De Narváez busca el "guiño" oficial para su plan de inversiones en Walmart
Buscar la aprobación del Gobierno a sus planes para Walmart parece haber sido la primera medida tomada por Francisco De Narváez luego de la compra de la filial local del principal grupo supermercadista del mundo.
Con ese objetivo, el empresario mantuvo una reunión con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas en la cual le informó que planea invertir de manera inmediata u$s120 millones para sostener y mejorar las operaciones de la cadena, además de encarar un plan de desarrollo de proveedores PyME y de seguir aportando al programa de Precios Cuidados.
En el caso de Kulfas, el ministro no reflejó lo que algunos medios vinieron sosteniendo con respecto al recelo oficial por el desembarco en este negocio de quien le ganó al kirchnerismo las elecciones de medio término del 2009.
Por el contrario, Kulfas consideró que la compra de Walmart por parte del empresario es "una muy buena noticia", a contramano de lo que las usinas políticas cercanas a la vicepresidenta Cristina Kirchner venían difundiendo sobre un supuesto malestar de ese sector del Gobierno por el desembarco del "verdugo" de Néstor Kirchner en aquellos comicios, cuando derrotó al ex presidente en los comicios legislativos.
Nada de eso se vio reflejado en el corto encuentro que el titular de la cartera de Desarrollo Social mantuvo con el dueño del Grupo De Narváez (GDN), durante la mañana de este lunes 9 de noviembre.
Para Kulfas, la operación tampoco es representativa de la fuga de empresas que se viene evidenciando en los últimos meses ya que, según sus declaraciones, "se trata de una compañía internacional que hace una reestructuración global que incluye a países como Brasil e Inglaterra".
El funcionario también celebró que Walmart haye elegido "a un grupo importante del sector con experiencia en el país y operaciones en Uruguay y Ecuador".
La reunión es previa al desembarco formal que hará GDN en las oficinas centrales de Walmart, ubicadas en el barrio porteño de Villa Pueyrredón, donde esta tarde tomarán posesión esta tarde de los activos de la cadena.
La estratégia de De Narváez
Para encarar esta apuesta, De Narváez se apoyará en Fernando Minaudo, CEO del holding y su mano derecha desde hace ya varios años. También en Federico Erhart, hasta la semana pasada CEO de El Cronista, diario que forma parte del pool de activos que comanda el empresario y ex diputado nacional.
En este último caso, se trata de alguien que ya estuvo vinculado al sector supermercadista en la cadena Disco, antes de ingresar a comandar las tareas del diario económico con escasos resultados positivos en los últimos años en los cuales los trabajadores de El Cronista enfrentaron varias batallas por salarios y aumentos.
De todos modos, De Narváez fue solo a la charla con Kulfas y, según el comunicado difundido por Desarrollo Productivo, reconoció la obligación de los empresarios de "invertir y dar trabajo formal y pagar nuestros impuestos", a la vez que comentó su expectativa de ampliación en el mercado argentino.
En ese contexto, Kulfas le recordó el interés del Gobierno en que el sector privado trabaje en la ampliación de la participación de las pymes en todos los tramos de la cadena minorista. "Nos interesa que se desarrolle el entorno comercial en beneficio del consumidor y el componente pyme en toda la cadena", le dijo el Ministro.
En esa línea, el empresario destacó que la compañía tiene programas propios de impulso al desarrollo de proveedores pymes, de equidad de género y políticas de primer empleo en sus operaciones en Ecuador y Uruguay.
"Nuestro objetivo es invertir para tener una organización eficaz y eficiente, esa es la política que hemos seguido en todos los países en los que estamos presentes y eso va a pasar con Walmart", resaltó De Narváez cuyo grupo opera una red de más de 250 locales en Ecuador y 180 en Uruguay.
Mientras esto ocurría en la Argentina, la cadena norteamericana emitió un comunicado a nivel internacional reconociendo su salida del mercado local y asegurando que la operación se verá reflejada en el tercer trimestre fiscal del año próximo, con una pérdida no monetaria después de impuestos de u$s1000 millones.
Walmart aceptó vender sus activos en el país, luego de varios años de problemas financieros vinculados con la recesión económica que arrastra el país desde el 2018, y que se vio profundizada por la pandemia del Covid-19, la crisis cambiaria a salida y la desconfianza de los inversores internacionales en el rumbo del país por la falta de definiciones políticas y reglas de juego claras.
La salida de su negocio en Argentina, donde comenzó a operar en 1995, representa dejar una operación de 9000 empleados en 92 tiendas, incluyendo las de Changomas y Punto Mayorista, que ahora pasarán a ser gestionadas por De Narváez y su grupo.