Una vacuna a dos puntas: el magnate local que abrochó el acuerdo con Oxford y su rol en la "opción china"

Sacudió la escena nacional a fines de agosto, cuando el Gobierno anunció un acuerdo con los laboratorios AstraZeneca para producir en el país la vacuna contra el Covid-19 impulsada por la Universidad de Oxford.

Los detalles de varios de sus movimientos comerciales salieron a la luz tras esa aparición y también quedó a la vista la estrecha relación que mantiene con Carlos Slim, el mexicano que desde hace años se mantiene en el podio de los hombres más adinerados del planeta.

También, que a sus 76 años acumula una fortuna cercana a los 2.000 millones de dólares, vive en España y financió parte de la producción de éxitos cinematográficos como "Relatos Salvajes".

Cercano a los nombres fuertes del actual gobierno, Hugo Sigman pisa fuerte en el negocio farmacéutico a través del holding Grupo Insud. Justamente una de las patas del conglomerado, el laboratorio mAxience, quedó como la encargada de fabricar en Argentina el desarrollo que promueve Oxford.

"Nuestra recién inaugurada planta de Garín (Argentina) realizará la producción del principio activo que, posteriormente, será enviado a México para completar su proceso de producción y llenado", informó mAxience a través de un comunicado divulgado a fines de agosto.

"El acuerdo con AstraZeneca, y financiado principalmente por la Fundación Carlos Slim, proveerá con más de 200 millones de dosis de la vacuna que se suministrarán a todos los países de América Latina, excepto a Brasil. Las actividades para transferir la tecnología de AstraZeneca a Garín comenzarán en breve, por lo que tendremos las instalaciones de nuestra nueva planta 100% dedicadas a la producción de vacunas durante los próximos meses", se indicó en otro apartado.

Pero la injerencia de Sigman en la producción comercial de la vacuna para detener la expansión del coronavirus no se agota en el dominio de mAxience. Muy por el contrario, y según pudo constatar iProfesional, el empresario también está detrás de la evolución local de Sinopharm, la vacuna china que también transita la fase 3.

Ocurre que Elea-Phoenix, laboratorio que patrocina los testeos de Sinopharm en el país, también forma parte del holding Insud. Elea pasó a manos de Sigman en 1990 y en diciembre de 2017 el empresario avanzó con la adquisición de Phoenix.

Un dato cuanto menos particular: en abril de 2019, Elea solicitó un Proceso Preventivo de Crisis (PPC) exponiendo como argumentos la pérdida de ventas en el mercado interno, el incremento de la deuda en dólares, y una fuerza de ventas "sobredimensionada" a partir de la compra previa de Phoenix.

mAxience, laboratorio propiedad de Sigman, controlará la fabricación en Argentina el desarrollo que promueve Oxford.

"En medio de una fuerte caída de ventas en el mercado interno y endeudada en dólares, la empresa necesitaría despedir entre 100 y 120 trabajadores. Sucede que con la compra de Phoenix, Elea amplió su plantilla laboral de 800 a 1.200 personas. Y pasó a tener 370 visitadores médicos, frente a los entre 120 y 210 que tienen otros laboratorios grandes nacionales", informaron agencias el año pasado.

El tándem con Fundación Huésped

Hoy, dado el rol de Elea-Phoenix en la evolución de la alternativa sanitaria china, de ese escenario de crisis y necesidad de achique parece no quedar el mínimo rastro.

La participación del laboratorio bajo control de Sigman vía Insud tiene su complemento en el rol de la Fundación Huésped en lo que hace a coordinación de los testeos. Esta última mantiene en su página oficial un formulario orientado a aquellos particulares que deseen ser parte de las pruebas de Sinopharm.

La experimentación local con el desarrollo chino tuvo su puntapié inicial en un acuerdo rubricado entre el Ministerio de Salud y el gobierno de la potencia asiática también a fines del mes de agosto.

Las pruebas están pautadas para un período de 12 meses y atadas a un muestreo de 3.000 voluntarios. Para llevar a cabo la tarea, Fundación Huésped puso a disposición tres centros del grupo Vacunar.

Las pruebas de Sinopharm se realizan en coordinación con la Fundación Huésped.

Sinopharm utiliza virus inactivado, una versión muerta del germen que no produce enfermedad pero genera anticuerpos y que ya se utiliza en varias vacunas como las de la gripe, hepatitis A, polio y la rabia.

En simultáneo al status doméstico, también se encuentra en fase 3 con diversos estudios en Emiratos Árabes Unidos (45.000 voluntarios), Baréin (6.000), Perú (6.000), además de Marruecos, Pakistán, Serbia y Jordania. En China la vacuna tiene ya una autorización provisoria y fue aplicada a más de 300.000 personas.