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Alerta de las empresas al Gobierno: si no cambia, habrá desabastecimiento de alimentos

Reclaman un acuerdo con las autoridades para desarmar el programa que mantiene los valores de más de 2000 productos congelados desde marzo pasado
27/10/2020 - 11:00hs
Alerta de las empresas al Gobierno: si no cambia, habrá desabastecimiento de alimentos

La preocupación de la industria alimenticia con respecto al congelamiento de los precios crece día a día y se sustenta en la falta de precisiones de parte del Gobierno sobre el futuro de programas como el de Precios Máximos que, desde marzo pasado, mantiene casi sin variantes los valores de más de 2000 productos.

El programa vence esta semana y desde el Ministerio de Desarrollo Productivo no han enviado señales sobre si será o no prorrogado por otros tres meses como viene ocurriendo desde que comenzó a implementarse el 6 de marzo pasado y que hasta ahora permitió una ronda de incrementos leves que no superaron el 4% en algunas marcas.

En septiembre pasado, el ministro Matías Kulfas le había prometido a las empresas del sector alimenticio reuniones para ir desarmando de manera paulatina el programa de Precios Máximos que finalmente no parece que vaya a ocurrir en noviembre.

Si bien las autoridades no dan señales sobre la decisión que se va a tomar, hasta ahora el programa fue extendido de manera paralela a la prórroga de la cuarentena. Es decir, cada vez que el presidente Alberto Fernández optó por ampliar las medidas sanitarias de restricción, Precios Máximos tuvo otro período trimestral.

El mensaje se alinea con la premisa presidencial de privilegiar la salud por sobre lo demás. "No hay margen para subas mientras dure la cuarentena y se deban adoptar medidas sanitarias que generen consecuencias negativas en la economía", es la frase que deslizan desde la Casa de Gobierno para bloquear cualquier pedido de aumento no sólo en alimentos, sino también en las tarifas de los servicios públicos y de otros rubros como la telefonía, internet y televisión por cable, que también mantienen sus tarifas bajo un estricto cepo de precios.

Por lo tanto, sería factible pensar que no habrá cambios hasta fin de año, a pesar que desde la industria se envían señales preocupantes al Gobierno y se advierte sobre faltante de productos que se transformaría ya en un profundo desabastecimiento.

De hecho, tanto en las grandes cadenas de hipermercados como en los comercios de proximidad, la ausencia de una gran cantidad de artículos y marcas es evidente y mayormente coincide con productos que integran la canasta de Precios Máximos o también de Precios Cuidados.

Ni la presencia de inspectores de la AFIP y de Desarrollo Productivo en los establecimientos prometiendo sanciones a empresas y cadenas que lleven a cabo estas políticas sin justificaciones que validen esos menores niveles de producción, impidió que la situación se haya transformado ya en un motivo de gran desesperación por parte de las empresas, que no entregan productos muchas veces por la incertidumbre sobre los costos más que nada atados a la evolución del dólar.

Esta inestabilidad se suma a otras ya generadas por la fragilidad de la cadena de pagos de un sector que, si bien nunca paró sus actividades, también evidencia síntomas de recesión y de fuerte caída en sus volúmenes de venta.

Anticipan más desabastecimiento si se mantiene Precios Máximos
Anticipan más desabastecimiento si se mantiene Precios Máximos

El fin de las bonificaciones

Muchos fabricantes reducen o directamente eliminan las bonificaciones que habitualmente discuten con sus clientes para forzar aumentos encubiertos en los precios que finalmente no podrán ser avalados en las góndolas por falta de autorización oficial.

Así vino ocurriendo en las últimas semanas, cuando circularon hasta 60 listas de precios diferentes entre proveedores y supermercados, con aumentos que rondaban el 15% para algunos alimentos como yerbas, harinas, fideos, azúcar y aceites.

En este contexto, el plan para desarmar Precios Máximos parece haber quedado guardado en algún cajón oficial. La idea, consensuada entre empresarios y el Gobierno, se orienta a finalizar con el programa de manera escalonada, trasladando productos de primera marca al de Precios Cuidados.

La decisión es no cortar Precios Máximos de manera abrupta sino de una forma escalonada, permitiendo aumentos graduales por categoría hasta fin de año a partir de la ampliación de Precios Cuidados que en fue extendido hasta fin de año y al que se sumaron nuevos productos de primeras marcas y se les permitieron subas de un 5% de promedio pero con picos de hasta el 9%.

Estas subas, en general, fueron mayores a las permitidas en Precios Máximos que rondaron el 3%. Además, en el caso de Precios Cuidados juega como referencia en los valores para las marcas líderes mientras que en el caso de Precios Máximos impide este tipo de políticas comerciales al ordenarse un congelamiento generalizado y que en la actualidad parece haber quedado ya desvirtuado por el contexto.

De esta forma, se evitaría un final abrupto que permita masivos aumentos de precios a partir del descongelamiento que, de hecho, implicaría tomar una medida de este tipo sin contar con un proceso de escalonamiento de salida del programa, al estilo del que se tomó para volver a reintegrar a los precios de los alimentos el IVA que había sido eliminado por el anterior gobierno de Mauricio Macri.

Pero mientras esto no ocurra, las empresas productoras de alimentos y las grandes cadenas de retail saben que les será difícil seguir sosteniendo los actuales niveles de abastecimiento al público.

De hecho, hay cada vez más góndolas con más espacios vacíos como consecuencia de la menor "dedicación" en abastecer a los consumidores de los casi 2.300 productos de almacén, higiene y salud que tienen sus precios congelados desde el 6 de marzo pasado a partir del listado impuesto por el Gobierno para regular los incrementos mientras duren las medidas de aislamiento social para combatir la pandemia del Covid-19.

Los empresarios cuestionan la vigencia del programa por entender que ya cumplió su ciclo y que ahora impide actualizar los costos que, sostienen, acumulan un retraso que ya supera ampliamente el 50% en algunos casos.

Empresas anticipan más desabastecimiento si el Gobierno mantiene Precios Máximos
Empresas anticipan más desabastecimiento si el Gobierno mantiene Precios Máximos

Es que, además del impacto de las medidas sanitarias contra el coronavirus, la industria acumula desde el año pasado un retraso producto de la recesión que venía atravesando la economía y que impedía trasladar las subas de costos al precio de los alimentos.

Y la pandemia trajo aparejados gastos adicionales que en la actualidad no se ven reflejados en los valores finales y que se vinculan con la puesta en marcha de protocolos especiales; reposición de personal exceptuado para trabajar durante la cuarentena; bonos y cuotas de paritarias y la devaluación del tipo de cambio oficial, entre otros.

En este contexto, desde la Copal, la cámara que agrupa a las empresas alimenticias y que preside Daniel Funes de Rioja, había solicitado mantener reuniones con el ministro Kulfas y con la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, para analizar el futuro del programa.

En un principio, hubo predisposición de parte de los funcionarios para concretar los encuentros que, sin embargo, no se concretaron y que a los empresarios les hace sospechar que a finales de esta semana se anunciaría una nueva etapa de Precios Máximos hasta fin de año y sin la posibilidad de retoques en los valores.

Hasta la semana pasada y para cumplir con otro requisito impuesto desde Comercio Interior, las las principales compañías del sector le fueron acercando a las autoridades trabajos donde se detallan las estructuras de sus costos y la evolución en los valores de los insumos que deben utilizar para producir.

El objetivo era convencer a los funcionarios de la necesidad de aplicar retoques como forma de compensar en parte el desfasaje que se viene dando entre los cada vez más elevados costos de producción y el valor de los alimentos en las góndolas.

En este sentido, fuentes oficiales dejaron una puerta abierta a futuros retoques si las empresas pueden justificar los pedidos, aunque en el sector se asegura que por los próximos 30 días no habrá chances de convertir esta promesa en realidad.

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