Taxis, el derrumbe: la demanda cayó más del 80%, circula menos de la mitad del parque y pronostican "extinción" del chofer
Afectado por una expansión cada vez más consolidada de las apps de transporte, y una cuarentena que combina menor circulación de personas con pérdida de poder adquisitivo generalizada, el segmento que componen los taxis de Buenos Aires atraviesa la pandemia marcado por el derrumbe del parque de autos en circulación y la pérdida de puestos de trabajo.
De los 38.000 vehículos habilitados para prestar el servicio, hoy por hoy circulan alrededor de 18.000 en un contexto de caída de la demanda del orden del 80 por ciento.
Ante la consulta de iProfesional, referentes de entidades como Taxistas Unidos apelaron a una humorada para definir la actividad en estos tiempos de Covid-19: "Ahora trabajamos de 'calesiteros'. Los que seguimos trabajando sólo nos limitamos a pasear, a dar vueltas. No sacamos ni para los gastos del día. Y eso que el taxi fue considerado actividad esencial. Todo indica que esto se pondrá peor para el sector".
Entre dueños y conductores hay coincidencias a la hora de exponer al rubro como uno de los "olvidados" en términos de ayudas oficiales.
Señalan que al menos el 80 por ciento de los titulares de licencias no tuvo acceso a créditos mientras que, en el caso de los choferes, prácticamente ninguno obtuvo el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) dada la categoría de monotributo que estos ocupan.
"Venimos de mal en peor. Ya en los últimos 4 años se perdieron alrededor de 32.000 puestos de trabajo por la expansión de las apps. La pandemia terminó de volver inviable la actividad para muchos dueños. Hoy tenemos muchos propietarios manejando y una situación de recorte profundo de choferes", comentó a iProfesional Marcelo Boeri, titular de Taxistas Unidos.
"Muchos conductores perdieron el trabajo a partir de la decisión de los dueños de dejar quietos los autos. Otros, salieron de la actividad porque no alcanzaban a cubrir ni el alquiler del día de cada vehículo. Y eso que el monto se mantiene igual desde hace meses. La realidad es que se hace muy difícil para la gran mayoría de los choferes cubrir los 1.000 pesos que, en la mayoría de los casos, cuesta el alquiler del taxi", añadió.
Boeri sostuvo que, de continuar este escenario negativo para el sector en términos de demanda y recaudación, la Ciudad perderá cerca de 10.000 taxis de aquí a la primera parte de 2021.
Un declive potenciado
"El declive empezó hace cuatro años con el ingreso de las aplicaciones y se potenció con la cuarentena. Los taxistas empezaron a recaudar menos pero, en simultáneo, los gastos en términos de aportes sindicales, seguro y otros rubros se multiplicaron. Ni siquiera el abaratamiento de las licencias, que en la actualidad cuestan unos 30.000 pesos cuando hace 3 años estaban en más de 250.000, le dio más aire a la actividad. Tampoco se han dado aumentos en la tarifa. Es un momento crítico", enfatizó.
El referente de Taxistas Unidos expuso que los aportes vía ATP tampoco llegaron a la mayoría de las empresas que ostentan flotas de taxis en tanto "gran parte de los choferes se quedó sin trabajo o directamente renunció para buscar alguna otra oportunidad".
"La actividad no recibió prácticamente ayuda alguna. De ahí que los que circulan hoy son mayormente los propietarios de las licencias. De los 8.000 choferes que calculamos en el último año, apenas si trabajan unos pocos. A este ritmo, el año próximo también será el de la desaparición de estos conductores", pronosticó.
Por estos días, el rubro viene reclamando se declare la emergencia del sector con pedidos de reducción de las cargas impositivas, los aportes sindicales, y los gravámenes a los vehículos que se adquieren con el fin de volverse taxis. "Necesitamos un auxilio inmediato. La actividad, a este ritmo, comenzará a desaparecer totalmente en cuestión de meses", concluyó Boeri.