¿Por qué "mueren" los súper chinos?: a la pandemia se sumó un nuevo enemigo que les "roba" los clientes
En el ámbito de los supermercados chinos prevalece una certeza al momento de definir el contexto actual del segmento: es el peor escenario comercial que se recuerde desde 2001 a esta parte. El impacto del combo que mezcla pandemia con cuarentena, sumado a una recesión cada vez más extensa, mantiene en situación de crisis profunda a cerca de 13.000 puntos de venta distribuidos en todo el país. La devolución de locales ya es una tendencia dominante entre los orientales mientras la opción del éxodo toma mayor cuerpo entre los empresarios.
A todo ese escenario negativo se le sumó la expansión que vienen llevando a cabo actores del sector mayorista que, ante el cambio en los patrones de consumo por efecto del mal momento económico, aceleraron la puesta en marcha de sus propios comercios de proximidad.
"A todo lo malo que ya veníamos sumando se le agregó algo más: nuestros proveedores ahora compiten cara a cara con nosotros", indicaron a iProfesional referentes del supemercadismo oriental.
El comentario en cuestión hace referencia, en concreto, a los movimientos que promueven compañías como Diarco, que a través de su formato "Diarco Barrio" inició una expansión fuerte tanto en Capital Federal como en el resto del país -presencia en 17 provincias-. Sólo en la geografía porteña, y tras sumar recientemente dos nuevas inauguraciones en Villa Crespo, la firma suma 27 puntos de comercialización activos.
"A todo el contexto de recesión y caída en las ventas se añaden estos cambios en la competencia. Hoy estamos en un momento de cambalache comercial por efecto de la misma crisis. Por supuesto que para nuestro rubro la expansión de los proveedores no es una ayuda, estamos con un derrumbe en la facturación superior al 20 por ciento. La pandemia nos dejó en la peor situación", comentó a iProfesional Yolanda Durán, presidenta de CEDEAPSA, la organización que integra a los comerciantes asiáticos.
"Tenemos más de 200 supermercados que mantienen las persianas bajas por la cuarentena y el temor al contagio, también otros 500 que no reabrieron porque sus dueños no regresaron de China a partir de la intensificación de la pandemia. Y no sabemos cuántos quedarán en pie de los 13.000 que funcionaron alguna vez porque no faltan quienes quieren irse del país. En décadas no la pasábamos tan mal", agregó.
Durán señaló que el supermercadismo oriental, en tanto inserto en el pelotón de los "esenciales", no recibió ayuda financiera alguna para afrontar los costos operativos y el pago de sueldos del personal.
"Por el contrario, nos metieron más controles y sufrimos un atropello permanente de parte de las autoridades sobre todo en los municipios del conurbano. Áreas como seguridad e higiene nos han sacado cualquier plata con la excusa de la pandemia. Pagamos cada vez más para lograr que no nos saquen la habilitación", dijo.
La carga del alquiler
A la par de esta presión, la directiva sostuvo que también se intensificaron las exigencias para con los comerciantes asiáticos en lo que hace a los contratos de alquiler.
"El 80 por ciento de los supermercadistas chinos es inquilino. A muchos les empezaron a cambiar las condiciones de alquiler y pasaron a pagar incrementos del 25 por ciento semestral. De ahí que varios comerciantes directamente optaron por cerrar ya que no podían cubrir esos pagos. La pandemia también alienta los abusos", disparó.
Por último, Durán expuso al presunto incremento en los niveles de inseguridad en determinados puntos del conurbano como otra variable que complicó la vuelta de varios comercios.
"En Lomas de Zamora, muchas zonas del Sur, tenemos supermercados que apenas si abren 3 o 4 horas por día. Los comerciantes están con temor porque todo el contexto social ha cambiado para peor", aseveró.
Para luego añadir: "Al mismo tiempo, el flujo de gente no se recupera. En lo que llevamos de cuarentena los precios subieron un promedio del 25 por ciento. La gente tiene menos dinero en el bolsillo y todo más caro en el supermercado. ¿Quién puede afrontar semejante nivel de aumentos con los ingresos del hogar en permanente caída? Sin ayuda oficial esto se complicará más para todos. En nuestro caso, quién sabe cuántos quedarán en pie cuando todo esto pase".