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Hamburgueserías y comida rápida: sin "take away" y un delivery "simbólico" anticipan que podrían cerrar hasta 500 locales y peligran 50.000 empleos

Las cadenas aguardan por un DNU que habilite la "comida para llevar". Aseguran que les permitiría llegar al menos al 40% de la facturación habitual
07/05/2020 - 11:06hs
Hamburgueserías y comida rápida: sin "take away" y un delivery "simbólico" anticipan que podrían cerrar hasta 500 locales y peligran 50.000 empleos

A tono con el escenario dramático que enfrenta la gastronomía en general, las hamburgueserías y cadenas de comida rápida transitan un contexto de ventas derrumbadas a la par de una incertidumbre creciente respecto de hasta dónde continuará la cuarentena a raíz del Covid-19. El interrogante que mantiene nerviosos a los ejecutivos refiere a cuándo podrán, al fin, abrir los locales de venta a la calle.

Mientras tanto, las compañías impulsan estrategias a la espera de un gesto oficial que les permita cuanto menos reactivar la comercialización bajo modalidades acordes con el escenario sanitario predominante. El objetivo, aseguraron a iProfesional fuentes de la actividad, es garantizar la continuidad de alrededor de 500 locales que ya se encuentran al borde del cierre definitivo.

La pérdida de semejante volumen de puntos de venta, expresaron allegados a la Cámara de Comida Rápida que integran cadenas como McDonald’s, Burger King y Wendys y Starbucks, implicaría la desactivación de al menos 50.000 puestos de trabajo.

Desde esta perspectiva, la entidad definió un protocolo para comenzar a ofrecer la venta mediante la opción del "take away", pero con el obstáculo de que el Gobierno aún no otorga luz verde para que la comercialización bajo ese formato comience a regir de manera masiva en todo el país.

"Actualmente no se ha recibido ninguna habilitación oficial, algo que nos permitiría darle fuerza a la economía y garantizar la solidez financiera de las empresas. La modalidad permitiría aumentar significativamente las ventas del sector, además de garantizar las fuentes de trabajo de miles empleados", expusieron desde el rubro.

"La posibilidad del 'take away', o sea de la comida para llevar, es incluso más segura en términos sanitarios que el mismo delivery. Permite eliminar intermediarios, la persona que te lo lleva, y de esa forma también se puede dar más seguridad. La compra sin contacto permite optar por la modalidad de pago por billetera digital, como Mercado Pago", agregaron las fuentes consultadas.

Para luego expresar: "Estamos a la espera de que el Gobierno publique un DNU que exceptuaría a la modalidad de cualquier prohibición y de esa forma podría reactivarse la venta a nivel nacional".

El pedido de habilitación al "take away" que vienen impulsando las cadenas tiene asidero, también, en la escasa repercusión positiva que en términos financieros viene aportando la alternativa del delivery.

Desde el entorno de la Cámara de Comida Rápida aseguraron a iProfesional que la entrega de comida por mensajería hoy por hoy representa menos del 20 por ciento de las ventas habituales de cualquier local de hamburguesas. "Combinado con el 'take away', los números de comercialización podrían duplicarse. Para el segmento sería un alivio importante al menos en esta etapa", concluyeron.

Operación acotada

El volumen de locales y empleos en peligro que ahora reconoce el segmento de la comida rápida llega a muy poco de conocerse que Starbucks y Burger bajarán las persianas de 13 locales de forma definitiva.

A principios de esta semana Alsea, que que gestiona ambas marcas en la Argentina, explicó que su decisión responde a la caída en el nivel de actividad y una baja feroz en el consumo.

En concreto, se trata de ocho sucursales de la cafetería y cinco locales de la cadena de comidas rápidas que cerrarán sus puertas. Desde Alsea se informó que los empleados, que suman 172, mantendrán su empleos y serán reubicados en otros puntos de ventas.

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