Crece el interés por el "consumo consciente": qué es y qué falta para que despegue en Argentina
Desde que comenzó la pandemia, se multiplicaron las acciones corporativas en pos de acompañar a pequeños emprendedores, asegurar suministros de productos esenciales y también promover prácticas sustentables. Esto responde en parte al creciente interés que los consumidores expresan por apoyar a compañías de triple impacto, sin embargo todavía se percibe una gran dificultad para saber la verdad sobre los procesos productivos y de responsabilidad social.
¿A qué llamamos consumo consciente? Esto es cuando los consumidores toman seriamente en cuenta los impactos sociales y ambientales de un producto al momento de comprarlo. Por supuesto, esto representa un desafío para la industria del comercio, pues está obligada a repensar su estrategia para llegar al nuevo consumidor.
Para indagar sobre esta temática, Accenture se atrevió a realizar un encuesta que demuestra que aún resta mucho por trabajar, ya que:
- La mitad de los consumidores afirma que no sabe qué marcas son sustentables/éticas y cuáles no.
- Para ayudar a comprender fácilmente el grado de sostenibilidad de un producto, siete de cada diez consumidores apoyarían una norma de etiquetado obligatoria pero sencilla para los productos, como un indicador de semáforo.
- Dos tercios (65%) de los consumidores creen que el gobierno debería introducir legislación para promover el consumo consciente, por ejemplo, cobrando por las bolsas de plástico.
- El 69% de los consumidores cree que las marcas de consumo deberían hacer más para facilitar un consumo más consciente.
- Un tercio (33%) de los consumidores admite que no sabe bien qué artículos puede y no puede reciclar.
"La pandemia está haciendo que los consumidores piensen más en el impacto que sus decisiones de compra tienen en el medio ambiente y en la sociedad en general", advierte Oliver Wright, director gerente senior y líder global del grupo de la industria de bienes de consumo de Accenture.
A su vez, el estudio compara los resultados con los de ediciones anteriores, lo que demuestra cómo crece la tendencia y la preocupación de los consumidores por tener un rol cada vez más activo:
- En abril de 2020, el 64% de los consumidores dijo que se centraba más en limitar el desperdicio de alimentos y que probablemente seguiría haciéndolo en el futuro. En diciembre esta cifra se elevó al 72%.
- Un año atrás, el 50% de los consumidores dijo que estaba comprando de forma más consciente de la salud y es probable que siga haciéndolo. Ahora ya lo hace el 68%.
- El 45% de los consumidores dijo que estaba haciendo elecciones más sostenibles al comprar, ahora ese número aumentó al 66%.
Empresas argentinas
Sin embargo, no solo falta información desde el lado del consumidor, sino también desde el de las organizaciones. Esto se nota al analizar el índice Dow Jones de sustentabilidad, donde no figura ninguna firma argentina, aunque reúne a más de 3000 compañías. Este ránking identifica y clasifica a las principales empresas sostenibles de todo el planeta, y allí se nombran a empresa chilena, siete brasileñas y cinco colombianas.
"La sustentabilidad puede ser un gran creador de valor económico a partir de la construcción reputacional, el posicionamiento, la inserción en cadenas globales de valor, la atracción de capital humano, nuevos clientes y, en tendencia creciente, de inversores y entidades financieras. Estos actores del mercado financiero están preocupados por impulsar proyectos sostenibles, generar un impacto y diversificar el riesgo de sus carteras: por eso se interesan cada vez más en empresas sustentables", especifica Lucas Peverelli, socio de BS, consultora en sustentabilidad.
Este experto agrega que "Argentina viene un franco proceso de expansión sobre el tema. Son cada vez más las empresas que buscan integrar sus modelos de negocio con estrategias de triple impacto, aunque todavía el fenómeno es incipiente y estamos muy atrás con respecto a otros países de la región".
"Para consolidar este crecimiento, se necesitan acciones y regulaciones que favorezcan a las industrias que avancen en este sentido. Implementar herramientas e incentivos económico financieros es clave para profundizar este camino; más allá de continuar con la sensibilización y educación en la temática. Contar y difundir las oportunidades a partir de la sustentabilidad es fundamental", concluye Peverelli.