Fabricante de huevo Kinder, Ferrero Rocher y Nutella ve un mercado inestable en Argentina, ¿se va?
Tal como ya viene ocurriendo con varias empresas multinacionales que ven en la Argentina un mercado inestable y cada vez más chico, el grupo alimenticio Ferrero decidió reestructurar su negocio en el país.
En realidad, la casa matriz del holding nacido en Italia definió un nuevo modelo de negocio más pequeño y acorde a la visión que desde el extranjero se tiene sobre el mercado de consumo local, retraído y cada vez con menos demanda.
En concreto, la filial argentina del fabricante de productos como los huevos Kinder, los bombones Ferrero Rocher, el dulce Nutella y las pastillas Tic Tac reorganizó su logística y readecuó su cadena de distribución para acomodar sus gastos a la recesión del país.
Es decir, encararon un proceso de achicamiento de las operaciones, de la estructura de ventas y de su cadena de distribución que, en gran parte, es tercerizada. También despidió personal de venta y de su fábrica ubicada en la localidad bonaerense de Cardales donde tiene una pequeña producción de huevos Kinder ya que el resto, incluyendo los Tic Tac, se importan.
Actualmente, Ferrero es la cuarta empresa de chocolates del mundo y controla 8% del mercado global. Y sus objetivos apuntan para otro horizonte como es el de duplicar la dimensión de la compañía en la próxima década expandiéndose fuera de las fronteras de Europa, que actualmente representa hasta 80% de sus ventas. Centrará su atención en los mercados de Asia (China) y Estados Unidos, principalmente.
Fuentes de la empresas confirmaron a iProfesional el proceso de retracción "para lograr una mayor eficiencia logística", pero aclararon que la compañía seguirá en la Argentina "con sus operaciones habituales".
De esta forma, la red de venta mayorista de sus productos se habría reducido de 200 a 50 establecimientos, concentrando la comercialización de la compañía en los distribuidores de mayor facturación.
Salida definitiva
La aclaración sobre la continuidad de las actividades se debe a que en el mercado entienden que la reestructuración operativa de Ferrero es el paso previo a la salida definitiva del grupo europeo de la Argentina.
De hecho, representantes de comercios y kioscos locales mantuvieron un encuentro con los principales ejecutivos locales de Ferrero Rocher para aclarar dichas versiones.
En esa reunión, se confirmó el proceso de achicamiento de la red de distribuidores en la Argentina para concentrar las operaciones en un menor grupo de mayoristas.
De todos modos, en el sector se entiende que la decisión del holding se debe a las malas performances económicas que el grupo viene teniendo tanto en el mercado doméstico como en el resto de los países donde opera y que por ese motivo buscan fórmulas para revertir la situación y hacer viables sus actividades.
Para seleccionar la red de logística que mantendrá en el país, Ferrero optó por los distribuidores de mayor venta de sus productos, medidos en cantidad de quintales, lo que entre sus clientes entienden que le provocará una menor capilaridad y presencia en el mercado local.
Por eso, en el sector hay quienes sospechan de que se trata el primer paso para preparar la salida definitiva en un futuro no tan lejano.
Según las mismas fuentes, otro de los factores que habría definido este cambio se relaciona con el freno a las importaciones impuesto por el Gobierno para evitar salida de dólares y que, en el caso de Ferrero, la imposibilita de ingresar ciertos artículos fabricados en el exterior. A esto le suma el fuerte trabajo de su planta en Brasil, que opera casi al 100% de su capacidad y produce algunos productos que anteriormente fabricaba en la planta de Cardales.
El grupo Ferrero llegó a la Argentina en 1993 con Tic Tac y Ferrero Rocher. En 1996, Kinder Sorpresa comenzó a fabricarse en la planta que construyó en Cardales.
A nivel global, en el 2020 alcanzó ventas por 12.300 millones de euros que representó un aumento del 7,8% en comparación con la facturación del año anterior de 11.4000 millones de euros.
El balance consolida 105 empresas y 31 plantas productivas en todo el mundo, vendiendo directamente y a través de distribuidores en más de 170 países, más que nada en Estados Unidos y otros mercados occidentales, incluidos Alemania, Francia e Italia.
El grupo posee un valor de mercado cercano a los u$s30.000 millones, pero su dueño Giovanni Ferrero se mantiene firme a conservar su herencia familiar, fundada en 1942 por su abuelo Pietro Ferrero.
De hecho, ha estado en la mira durante años de bancos de inversión y de firmas similares como la estadounidense Mars (fabricante de marcas como Snickers y Milky Way) y la suiza Nestlé.