Ribeiro pide ayuda al Gobierno mientras profundiza su default
La cadena de artículos electrodomésticos Ribeiro sigue sin poder mejorar su situación financiera y volvió a caer en un nuevo default del cual responsabiliza directamente al Gobierno por el efecto que en su operatoria generaron las medidas sanitarias para combatir el coronavirus.
En los últimos días, sus ejecutivos habían iniciado negociaciones con el Gobierno para poder cerrar un acuerdo para reestructurar una deuda cercana a los $1.000 millones.
La ayuda solicitada se podría canalizar mediante un crédito del banco BICE que le permita volcar fondos al reperfilamiento de ese pasivo que en su mayoría está manos de entidades bancarias privadas siendo el Patagonia el principal acreedor.
Sin embargo, esas conversaciones parecerían no haber llegado a buen puerto por lo menos en este momento, por lo cual la empresa decidió no cancelar el pago de otra cuota de una serie de Obligaciones Negociables (ON) por $15 millones que venció el 23 de abril pasado.
A través de una nota enviada a la Comisión Nacional de Valores (CNV), Ribeiro responsabiliza del este incumplimiento "directa y exclusiva consecuencia" a las medidas dictadas por el presidente Alberto Fernández a partir de la declaración de pandemia, realizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"En efecto, desde esa decisión y a partir del decreto de Necesidad y Urgencia N° 260/2020, se ordenaron una serie de medidas restrictivas de aplicación inmediata, que también produjeron efectos simultáneos", agrega la notificación que también hace referencia al agravamiento de esas consecuencias a partir del aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Por estas normas, Ribeiro debió aislar a todo su personal y cerrar sus sucursales durante un mes. Sólo pudo abrirlas una semana para el cobro de cuotas de operaciones ya realizadas y realizar ventas mediante e-commerce que aún no han generado fondos que permitan atender las obligaciones defaulteadas.
"Semejante restricción, en los hechos produjo la interrupción de los circuitos de venta y cobro y la consecuente y abrupta caída de las ventas y de los ingresos respectivos, tanto de operaciones nuevas como de las cobranzas pendientes de créditos exigibles, aclara Ribeiro en la nota comunicada a la CNV durante esta jornada.
"Toda esta situación es consecuencia directa de la necesaria vigencia de las restricciones operativas que constituyen un hecho impeditivo de fuerza mayor o caso fortuito, que imposibilita hacer frente a los pagos referidos y cuya notoriedad exime de acreditaciones adicionales", añade el comunicado.
La empresa explica que los pocos fondos que ingresaron en la última semana se destinan estrictamente a la conservación de la sociedad y al pago de personal, seguridad y erogaciones esenciales y urgentes.
A pesar de este escenario, la empresa asegura que no puede estimar la dimensión del impacto que esta situación de emergencia puede generar en su situación de caja y los resultados de la empresa, "lo que dependerá de su duración y de las posibilidades y modos de reanudación de las operaciones".
También solicita la posibilidad de reiniciar sus actividades, con los recaudos pertinentes, "que habrá de contribuir a mitigar el impacto negativo en los resultados de la sociedad, y permitirá desplegar los mayores esfuerzos para reencauzar su actividad hacia la operación regular".
No es la primera vez que Ribeiro no paga sus compromisos financieros. El mes pasado hizo lo mismo con el vencimiento de la cuota de ese mes de las mismas ON.