Construir, un desafío: cuándo "abundarán" los materiales, qué pasa ahora con el cemento y el rol de la "policía del ladrillo"
Predomina la turbulencia en el ámbito de la construcción. Ocurre que, más allá de las bondades que acerca la diferencia cambiaria para quien tiene dólar en mano, los vaivenes en torno a la disponibilidad de materiales como el cemento y los ladrillos, los conflictos en torno al cemento, y la amenaza del Gobierno de aplicar multas a corralones y fabricantes, amenazan complicar una recuperación de la actividad que parecía consolidada.
Desde organizaciones como el grupo Construya, que integra a los principales proveedores de materiales del país, anticiparon a iProfesional que más allá de la presión oficial la disponibilidad de insumos recién podría normalizarse a fines del inminente verano.
La producción local, según la organización, todavía opera con un 30 por ciento menos de su dotación de personal habitual, por lo que el ritmo de generación de materiales continúa bajo. En contrapartida, el volumen de pedidos es tal que, hoy por hoy, la demora en la entrega de los materiales para la construcción que se elaboran en el país alcanza por lo general los 90 días. Y subiendo.
En el sector temen que el desabastecimiento termine por enfriar de alguna forma la evolución fuerte que viene mostrando la construcción tras la salida de la cuarentena. Pero, al mismo tiempo, reconocen que el contexto de Covid-19 vigente -con las complicaciones operativas que esto genera- impide el funcionamiento pleno de todas las plantas.
"Está reducido el stock de aceros, de ladrillos. Los problemas de abastecimiento no se acomodarán de un día para otro. Seguimos con menor productividad porque no tenemos a todo el personal trabajando. Y eso es por el contexto sanitario. La demanda se recuperó de golpe y encontró al sector con existencias bajas. Se acaban de reactivar las obras cuando falta capacidad instalada. En el conurbano buena parte de los fabricantes estuvieron más de 3 meses con actividad mínima", comentó a iProfesional Pedro Brandi, titular de Construya.
El directivo remarcó que las complicaciones actuales recién podrían estar superadas "para marzo". Nada de esto parece entender el Gobierno, que en los últimos días activó lo que en el sector de los comercializadores ya denominan con sorna la "policía del ladrillo" -mediante la Ley de Abastecimiento- con el fin de aumentar la oferta en los corralones.
"El Gobierno se pone en la posición del desentendido que piensa mal cuando entre los factores que achicaron el stock está la situación económica general. La menor demanda inicial derivó en una producción menor, y luego la cuarentena puso a las empresas en parálisis o a trabajar con fuertes restricciones. Esos no son aspectos que haya definido el sector de los materiales", comentó Brandi.
El Gobierno presiona
En la última semana, y a tono con sus advertencias, la Secretaría de Comercio Interior llevó a cabo casi 100 inspecciones a corralones por presunto acopio y especulación. Desde el oficialismo informaron que la intención es evitar los sobreprecios y terminar con el desabastecimiento.
"En toda la cadena de producción, distribución, y comercialización hay algunos pícaros que generan y acentúan esta situación de cuello de botella y restringen la oferta", expuso Paula Español, titular de la dependencia oficial.
"No solo se dictaminó la Ley de Abastecimiento, que lo que hace es incitar a las empresas a que produzcan, distribuyan, y comercialicen lo máximo posible, sino que además de esa herramienta, ya hicimos requerimientos de informes oficiales e inspecciones físicas en empresas, corralones, y comercializadoras", agregó.
La Ley de Abastecimiento fija multas de hasta 10 millones de pesos a comercializadores y fabricantes en caso de comprobarse maniobras justamente especulativas. También otorga luz verde para clausurar establecimientos por 90 días, además de inhabilitar a los empresarios para el acceso a créditos.
El marco permite aplicar, además, "inhabilitación especial de hasta cinco (5) años para ejercer el comercio y la función pública" y "Suspensión de hasta cinco (5) años en los registros de proveedores del Estado".
"Hasta ahora las inspecciones se han concentrado en los corralones. Pero puede ocurrir que si el Gobierno sospecha que el problema es de las fábricas, bueno, se acerquen a nuestras empresas. Esperemos que tomen en cuenta todas las complicaciones que ha venido enfrentando el sector", dijo Brandi.
Problema del cemento
A las complicaciones para dar con ladrillos, aceros y metalúrgicos en general ahora se sumó un nuevo dolor de cabeza con origen en la producción de cemento. Por efecto de un conflicto sindical que cercenó la entrega de insumos, Loma Negra paralizó dos de sus hornos en Olavarría y el despacho del material clave para la construcción comenzaría a faltar esta semana.
Loma Negra es dueña del 45 por ciento del mercado nacional de abastecimiento de cemento. El parate hasta nuevo aviso cayó como una bomba entre los empresarios de la actividad inmobiliaria, quienes señalan que la compañía es la principal proveedora de cemento a granel, material clave para el desarrollo de emprendimientos a gran escala.
Según pudo saber iProfesional, hasta ahora la intervención del Ministerio de Trabajo -que dictó conciliación obligatoria el jueves pasado- no ha dado resultados. La Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) exige una recomposición salarial.