El congelamiento y el Covid-19 derrumban los ingresos de Edenor
Con ingresos que se derrumbaron en un 28% en términos reales y una pérdida superior a los $650 millones, Edenor cierra su primer balance del 2021 de manera coincidente con el escenario de inestabilidad financiera que viene arrastrando durante los últimos años producto, más que nada del congelamiento tarifario en un contexto macro económico de alta inflación.
La distribuidora que todavía es propiedad de Pampa Energía, holding a su vez controlado por Marcelo Mindlin, perdió 656 millones entre enero y marzo pasados, cuando en el mismo lapso del 2020 había registrado ganancias por $1.030 millones.
De este modo, no logra restablecer su ecuación de negocios afectada por el mantenimiento del cepo sobre las facturas establecido por el anterior gobierno de Mauricio Macri en abril del 2019 y mantenido por el presidente Alberto Fernández durante su primer año de gestión.
Con este preocupante panorama, en la empresa esperan poder mejorar en algo sus números a partir del próximo vencimiento de tarifas, teniendo en cuenta que la Secretaría de Energía de la Nación permitió un retoque del 9% en los precios de la electricidad que tanto Edenor como Edesur les cobran a sus casi seis millones de clientes de las zonas donde operan.
También se encuentran pendientes de un mayor volumen de venta de energía que se ha mantenido casi sin cambios durante los últimos seis meses, producto de una fuerte caída de la demanda en medio de un escenario de restricciones sanitarias establecidas por las autoridades para combatir el Covid-19 y que implican una fuerte parálisis de varios sectores empresarios y menores gastos entre los consumidores particulares.
En este sentido, entre enero y marzo los niveles de volumen de energía vendida por Edenor se mantuvieron constantes. De hecho, durante el primer trimestre de este año se incrementaron levemente un 0,2% respecto de igual período del 2020, alcanzando 5.211 GWh en comparación con los 5.203 GWh vendidos del trimestre anterior con un marcado incremento en clientes residenciales y caídas de consumos en el resto de los segmentos.
En cuanto a su margen bruto, que mejor representa los ingresos atribuibles a esta distribuidora y que se conoce como Valor Agregado de Distribución (VAD), cayó 25% respecto del mismo período del año anterior, como consecuencia del congelamiento tarifario y del nivel de robo de energía, a pesar de que fue menor al registrado en 2020.
Esta combinación llevó las pérdidas totales de la distribuidora que fue comprada por una sociedad encabezada por los empresarios Daniel Vila y José Luis Manzano, del 18,4% en el primer trimestre de 2020 al 16,6% en el mismo período de 2021 con un EBIT en rojo por $892 millones, en línea con la disminución del margen bruto.
Desde la empresa explican que las cifras negativas reflejan la falta de actualización de los ingresos en un contexto de altos índices de inflación que generan el incremento de los costos operativos, "a pesar de los esfuerzos de la Sociedad por ser más eficiente en el uso de los recursos que contrasta con el deterioro del margen bruto y del resultado operativo, por un mayor cargo financiero originado por el diferimiento del pago de las obligaciones con el Mercado Eléctrico Mayorista."
Con relación a las inversiones, durante el primer trimestre de este año alcanzaron los $2.529 millones, lo que significa un incremento del 29% en términos reales respecto del mismo período del año anterior. De hecho, ente el 2014 y el año pasado, Edenor acumula inversiones por u$s1.700 millones que le permitieron reducir los cortes en un 60% en términos de duración.
"Esto refleja el esfuerzo financiero y humano para ejecutar el plan de inversiones a pesar de las restricciones que impuso la situación sanitaria que estamos atravesando", agregan desde la compañía.
También advierten que si bien la aprobación de los nuevos cuadros tarifarios que estarán vigentes a partir del 1° de mayo permitirá una leve mejora en la situación económica-financiera, no son suficientes para sostener los costos operativos e inversiones del servicio eléctrico, necesarias para seguir mejorando sus niveles de calidad de servicio y la eficiencia en el uso de sus recursos.
Desde la compañía insisten en que el "ambicioso plan de inversiones ejecutado en los últimos años sigue mostrando resultados que se reflejan en una continua mejora en la calidad del servicio, al reducir la duración y frecuencia de los cortes desde 2014, y superar así los requerimientos regulatorios previstos en la última revisión tarifaria integral, incluso llegando a superar este año los indicadores de calidad exigidos por el regulador para el fin del período tarifario en febrero del 2022".
Venta en veremos
A fines de diciembre del año pasado, el Grupo Pampa Energía vendió el 51,8% de las acciones Edenor a una sociedad controlada por los empresarios Daniel Vila; José Luis Manzano y Mauricio Filibertti por una suma que ronda los u$s100 millones, además de asumir la deuda por u$s100 millones de la distribuidora eléctrica para enfocarse solamente en el mercado del gas.
En ese segmento, el holding de Mindlin planea destinar u$s200 millones para el cierre de Ciclo Combinado de la Central Termoeléctrica Ensenada Barragán. A esta cifra le sumará u$s250 millones para acelerar los proyectos que debe cumplir en el marco de la adjudicación de áreas bajo el denominado Plan Gas, mientras transcurre el proceso de transición entre la salida del holding y el ingreso de los nuevos dueños.
La fecha final del take over todavía sigue siendo incierta, ya que el proceso se encuentra sujeto al cumplimiento de determinadas condiciones precedentes usuales para este tipo de transacciones, incluyendo entre otras, la aprobación por parte del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE).
Hasta ahora, los únicos movimientos internos vinculados a este deal se limitan a la renuncia de Ricardo Torres como presidente de Edenor, aunque manteniendo su puesto como CEO que sigue ocupando actualmente.
En el otro cargo fue reemplazado por Diego Salaverri, quien ya se venía desempeñando como miembro del directorio de la compañía con mandato de Pampa Energía. Junto a este abogado, fue designado Germán Wetzler Malbrán como vicepresidente del directorio.
De todos modos, los cambios no reflejan todavía el control de los nuevos dueños sobre las decisiones futuras de Edenor, considerada la distribuidora de electricidad más grande del país a la cual sumarán la operación de Edemsa, la distribuidora de energía de Mendoza.
La operación de Edenor es la primera de una nueva compañía denominada Empresa de Energía del Cono Sur S.A. (Edelcos), sociedad "en la que participan indirectamente Daniel Vila, Mauricio Filiberti, José Luis Manzano, Andina PLC y Global Income Fund Limited", según lo informó la empresa en un comunicado enviado a los medios el año pasado.
Luego del cierre de la transacción se realizará una oferta pública sobre el resto de los accionistas de la compañía en virtud de lo establecido por las normas de la Comisión Nacional de Valores y las normas de la Securities and Exchange Commission (SEC) de los Estados Unidos", agregó la compañía.
En la actualidad el área de cobertura de la concesión de Edenor comprende 20 partidos del noroeste del Gran Buenos Aires y la zona noroeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lo que representa una superficie de 4.637 kilómetros cuadrados y una población de aproximadamente nueve millones de habitantes en los que tiene tres millones de clientes.