudados.
Sin mercadería ni forma de vender o cobrar
"No tenemos mercadería para entregar, ni siquiera contamos con sistema para facturar. Directamente nos han cortado los servidores", contó a iProfesional un agente de ventas de Lanús, confirmando lo expuesto por otras veces.
"Hoy por hoy, así como no podemos vender tampoco podemos llevar a cabo cobranzas. A los clientes que se acercan les decimos que intenten comunicarse con los números de atención, pero como casi no hay personal en esa área, bueno, terminan sin saber qué ocurrirá con sus compras", añadió.
Para enseguida completar: "La empresa ni siquiera le está permitiendo acceder a un código para pagar mediante herramientas como Pago Fácil. Muchos clientes se acercan a reclamar por mercadería que compraron y nunca les llegó. Como no tenemos sistema, ni siquiera podemos anular esas compras. Por lo mismo, también resulta imposible cobrar la cuota de quienes quieren cumplir con sus compromisos".
A este panorama se suma la caída en las ventas por la extensa recesión que vive la Argentina, que terminó incrementando aún más las deudas y resintiendo la cadena de pagos.
En los registros del Banco Central, la compañía acumula 3.251 cheques rechazados por un monto de 4.061 millones de pesos. Entre los principales acreedores se encuentra Frincredit (186 millones de pesos); Finares ($148 millones), Banco Nación (83 millones), HSBC (54 millones) y American Express (13 millones).