Renunció a una multinacional y abrió un negocio de cosmética en Barcelona: "Emigrar no es para tomarlo a la ligera"
"Quería hacer una experiencia laboral fuera de Argentina para ampliar mis conocimientos y salir de mi zona de confort", cuenta a iProfesional. Y lo hizo. Desde 2015 vive en España.
"Estaba entre Madrid, Londres o Barcelona. Lo que traccionó fue el buen clima, y lo cosmopolita que es la ciudad", aclara.
Amante de lo natural y el poder de las plantas, su proyecto comenzó a gestarse internamente mucho antes de tomar forma. "Tiene que ver con un cambio en donde comienzo a interesarme más profundamente en la sostenibilidad y los productos naturales", detalla.
"Luego comencé a hacer pruebas y cuando vi que a mi entorno cercano le encantaba lo que hacía, los consejos naturales que les daba, me pregunté ‘¿y si hiciera algo con todo esto que cada vez me apasiona más?’", agrega.
Fue a partir del confinamiento de marzo de 2020, que Paula se animó a invertir y comenzó a armar el plan de negocios de Limonada de Lavanda, una tienda de Cosmética natural y utensilios que también brinda talleres prácticos sobre tratamientos naturales.
Según la emprendedora, es muy importante de rodearse de gente local, experta en diferentes temas y no querer hacer todo solos para ahorrar dinero al momento de emprender. "Es una de las peores decisiones, no siendo local, hay que apoyarse en terceros, más que nunca", resalta.
En términos de barreras, "las normas son la primera", dice Paula. "Qué está permitido y qué no. También es cierto que si bien cuando llegué a Barcelona había coqueteado con la idea de emprender, no lo hice y es una muy buena decisión. Luego de 6 años viviendo, conociendo la ciudad, con una red de contactos locales, me sentí preparada y con los recursos adecuados para hacerlo".
Sumado a ello, confirma que el hecho de ser argentino da un plus. "Creo que la mayor ventaja es la velocidad a la que estamos acostumbrados en nuestro país", menciona. "Velocidad tanto en la toma de decisiones como en la capacidad resolutiva, claramente esto es un diferencial", agrega.
Tomar la decisión de emigrar
"Emigrar no hay que tomarlo a la ligera", plantea la especialista en cosmética. "Porque cuando ponés un pie en otro país tienes que pensar que podés tener hijos, proyectos en ese otro país y volver a tu país tal vez sea algo que nunca hagas. Se echa mucho de menos a la familia y amigos y pierdes el día a día. Ese es el mayor sacrificio".
Y sigue: "También me hace falta la chispa argentina, la creatividad y el sentido del humor, hay cierto sentido del humor muy argentino irremplazable. Si bien hay varias cosas que obviamente no echo de menos, no me sentiría bien nombrándolas porque son esas mismas cosas que contribuyeron a que tomara la decisión de emigrar. Prefiero hablar de las cosas lindas que tiene Argentina, que son muchas, muchísimas y que a la distancia se valoran aún más".
Como contrapartida, en términos de ganancia, "vivir en otro país te amplía la visión, te hace salir de tu zona de confort, desarrollas habilidades. Lo que valoro de estar afuera es la estabilidad que me permite invertir tiempo en otros análisis más profundos que en Argentina tenía que dedicarlo a los cambios de precio, márgenes, tipo de cambio", comparte.
Paula no tiene pensado volver, al menos por ahora. "Hace seis meses que mi proyecto vio la luz y aún estoy en la etapa 1 del mismo, no entra Argentina dentro de la ecuación. A futuro, me encantaría expandirlo a otros países y Argentina supongo que lo voy a evaluar. Lo que como emprendedora evalúo es la estabilidad en el marco legal, sobre todo para que emprender en Argentina no se vuelva un juego de azar. Pero sí, tener la excusa de volver a Argentina y pasar una temporada allí es un sueño que espero poder hacer realidad. Al final, la cabra al monte tira, dice el dicho".