Un dato alarmante: estos son los miles de millones de dólares que se dejan de exportar por el paro en puertos
Exactos veinte días. El paro establecido en las principales terminales portuarias, a partir de un reclamo salarial, ya es el más potente de las últimas dos décadas y se encamina a romper todas las marcas en términos de impacto para el sector agroexportador. Ni hablar de lo que esto implica para la caja del Gobierno: sendos especialistas aseguran, tal como está dado el escenario, diciembre cerrará con el peor registro de liquidación de 2009 a esta parte.
Los barcos afectados ya ascienden a 175, y más de 60 se encuentran atracados en los muelles a apostados en rada a la espera de que se les permita ingresar para recibir la carga. Los algo más de 100 restantes, en tanto, se encuentran fondeados en zonas próximas a los puertos también atentos de alguna señal que les de la oportunidad de operar.
En total, la capacidad afectada supera los 4,5 millones de toneladas. En dólares, semejante volumen equivale a un monto cercano a los u$s2.300 millones. Sin embarques no hay divisas y la liquidación posible, estiman en puertos como Rosario, se ubicará por debajo de los 1.000 millones en moneda estadounidense. La última caída de ese tenor tuvo lugar hace 11 años.
El paro comprende a las terminales de Quequén, Bahía Blanca, San Lorenzo, Puerto General San Martín, Arroyo Seco, Rosario, General Lagos, Villa Constitución, Zarate, San Nicolás, Ramallo y Timbúes.
Representantes de los gremios aceiteros y directivos de las agroexportadoras se encuentran reunidos este martes, con intervención del Ministerio de Trabajo, en otra audiencia promovida por la cartera para acercar las posiciones. Por el momento nada permite suponer que habrá un acuerdo y la medida de fuerza resultará dejada de lado de forma inmediata.
Durante la jornada del lunes, las organizaciones rechazaron la nueva oferta realizada por la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA), la cual consistía en un 35 por ciento de aumento para el presente año y una actualización basada en el índice de costo de vida del INDEC para 2021. La propuesta también incluía un sueldo adicional y un bono excepcional de 70.000 pesos para los trabajadores que contribuyeron con su esfuerzo durante la cuarentena.
Mientras tanto, las compañías siguen divulgando datos inherentes a las pérdidas que la parálisis viene generando para estos actores.
Según un informe de la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca (BCP), entre el 9 y el 24 de diciembre, la carga de buques cayó un 75 por ciento en los puertos cercanos a esa ciudad respecto a las realizadas en el mismo período del año anterior, al embarcarse solo 125.401 toneladas.
Siempre de acuerdo a la entidad, el número de buques en fondeadero en la terminal de Ingeniero White asciende a 4, mientras que otros 3 se encuentran amarrados, a la espera de ser cargados. En total, las naves mencionadas deberían embarcar productor por un valor cercano a los 54 millones de dólares. En simultáneo, el ingreso de camiones con carga se redujo 80 por ciento en lo que va de diciembre.
Como expuso iProfesional en las últimas horas, Cargill, Bunge, ADM, Dreyfus, Glencore, COFCO, Terminal 6, Molinos Río de La Plata y Aceitera General Deheza (AGD), están entre las compañías e instalaciones sin actividad desde principios de mes.
Desde la Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA) advirtieron que la parálisis extendida pegará de lleno en otros resortes de la actividad económica además del conocido freno a la salida de granos. En concreto, la entidad vaticinó un probable desabastecimiento de combustibles además de un agravamiento del "aislamiento del comercio exterior del país".
Reclamo de fondo
La medida de fuerza promovida por aceiteros y recibidores, que se prolongaría más allá de este martes, gira en torno a una recomposición salarial largamente reclamada por los sindicatos movilizados.
"Los trabajadores nunca hemos cambiado nuestros reclamos, seguimos insistiendo con nuestra propuesta: deben cumplir con el acuerdo para el 2020 y ajustar el 25 por ciento que ya hemos percibido para llevarlo al 35 por ciento de inflación proyectada para este año, pagando el bono anual de todos los años ajustado con la pauta firmada", expuso Pablo Palacio, referente máximo de los recibidores de granos, en declaraciones expuestas por este medio la semana pasada.
"Por primera vez y con motivo de la pandemia tuvimos el aumento recién en el mes de mayo, 5 meses más tarde de lo legalmente establecido. Claro que las empresas agroexportadoras nunca detuvieron su producción", agregó.
A tono con esto, el secretario general de la Federación Nacional de Trabajadores Aceiteros, Daniel Yofra, justificó la huelga y señaló que "es la clase obrera la que debe determinar cuánto debe cobrar un trabajador para vivir dignamente, ajustándose a derecho".
El dirigente gremial dijo que ante el reclamo de aumento salarial y de bono de fin de año "las patronales siempre dicen que no lo pueden pagar". Para luego agregar que los operarios van "a resistir como siempre hasta lo último, y veremos quién aguanta más".