Negocio de otros: caída Vicentin, las empresas extranjeras se adueñaron del "top 5" de la exportación de granos
La entrada en default y el posterior derrumbe de su operatoria en el ámbito de la venta al exterior de granos y aceites cambió el mapa de los dueños de la exportación local. A algo más de 8 meses de declarado el desastre financiero, la caída de Vicentin terminó de consolidar a un pelotón acotado de compañías extranjeras como las grandes dominantes del negocio.
Según estadísticas del Ministerio de Agricultura a las que accedió iProfesional, la posición que ocupaba la compañía santafesina quedó completamente en manos de Glencore, un gigante internacional que en la Argentina opera bajo el nombre de Oleaginosa Moreno -firma que adquirió en 1997- y además pisa fuerte en el ámbito de la minería.
La presencia de la firma de origen suizo en la Argentina es cuanto menos abrumadora: fundada en 1974, posee puertos en Santa Fe y Buenos Aires y tiene fuerte injerencia en el negocio de los biocombustibles.
En minería, su participación más resonante correspondió a la explotación de La Alumbrera, considerado durante años como el mayor yacimiento de oro del país.
Siempre en esa actividad extractivista, Glencore persigue el inicio de obras del megaproyecto El Pachón para la explotación de cobre en San Juan. A nivel global, se estima que la empresa factura anualmente unos u$s150.000 millones.
De acuerdo a las mediciones oficiales, Glencore movió casi 5,9 millones de toneladas durante el primer semestre de 2020.
En contrapartida, Vicentin sólo colocó un embarque de 40.000 toneladas de maíz en los primeros seis meses del corriente. En concreto, la firma en cuestión desapareció de los principales rankings de empresas del sector agrícola orientadas al negocio de la exportación.
En la cúspide del movimiento de granos, aceites y subproductos a nivel nacional se ubican la norteamericana Cargill y la china COFCO, con volúmenes casi empatados en 7,1 millones de toneladas colocadas fronteras hacia afuera. La primera factura a razón de 113.000 millones de dólares anuales y es la compañía que no cotiza en bolsa más grande los Estados Unidos.
Controlada por el clan Cargill-MacMillan, considerada la cuarta familia más rica de la potencia del Norte -detrás de Walton (Walmart), Koch (Koch Industries) y Mars (dueños de la alimenticia homónima)-, fuera de la Argentina provee de insumos a Coca Cola y McDonald's, entre otros clientes de relevancia. A nivel local, ostenta presencia desde 1947.
COFCO es el principal "player" estatal chino en lo que hace al movimiento de granos. En el mercado doméstico desembarcó en 2014 tras quedarse con los activos de Nidera y Noble Agri.
En la actualidad, la firma cuenta con una capacidad instalada total de procesamiento de 20.500 toneladas por día en las provincias de Santa Fe y Buenos Aires. Su facturación global merodea los 35.000 millones de dólares.
"China es nuestro mercado más importante y continuará siéndolo en el futuro. Nuestra relación con nuestro mayor accionista, COFCO Corporation, la empresa de agronegocios más grande del mundo según el valor de los activos, nos ofrece una base enorme para aprovechar. China no puede autosatisfacer sus necesidades, por lo que existe una función fundamental para participar como la única plataforma de contratación para que COFCO Corporation importe hacia ese mercado", expuso Jingtao Chi, CEO de la empresa noviembre del año pasado.
Predominio consolidado
La información oficial expone que entre Cargill y COFCO controlan cerca del 25 por ciento de las ventas totales de productos agrícolas al exterior.
Detrás de estas compañías se ubica la también estadounidense Archer Daniels Midland (ADM), que en 2017 completó la absorción de la alemana Toepfer -controlante de terminales en Puerto San Martín, Santa Fe, e Ingeniero White, en provincia de Buenos Aires- con 5,8 millones de toneladas exportadas.
La firma mencionada, también un "peso pesado" de la producción global de biocombustibles, genera ventas anuales del orden de los 65.000 millones de dólares.
Como ya se dijo, tras ADM se ubica Glencore-Oleaginosa Moreno, mientras que el quinto lugar entre las líderes es propiedad de Bunge -bajo control norteamericano- con 5,3 millones de toneladas vendidas al exterior. Esta última es dueña de una facturación global superior a los 55.000 millones de dólares.
Lejos de estas empresas foráneas, la primera argentina en aparecer en la nómina es Aceitera General Deheza (AGD), que en la primera mitad del año cerró por exportaciones por algo más de 4,6 millones de toneladas.
La compañía en cuestión facturó 3.000 millones de dólares en su último ejercicio a partir de venta al exterior y comercialización en el mercado interno -participación en producción ganadera, biocombustibles y elaboración de procesados bajo etiquetas como Natura o Mazola-.