Tras la decisión de Falabella, ahora Glovo confirma que deja Argentina: la triste sangría que sufre el país
La salida de empresas no se detiene. A horas de confirmada la decisión de Falabella de poner fin a sus operaciones en el mercado doméstico, la app de delivery Glovo acaba de informar que también arma las valijas y se retira del país. La decisión llega muy poco después de conocidas las nuevas restricciones al dólar impuestas por el Gobierno nacional, y precedida por una auténtica catarata de retiradas que ganó velocidad con el correr de la cuarentena.
"A partir de la noticia de público conocimiento, la compañía afirma que efectivamente Glovo vendió sus operaciones de Latinoamérica a Delivery Hero (dueña de PedidosYa), y además, dejará de operar en la Argentina. La decisión ha sido definida por la casa matriz para focalizar el crecimiento y presencia en otros mercados clave de la compañía", detalló la empresa en un comunicado.
"Glovo Argentina comprende el impacto local del anuncio y agradece profundamente a toda su cadena de valor en el esfuerzo para consolidarse a nivel local desde su llegada al país en 2018", se añadió. Para luego informar que "Argentina, República Dominicana y Panamá continuarán operando hasta octubre 2020".
Glovo nació en Barcelona en 2015 y llegó a estar presente en 140 ciudades de 20 países distintos. En la Argentina comenzó a funcionar a principios de 2018. Hasta este anuncio, operaba en ocho ciudades: Capital Federal; Buenos Aires (GBA Norte, GBA Oeste, GBA Sur, La Plata, Mar del Plata y Bahía Blanca), Santa Fe (Rosario y Santa Fe); Córdoba, Mendoza, Neuquén, Salta.
Por su parte, Delivery Hero ya es la dueña en Argentina de la app PedidosYa. La firma en cuestión tiene su base central en Berlín, Alemania, y viene de adquirir gran parte del negocio de Glovo en América latina por una cifra cercana a los 270 millones de dólares.
De 2019 hacia acá, la app ahora en retirada del país concretó la transferencia de sus operaciones en Uruguay, Puerto Rico, Egipto, Turquía, Brasil y Chile.
Esta semana, también Falabella
El movimiento de la compañía de delivery ocurre a sólo un día de que la chilena Falabella anunciara el cierre de sus locales propios y la decisión de transferir la operatoria de sus dos puntos de venta Sodimac ubicados en el conurbano bonaerense.
Según trascendió, las ventas de la empresa de origen chileno venían cayendo en picada desde 2018 a esta parte. Pero más allá del contexto local, Falabella también complicó sus números a partir de la expansión del Covid-19 en toda la región.
Sólo entre enero y julio de 2020 el retail acumuló un rojo superior a los 135 millones de dólares. En tanto el hilo siempre se corta en su tramo más delgado, el escaso rédito que le acercaba la operación en la Argentina terminó precipitando el cese de operaciones de una firma que, de forma urgente, necesita readecuar su estructura comercial para volver a crecer.
En septiembre del año pasado Falabella ya había dado la primera señal de que su negocio local no funcionaba: despidió a 250 empleados -casi el 5 por ciento de su plantel en el país- y cerró su local de Florida al 600.
Pérdida de poder adquisitivo, devaluaciones sucesivas y baja expectativa de crecimiento de la economía doméstica en general terminaron sellando el cierre de la representación en Argentina.
Pero lo ocurrido con Glovo y Falabella lejos está de resultar una rareza en el mercado comercial. Muy por el contrario, la salida se inscribe dentro de un éxodo de empresas cada vez más copioso que expone a la Argentina como un escenario de lo menos atractivo para los actores de alcance regional o directamente global.
La retirada de compañías de peso, sólo en lo que va del año, apabulla. Por mencionar los ejemplos más recientes, agosto fue el mes en que cayó el telón para las operaciones de Qatar Airways en la Argentina.
Tras la sucesión de rumores, finalmente la compañía confirmó que levantaba su operación en el país. Desde el entorno de la aerolínea informaron a iProfesional que la decisión fue resultado del "impacto global en las aerolíneas y las condiciones negativas del mercado actual".
"Tras una revisión de las operaciones, Qatar Airways ha anunciado la decisión de cerrar sus servicios desde Doha (DOH) al Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini (EZE), Buenos Aires, Argentina, debido al impacto global en las aerolíneas y las condiciones negativas del mercado actual", expusieron desde el seno de la firma.
"Hemos informado a todos los empleados afectados sobre esta decisión y también estamos trabajando con las partes interesadas y las autoridades pertinentes para asegurarnos de que estén informados de este cierre", añadieron.
De Emirates a LATAM
Lo decidido por Qatar Airways se suma a lo dispuesto por otras compañías para la Argentina a partir del Covid-19. A principios de agosto, Emirates Airlines confirmó el final de la ruta Dubai-Buenos Aires.
"Emirates sigue comprometido con Argentina y esperamos reiniciar nuestras operaciones en Buenos Aires cuando sea comercial y operacionalmente factible hacerlo. Haremos un anuncio formal si hay algún avance en este sentido", comentaron a iProfesional fuentes de la aerolínea.
"No se sabe cuándo se dará el regreso. Las oficinas ya estaban cerradas desde hace tiempo por el Covid-19", se añadió.
Mucho antes, en abril, Air New Zealand se fue del país de forma definitiva tras cinco años de operaciones ininterrumpidas. Antes de la salida, la compañía ya había suspendido la ruta Auckland-Buenos Aires el 18 de marzo y con la intención de reactivar el servicio a partir del 30 de junio.
"Air New Zealand no reanudará la operación de las rutas suspendidas previamente: Auckland-Buenos Aires y Los Ángeles-Londres debido al profundo impacto del Covid-19 en la demanda de viajes futuros", informó la empresa vía un comunicado que se conoció muy pocos días antes de que el Gobierno estableciera el parate hasta septiembre.
Más allá de la enorme relevancia de estos nombres, el cimbronazo más fuerte para el sector tuvo lugar en junio cuando LATAM informó que dejaba de prestar servicios de cabotaje en la Argentina.
Vía un comunicado, la aérea dio cuenta de un cese de operaciones por tiempo indeterminado. En concreto, la empresa señaló que la medida -pautada para los vuelos internos de pasajeros y también el servicio de carga-, obedeció "a que, con las actuales condiciones de la industria local, agravadas por la pandemia COVID-19, no se visualiza la viabilidad de un proyecto sustentable".
"El impacto que han tenido en LATAM Airlines Argentina la pandemia COVID-19 y la dificultad de generar los múltiples acuerdos necesarios para enfrentar la situación actual contribuye a configurar un escenario en extremo complejo, en el que no están dadas las condiciones para viabilizar y sostener a largo plazo las operaciones de la filial", expuso la aerolínea.
La firma detalló que interrumpía por completo los vuelos correspondientes a 12 destinos fronteras hacia adentro, mientras que seguiría cubriendo los servicios internacionales a Estados Unidos, Perú, Brasil y Chile con unidades distribuidas en sus filiales en la región. Los itinerarios cerrados en Argentina correspondieron a Buenos Aires, Iguazú, Bariloche, Salta, Tucumán, Mendoza, Córdoba, Neuquén, Comodoro Rivadavia, El Calafate, Ushuaia y Río Gallegos.
Nike y Lime
Ya en febrero de este año, y tras haber perdido mucho mercado a manos de Adidas, su eterno rival en la Argentina y en el resto del mundo, Nike comunicó su decisión de irse del país y dejar sus operaciones locales a manos del Grupo Axo.
Este último es un operador y distribuidor multicanal que ya tiene los derechos de distribución de la marca de la pipa y de otras 30 empresas en México y Chile y que a partir de este nuevo acuerdo también sumará Chile y Uruguay.
La información fue suministrada por Nike también a través de un comunicado en el cual agregó que sus operaciones en Brasil serían traspasadas al Grupo SBF, dueño de la marca Centauro y de la mayor cadena minorista de artículos deportivos de ese país y de toda América latina.
Por otro lado, enero siempre de este año la compañía estadounidense de monopatines Lime avisó que dejaba Buenos Aires, después de haberse instalado en el país en septiembre.
La firma abandonó la Ciudad junto con otras 11 plazas, incluidas varias en Estados Unidos (Atlanta, Phoenix, San Diego y San Antonio). También se fue de Austria, Colombia, Uruguay, Perú, México y Brasil. La retirada en este caso tiene que ver con la búsqueda de rentabilidad durante 2020.
También laboratorios y autopartistas
En julio, el laboratorio multinacional de origen francés Pierre Fabre, controlante de marcas de dermo cosmética como Avène y Ducray, vendió su planta en la localidad de Virrey del Pino a la local Sidus.
"El acuerdo con Sidus comprende la distribución exclusiva de los productos de Pierre Fabre en el país y la producción en la Planta de Virrey del Pino", indicó la firma a través de un comunicado.
También en el transcurso de ese mes, la autopartista Saint- Gobain Sekurit, fabricante global de parabrisas, cerró su planta de Campana poniendo fin a 150 empleos. En julio además definieron su salida las unidades de pinturas para autos de BASF y Axalta. Un mes antes, PPG Industries, otra "peso pesado" del rubro, también oficializó la decisión de retirarse de la Argentina.
Mediante un comunicado, Axalta reconoció que "se ha visto forzada a cesar operaciones en Argentina debido a la situación económica actual en el país y por el impacto causado por COVID-19".
Por su parte, BASF indicó que "no se retirará del mercado argentino, sino que traslada la producción de pinturas automotrices OEM", además de enfatizar que la "prioridad mantener el compromiso con sus clientes en Argentina". Eso sí, desde julio pasado cumple dicho objetivo desde instalaciones productivas localizadas en la zona industrial de Sao Bernardo do Campo, en el estado de Sao Paulo, Brasil.