Por la variante Delta, evalúan achicar el cupo de pasajeros que llegan al país vía Ezeiza e imponer cuarentena obligatoria en hoteles

Gobierna el hermetismo en torno a los cambios que aplicará el oficialismo a la posibilidad de viajar desde y hacia la Argentina. Y el silencio de radio es tal que ni siquiera las aerolíneas conocen con precisión las modificaciones que quedarán establecidas en el DNU que se divulgará en las próximas horas.

Al margen de los detalles, en el segmento aerocomercial predomina la idea de que no hay lugar para un cierre total de fronteras. Entienden que, de avanzar con una decisión así, el Gobierno debería afrontar un costo político por demás de elevado en un contexto cuasi electoral.

"Aplicar una medida así aportaría un argumento fuerte para la oposición. Volverían las críticas por la presunta libertad que se estaría cortando. Tendría un costo político altísimo. No se hizo en otro momento y es dudoso que ocurra ahora. Sin embargo, es para prestar atención lo que ocurre con países de la región como Chile, que tomaron medidas en ese sentido", comentó a iProfesional un actor de la actividad aérea.

"El país tiene que garantizar que los que tienen que volver, bueno, puedan volver. Y también que se puedan trasladar aquellos tienen un justificativo de peso. Por eso hablar de cierre total de fronteras es algo que resultó inexacto antes y poco probable ahora. Sao Paulo, Lima, Santiago, Asunción, por mencionar algunos destinos, siempre tuvieron servicios con cupos. Nunca hubo un cierre absoluto", añadió.

Chile acaba de extender sus políticas de bloqueo a los ingresos hasta el 14 de julio tras confirmarse el arribo de la variante Delta del Covid-19. Pero lo particular es que el "cierre de fronteras" informado por el Ministerio de Salud de ese país hasta ahora no redundó en la suspensión de los servicios que conectan con Argentina.

Compañías como Aerolíneas Argentinas, por ejemplo, mantienen su vuelo semanal a Santiago. Y lo mismo ocurre con el servicio que presta JetSmart. Desde el entorno de una de las aéreas comentaron que "ni siquiera se está hablando" de una suspensión total de vuelos a ese país.

Chile intensificó las limitaciones para entrar a ese país tras confirmarse la presencia de Delta.

De lo que sí hay certezas en el ámbito aerocomercial es que el oficialismo reducirá el cupo de pasajeros internacionales que pueden arribar por día a Ezeiza. La pauta actual es de 2.000 personas. En torno al Ministerio de Salud se plantea bajar el número a 1.000.

En lo concreto, la nueva limitación podría implicar una merma en la cantidad de espacios disponibles en los vuelos.

"Si se establece un achique de esas características lo más probable es que las empresas vendan menos asientos de los servicios que ya están prestando. Por lo otro, si no, sería suspender varios vuelos semanales para volverlos quincenales. Eso, en términos económicos, no le serviría a ninguna aerolínea", comentó a iProfesional un analista consultado.

Cambiará el aislamiento

Otro cambio que se hará efectivo refiere a las condiciones de aislamiento de los viajeros al llegar a la Argentina. Matías Lammens, actual ministro de Turismo y Deportes, declaró en las últimas horas que "habrá medidas adicionales" de controles sanitarios a las que ya se están aplicando hasta el momento.

En dicho radiales, el funcionario señaló que "la variante Delta preocupa a todos". Y aclaró que lo contrario a acentuar el control "sería tirar todo por la borda", al hacer referencia al éxito del proceso de vacunación "después de tanto sacrificio hecho por los argentinos".

El nuevo DNU, que regirá por dos semanas, también incluiría una cuarentena obligatoria en hoteles por el lapso de siete días. Hasta este viernes, la disposición vigente establece que sólo deben recluirse en esos alojamientos aquellas personas que dan positivo en Covid-19 al llegar a Ezeiza. En ambos casos, los costos corren y correrán por cuenta del viajero.

Las medidas apuntan a achicar las posibilidades de contagio con la cepa letal.

También continuará el requisito de realizarse un PCR previo a subir al avión y otro al aterrizar en el país.

Identificada inicialmente en la India, la variante Delta –cuya expansión explica las nuevas medidas que aplicará el Gobierno– ya representa el 90 por ciento de los nuevos contagios en Europa y protagoniza del 20 por ciento de los casos que aparecieron en Estados Unidos en las últimas semanas. Fue catalogada por los científicos como hasta un 80 por ciento más contagiosa que el virus original nacido en Wuhan, China.