La dueña de La Serenísima perdió $828 millones y asegura que estos son los responsables
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Mastellone Hermanos SA, que controla La Serenísima, perdió en el primer trimestre de este año $828 millones, según informó la empresa a la Comisión Nacional de Valores (CNV). Esa cifra representa una reducción del 44% respecto de los 1470 millones de pesos de resultado negativo en el primer trimestre de 2020.
El dato no es el único negativo para la empresa, ya que en todo el año pasado acumuló un rojo de $2.287 millones. Eso representó un salto del 4474% versus 2019.
En 2020, en el primer trimestre donde se perdieron $1.470 millones, el resultado estuvo influido porque la firma ya hacía meses venía con precios congelados.
El año pasado, la empresa, que estuvo con un 80% de sus productos controlados, tuvo una suba permitida promedio del 10%. Ahora se sumó un 7% que sirvió para atenuar la pérdida, aunque esta se sigue sintiendo. El Gobierno aflojó la presión sobre algunos productos, por ejemplo en quesos, donde solo quedó vigilado el queso rallado.
"El resultado de este primer trimestre se debe, fundamentalmente, a la imposibilidad de recuperar vía los precios de venta de sus productos todos los aumentos de costos registrados durante el período", contaron fuentes de la firma. Allí agregaron que "la compañía sigue padeciendo el arrastre del congelamiento de precios del 2020 y un aumento sostenido de sus costos, particularmente en lo referido a la materia prima láctea".
En la firma destacaron que, pese a la pérdida, se "garantiza el normal abastecimiento en todo el territorio nacional", donde se abastecen 70.000 puntos de venta.
Deuda
"Es importante aclarar que Mastellone Hnos. no recibió durante 2020 y lo que va de 2021 ningún tipo de asistencia económica, ni impositiva, por parte del Estado, ya sea ATP, Repro u otro de los planes oficiales dispuestos por el Gobierno Nacional", explicaron a La Nación.
La compañía tiene que reestructurar una deuda por u$s200 millones que vence en julio próximo. Por este lado hay una buena noticia. Moody’s Local Argentina le asignó una calificación de emisor en moneda local de A.ar con perspectiva estable a Mastellone Hermanos SA.
Para la calificadora, el perfil crediticio de la firma está respaldado por su posición de mercado, reconocimiento de marca y diversidad de productos, entre otros puntos valorados.
Crisis láctea
La pérdida de rentabilidad por efecto de la disparada permanente de los costos, sumado a un derrumbe del consumo que se acelera a partir de la recesión predominante, mantiene en terapia intensiva a más de un "peso pesado" del sector lácteo.
La consolidación del rojo financiero en varias de las compañías del rubro colocó en situación de venta de activos a empresas que controlan marcas emblema, mientras que otras avanzaron con cierres de plantas o la decisión de revisar las operaciones en la Argentina.
La Serenisima no es la única empresa con problemas. Otro caso es el de ARSA, la dueña de los postrecitos Shimy y controlante de los yogures SanCor, que busca comprador para estas líneas de productos por efecto de un contexto comercial cada vez más negativo. La firma en cuestión, controlada por Vicentin, ahora está siendo ofrecida a distintos fondos de inversión y también a alimenticias como Inverlat, propietaria de Havanna.
La firma en cuestión dispone de plantas operativas en Córdoba capital y Lincoln, provincia de Buenos Aires, y una dotación de empleados de alrededor de 600 personas. Con una posición de mercado consolidada –32 por ciento en postres y 16 en yogures–, ARSA también ostenta como atractivo una red de distribución de al menos 160 agentes que le permiten cubrir algo más de 70.000 comercios en todo el país.