Prepará el bolsillo porque empieza a definirse este aumento de la luz tras el congelamiento
La suba del servicio de electricidad en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) entra en la etapa de definiciones. Entre hoy y mañana, se llevarán a cabo las audiencias públicas para establecer el tenor del incremento que habilitará el Gobierno tras un congelamiento que se intensificó durante la pandemia.
Durante la jornada de este lunes, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), mantendrá encuentros con las empresas de transporte de alta tensión. Se debatirá la situación tarifaria de Transener, Transba y DistroCuyo, TranseNea, TransNoa, Transpa, Transco y Epen, todas bajo regulación federal por lo que las audiencias estarán a cargo de la Nación y no de las provincias.
Ya el martes será el turno de las distribuidoras Edenor y Edesur. Si bien ambas compañías solicitaron incrementos de al menos un 34 por ciento, lo cierto es que el oficialismo no permitiría una suba superior al 15 por ciento. En torno a los pasillos oficiales no faltan quienes mencionan que el porcentaje final incluso podría caer a 9 por ciento.
Según pudo saber iProfesional de fuentes ligadas a este proceso, el guarismo final quedará establecido a mediados del mes de abril. En el Gobierno se discute si el aumento se hará retroactivo a algún mes de este 2021.
El porcentaje que habilitaría el oficialismo, dada la diferencia con lo que solicitaron las distribuidoras, implicará de plano un incremento de los subsidios provenientes de las arcas públicas. Vale recordar que casi la mitad de los costos de las empresas del sector cotizan en dólares.
Desde el ENRE ya informaron que al primer incremento que se establecerá en abril le seguirán subas semestrales. La segmentación por poder adquisitivo que se propuso en un primer momento desde la cartera de Economía recién volvería a discutirse en el último trimestre del año.
El aumento que ya se dibuja en el horizonte les permitiría a las compañías del rubro comenzar a reducir el rojo que mantienen con la distribuidora CAMMESA. Ocurre que, ante la ausencia de incrementos tarifarios, las empresas optaron por dejar de pagarle a la estatal.
El paulatino reacomodamiento de las boletas acercará oxígeno para que las compañías comiencen a reducir una deuda que en el sector estiman cercana a los 155.000 millones de pesos. Resta conocer las facilidades de pago que se le acercarán a transportadores y otros actores del sector.
La posición de las distribuidoras.
Edenor y Edesur, las distribuidoras de electricidad del AMBA, cuentan con más de 5,7 millones de clientes.
La primera tiene 3,2 millones de clientes que implican 9 millones de personas, con una participación del 20 por ciento del mercado total, mientras que Edesur presta servicio a 2,5 millones de clientes o 6,1 millones de personas, equivalente al 21 por ciento del total país.
En ambos casos, las compañías vienen de recordarle a la autoridad regulatoria que la última actualización del cuadro tarifario corresponde a marzo de 2019.
En el caso de Edenor, el informe presentado a la interventora del ENRE María Soledad Manin, planteó una necesidad de flujo de fondos con un déficit de caja para este año de 20.142 millones de pesos, lo que incluye las previsiones de compra de energía, inversión, operación y mantenimiento entre los principales ítems descriptos por la compañía que se encuentra en un proceso de venta por parte de Grupo Pampa Energía al nuevo accionista Edelcos.
El informe elevado al ENRE plantea una necesidad de fondos que, en términos de aumentos tarifarios -los que se podrán cubrir vía subsidios o vía facturación al consumidor-, significaría un aumento del 31 por ciento sobre el valor final en factura, siempre que no exista ningún otro cambio dentro del precio estacional de la energía y el valor de transporte.
Edenor añadió que el Estado nacional incurrió con la distribuidora en una deuda de 38.477 millones de pesos por la falta de cumplimiento de los cuadros tarifarios y los mecanismos de actualización establecidas en la Revisión Tarifara Integral (RTI) de 2016.
En el caso de Edesur, la distribuidora que forma parte del Grupo Enel, planteó sus proyecciones de necesidades de flujo de caja para este año con un acumulado negativo estimado de 34.260 millones de pesos.
Ese requerimiento no contempla lo que la distribuidora considera "deudas desde marzo de 2019 al 31 de marzo próximo por acreencias tarifarias" del orden de los 22.160 millones de pesos por los cuadros tarifarios pendientes de aplicación.