Venden al costo y no llegan: 40% de los comercios en Capital cerraría definitivo y sin aporte oficial no habrá aguinaldos
Los comercios de la Ciudad de Buenos Aires transitan la fase del desastre económico más allá de la flexibilización establecida por el Gobierno en las últimas semanas. Ocurre que, a contramano de lo que podría suponerse, las reaperturas no redundaron en un aumento fuerte de las ventas si no todo lo contrario: la recesión y el temor al contagio, aunque muchos puntos comerciales venden al costo, vienen marcando una facturación que con suerte llega al 25 por ciento. Y entre las organizaciones del rubro anticipan que, a este ritmo, el 40 por ciento de los locales cerrará sus puertas de manera definitiva antes de que concluya la cuarentena de forma total.
Semejante pronóstico fue ratificado ante iProfesional por referentes de Fecoba, la federación que integra al comercio y la industria en Capital Federal. Expusieron que, a excepción de los comercios que ofrecen electrónica y movilidad urbana -en concreto, venta de bicicletas, monopatines y accesorios-, para la mayoría de los comerciantes la persiana levantada representa una fuente renovada de gastos antes que un alivio para las cajas.
Sin embargo, en la batalla por recuperar cierta normalidad los empresarios pyme siguen apostando por una actividad que en los rubros habilitados tampoco encuentra respiro debido al modo en que se estableció la flexibilización: apertura sólo de lunes a viernes siendo que, se indicó desde Fecoba, el sábado siempre resultó el día de mayor venta en la Ciudad.
La entidad viene de activar "Estoy Cerca", una aplicación diseñada para promover las ventas y entregas online en comercios de cercanía.
"De los rubros habilitados nos encontramos con que, del 100 por ciento liberado, apenas viene abriendo el 70 por ciento. Los locales más chicos, atendido por dueños o con apenas un empleado, de pronto son los que más rápidamente volvieron a estar operativos. En cambio los más grandes están complicados. Enfrentan alquileres altos, impuestos y facturas de servicios elevadas. Son los casos que todavía no están regresando", dijo a iProfesional Fabián Castillo, presidente de Fecoba.
"Después está la situación de la indumentaria y el calzado, que siguen sin tener permiso para reabrir. Ahí el drama es mayor porque estamos en la etapa del frío y en los locales no han podido ni recibir o cambiar los productos. Hablamos de 40.000 comercios que siguen con las persianas bajas, con una afectación en el empleo que alcanza las 200.000 personas", graficó.
Castillo anticipó que, a este ritmo y salvo que el Estado se ocupe de cubrir la mayor parte del pago, los comercios de la Ciudad no podrán afrontar el pago de los aguinaldos. "La mayoría de los comercios no ha podido trabajar en los últimos 60 días, por lo que la facturación es 0. Sólo vamos a poder cubrir los pagos si hay un auxilio del Gobierno. Lamentablemente, los bancos nos han dado la espalda. Ya hemos elevado infinidad de reclamos en ese sentido. Hoy por hoy ocurre que ni siquiera nos atienden para gestionar las líneas el 24 por ciento. Cada día es más complicado para el sector en general. Todos los comercios atraviesan una situación crítica que no se supera ni siquiera vendiendo al costo", aseguró.
Pelea con los supermercados
En medio de los intentos del comercio pyme por hacer pie en este contexto de pandemia y parálisis de la actividad económica, Fecoba hizo pública una denuncia contra los supermercados por considerar que, en tanto muchos ya ofrecen indumentaria y calzado, estos vienen promoviendo una competencia que la organización considera "desleal".
"Estamos observando con preocupación una modalidad que se extiende en supermercados de la zona metropolitana y que le da una vuelta más a la soga que tienen en el cuello los comercios de proximidad", aseguró Castillo.
El titular de Fecoba consideró que resulta "imprescindible actuar con inteligencia para poner un tope al abuso de las grandes cadenas que, aprovechando la crisis sanitaria, salen a vender hasta lo que no tienen, sentenciando de muerte a los comercios de barrio". Hacia adelante, todo indica que la batalla entre el comercio pyme y las cadenas sumará nuevos capítulos en el corto plazo.