La pasión por los juegos de mesa llevó a un grupo de hermanos a amar una Pyme: hoy exportan a 4 países
El Erudito, El Cinéfilo y Atenea son algunos de los juegos que lideran las ventas en Mercado Libre. ¿Su marca? Maldón, una empresa familiar que nació de la pura pasión por los juegos de mesa.
Para los hermanos Mantilla, es una misión familiar derribar el prejuicio de que los juegos de mesa son sólo para chicos. Hacía mucho tiempo que la oferta para adultos se limitaba al catálogo de siempre: Monopoly, TEG, Scrabble y Carrera de Mente; y ellos buscaron renovarla.
La actividad lúdica que reúne a amigos y familia apenas tenía público cuando empezaron allá por el 2009, y se propusieron alentarla bajo la frase: "¡Que vuelvan los juegos de mesa!". Con el viento a su favor, la venta mundial de estos viene creciendo a un 20% anual desde ya hace 7 años. Hoy, a pesar de la competencia tecnológica, se producen más juegos que en la década del 80.
El Erudito, casillero 1 de 26
"Che, ¿si le ponemos una marca? Mirá si se vende y tenemos que sacar otro juego", se preguntaron en un asado familiar tres de los cinco hermanos Mantilla que hoy dirigen la empresa. "Maldón", sugirió Agustín sin motivo subyacente, y a mano alzada, Candelaria bautizó la marca con el logo de un "play" que desencadenaría una película que nunca se pausaría.
Según Candelaria, el ejercicio de jugar muchos juegos en su vida los ayudó a desarrollar una mente lúdica. De ese amor por la diversión, se agarraron fuerte para darle vida a El Erudito, el primer juego de la Pyme que, en pleno pico de ventas del diciembre pasado, se posicionó en el primer puesto de ventas en Mercado Libre.
Las preguntas de cultura general en el juego nacían de su cotidianeidad: yendo a un kiosco, se preguntaban cuánto pesa un alfajor Jorgito de chocolate o cuántas galletitas Chocolinas entran en un paquete. En la primera tirada impresa de 2.000 unidades, Candelaria recuerda entre risas que tuvieron que "ordenar, literalmente, 2.200.000 tarjetas, más los billetes. Durante dos meses armamos turnos con todos nuestros amigos".
100 mil pesos fueron los ahorros que desembolsaron los tres hermanos, juntando sus conocimientos de publicidad y economía con esperanzas de contagiar su fanatismo por los juegos. Para hacerlos rendir, debían llamar la atención con su primer producto. Dio la casualidad de que el dibujante Ricardo Liniers, "Richi" para ellos, es un viejo amigo de la familia. Para sumar más coincidencias, estuvo presente en las vacaciones en las que probaron el prototipo rústicamente diseñado con cartulinas. "Yo lo puedo dibujar", se ofreció entusiasmado el famoso ilustrador, y sus trazos les abrieron la puerta de entrada a los primeros puntos de venta: las librerías. Una reunión con Yenny, Cúspide y El Ateneo resolvió el problema logístico y El Erudito empezó a circular por el país.
Un llamativo mensaje se leía en el reglamento: "Si te gustó, por favor recomendalo; que somos jóvenes y no tenemos plata para publicidad". El llamado a la solidaridad conmovió a los nuevos fanáticos del juego de cultura general, quienes se cargaron al hombro la tarea encomendada y lo difundieron en un boca a boca feroz.
Para los creadores de Maldón, la apariencia del juego es tan importante como su contenido. Con ese principio en mente hicieron colaboraciones con famosos ilustradores del país, como Tute, Rep, Max Aguirre o Alberto Montt, y se rigieron por el lema "para que no lo guardes en un ropero sino que lo tengas puesto en una biblioteca".
Partiendo de los primeros 2000 ejemplares, "a los seis meses ya habíamos recuperado la inversión, y ahí dijimos: hagamos otro. Siempre crecimos con nuestras propias ganancias", recuerda Candelaria, quien con orgullo reconoce que su catálogo hoy se compone por 26 juegos que van desde juegos de cartas, de creatividad, de fútbol, de cine hasta de música y mucho más.
Innovación en tiempos de cuarentena
En muchos sentidos, la cuarentena propició el tiempo y espacio para que muchas familias se reencuentren a través de los juegos de mesa y desempolven los viejos tableros guardados en el placard. En un intento de aliviar las estimadas dos semanas iniciales de encierro, Maldón propuso hacer preguntas diarias de cultura general sobre distintos temas. Al mes de extenderse las medidas sanitarias, los hermanos Mantilla vieron en su juego diario una idea oportunidad. Así fue como, después de decenas de días de esfuerzo en redes sociales, decidieron usar ese material para darle vida a Atenea, su último juego.
"En la pandemia tuvimos tiempo de comunicar y descubrimos lo importante que es", comenta Candelaria, y agrega que probaron con subir a internet versiones gratuitas de sus juegos para degustar tres partidas. Entre Atenea, los videos explicativos de cada juego y esta iniciativa de las pruebas sin costo, pasaron de 25 mil a más de 96 mil seguidores en @juegosmaldon, su cuenta de Instagram. Ese aumento de popularidad se vio reflejado en las ventas, ya que en 2020 comercializaron 65 mil juegos y desde su posicionamiento en el puesto 29 de Mercado Libre, lograron escalar hasta la cima del primer lugar.
Jugar más allá de la frontera
En un proceso de "lento crecimiento y muy familiar", la empresa de industria nacional agrandó su núcleo a 15 personas. Además de los tres Mantilla que dirigen Maldón, una prima de la familia también conforma el staff y algunos de los otros hermanos ayudan desde sus conocimientos en abogacía y economía.
De dejar sus trabajos por el sueño de hacer lo que más les gustaba, llegaron a producir a día de hoy 26 juegos en Argentina. Pero estos no solo se disfrutan en territorio local. "Apuntamos a producir acá y poder vender y posicionarnos en la región", proyecta Candelaria, quien aclara que Maldón exporta a Chile, Guatemala, Perú y está finalizando sus negociaciones con España.
Los procesos creativos llevan su tiempo y dedicación, y es por eso que después de "jugar, pensar reglas y probar distintas dinámicas, ahora hicimos una convocatoria para ideas argentinas", comenta Mantilla. De la misma manera, Maldón también invita a extranjeros a participar de esta iniciativa para hacer juegos basados en otras culturas.
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Este año, la Pyme empezó a producir juegos del exterior de renombre, como Reiner Knizia y de Roberto Fraga. Si bien la mayoría de su oferta era ideada por ellos mismos, este 2021 emprenden armando un catálogo con juegos que afuera triunfaron con éxito e importándolos a la producción local.