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Edificios, reflejo de la crisis por la pandemia: crecen conflictos entre vecinos y se disparan deudas por expensas

La convivencia "forzada" redundó en el incremento de las tensiones en los complejos de viviendas. Complicaciones para hacer arreglos y cartas documento
08/06/2021 - 14:39hs
Edificios, reflejo de la crisis por la pandemia: crecen conflictos entre vecinos y se disparan deudas por expensas

La expansión de la pandemia trajo como consecuencia predominante el requerimiento sanitario de permanecer el mayor tiempo posible en el hogar. De ahí la expansión del "home office" como rutina laboral ya consolidada y la decisión de muchos particulares de migrar hacia sitios fuera de Capital Federal o, en todo caso, activar mudanzas a viviendas más amplias o dotadas con espacios verdes.

El escenario se completa con una enorme mayoría que no pudo avanzar con ninguna de las opciones anteriores. Y atraviesa la era del Covid-19 en complejos de departamentos que en el mejor de los casos cuentan con algunos "amenities" y sin certidumbre alguna respecto de qué pasará con el confinamiento. Si en el corto y mediano plazo habrá flexibilización o todo lo contrario.

Es esta misma instancia de permanencia intensiva en los hogares, acentuada como se dijo antes por el "teletrabajo", viene complicando la convivencia en los emprendimientos de múltiples viviendas. Así se lo detallaron a iProfesional sendas fuentes ligadas al rubro de los consorcios.

La conflictividad entre vecinos por aspectos como los ruidos o el tránsito por espacios comunes viene en alza desde la segunda mitad del año pasado. Y el incremento permanente de casos incluso redundó en polémicas respecto de la circulación de profesionales contratados para llevar a cabo reparaciones en departamentos o edificios.

En algunos complejos llegan a darse casos de vecinos oponiéndose directamente al ingreso de plomeros o electricistas. También están quienes rehúyen de las asambleas, aunque con los protocolos correspondientes pueden llevarse a cabo de forma presencial, y están los que exigen a los encargados llevar a cabo una vigilancia del edificio que bordea lo policial.

"La tensión es evidente, con una conflictividad elevada. Se acentuó el fastidio y hay muchas personas que se ven afectadas por la soledad derivada del aislamiento. Las quejas por ruidos molestos son más comunes. Sobre todo, de vecinos con departamentos pegados donde habitan familias con chicos. La convivencia se volvió un tema difícil", comentó a iProfesional David Loisi, máxima autoridad de la Liga del Consorcista.

"En los consorcios se ha ido ajustando el sistema de multas. Llamar a la policía no sirve de mucho en esos casos: vienen, levantan un acta y se van. Y el ruido retorna. Las molestias se empezaron a denunciar con más intensidad en cuanto la gente pasó a estar más tiempo en su casa. Hay una tendencia a la polémica, a peleas entre vecinos. Hasta las asambleas se complicaron porque la gente está muy incómoda", afirmó.

El rol de los encargados es otro foco de tensión entre vecinos.

Según Loisi, el miedo al contagio tiene incidencia directa en los conflictos de estos tiempos. "Hay disputas por el uso del ascensor, molestias de algunos porque otros andan poniéndoles alcohol a los picaportes", precisó.

La proliferación de cartas documento entre vecinos es otra particularidad de este tiempo. "La mayoría, por la situación de ruidos molestos. Quienes de pronto ahora tienen la oficina en casa chocan muchos con las viviendas familiares por ese motivo", dijo.

Trabas para arreglar

Lo expuesto por el referente de la Liga del Consorcista coincide con la opinión de allegados a la Federación de Asociaciones de Consorcios. El escenario de contagios intensificados derivó, también, en cruces entre vecinos por arreglos o refacciones de emergencia.

"La gente no quiere dejar entrar ni a un electricista al edificio por el temor al contagio. Todo lo que es ajeno al complejo de viviendas es visto como un foco peligroso de coronavirus", comentó a iProfesional otra voz ligada a la administración de estos emprendimientos.

A la par, Loisi mencionó situaciones de malestar por el ingreso de plomeros. "Muchos no quieren que entre nadie a los edificios. Sobre todo las personas que sufren factores de riesgo. Para hacer un trabajo de emergencia, por ejemplo una filtración de agua, quizás la tensión es menor. Pero el mantenimiento en general está parado", aseguró.

La morosidad de expensas es otra variable que complica el escenario. El directivo sostuvo que en algunos complejos de viviendas alcanza el 50 por ciento. Fuentes de la actividad indicaron a iProfesional que "se está volviendo común que muchos dueños se resistan a pagar el monto total de las expensas alegando que apenas usan los ascensores y muchos menos los ‘amenities’".

En algunos edificios el endeudamiento comprende la mitad de los departamentos.

Respecto de esto, Loisi comentó que el endeudamiento acrecentado "agregó otro ingrediente al malestar general, porque lo que no se paga luego tiene que ser cubierto por aquellos que sí cumplen.

"Hay juicios en marcha y ejecuciones por este alto nivel de endeudamiento. En casos de personas que no pueden cumplir porque repentinamente se quedaron sin trabajo lo que se hace es coordinar un plan de pagos", dijo.

Para luego concluir: "El peso del sueldo del encargado sigue siendo un gran tema de discusión en los consorcios y más en estos momentos. Pensemos que el 70 por ciento de la factura que llega por expensas corresponde a ese concepto. La pandemia acentuó la tendencia alcista de prescindir del encargado para, en cambio, alquilar la unidad de la portería para generar más fondos. En lugar de contar con una persona en esa función son cada vez más los edificios que contratan empresas de limpieza".