El aislamiento pone en alerta a las empresas por el corte de la cadena de pagos
En las primeras horas del primer día de aislamiento obligatorio establecido por el Gobierno para combatir el coronavirus, se podría rebautizar al barrio de Palermo Hollywood como Palermo Desolado. La zona gastronómica por excelencia de la Ciudad de Buenos Aires no tiene vida, ofrece un panorama de comercios cerrados, sin personal empleados ni gente caminando por las calles y, obviamente con la ausencia total de turistas extranjeros, que en los últimos años se convirtieron en los clientes por excelencia de todos los bares y restaurantes de esta tradicional zona porteña.
La postal, propia de estos días en los cuales el aislamiento es casi la única vacuna contra la expansión del virus que llegó para trastocar y poner en riesgo la vida de todos los argentinos, se repite en otras zonas del país. Locales con persianas bajas, bancos casi sin operaciones, empleados con sus trabajos en riesgos marcan la fuerte parálisis comercial que la cuarentena está dejando como una de sus consecuencias colaterales y no deseadas.
En este marco, la mayor preocupación de los empresarios después de la que naturalmente deja el coronavirus para la salud, es la incertidumbre que genera el funcionamiento de la cadena de pagos.La gravedad es tal que la falta de actividad en una gran cantidad de sectores y la obvia caída de la demanda pone en riesgo el futuro comercial de muchos sectores, hoy casi sin ingresos.
Tratando de contemplar este escenario, el Gobierno salió hace unos días a anunciar un fuerte paquete de medidas de asistencia a sectores potencialmente en riesgo comercial por la gravedad de la pandemia. También a utilizar al Banco Central (BCRA) para minimizar los factores de este black down económico del país. Desde la entidad explicaron a iProfesional varias de las decisiones ya adoptadas que se volcaron en dos circulares publicadas durante la madrugada de esta jornada de viernes 20 de marzo.
Aseguran que se trata de normas orientadas precisamente a garantizar la cadena de pagos tanto para las personas como para las empresas. Un ejemplo es el funcionamiento del Mecanismo Electrónico de Pago (MEP), mediante el cual por cao la Anses y el Pami abonaron sueldos a prestadores y los haberes a jubilados y titulares de planes sociales como la AUH.
También la plataforma digital SIOPEL para canalizar pagos y cobros vinculados de importaciones y exportaciones en moneda extranjera para el movimiento cambiario mayorista. En cuanto a los cheques, al no tener cámara recién se comenzarán a acreditar una vez finalizada la cuarentena, mientras que el funcionamiento de los bancos garantiza la presencia de empleados en las tesorerías y la distribución la carga y recarga de los cajeros automáticos con el dinero que las entidades vayan recibiendo.
Un ejemplo se dio en esta jornada, cuando YPF depositó lo recaudado en sus estaciones de servicio en el Banco Nación que a su vez volcará esos fondos nuevamente al sistema para garantizar efectivo. Además, el Central acaba de acordar con la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) la extensión de los comercios que podrán ofrecer dinero a los clientes como las farmacias, los mayoristas, centros comerciales y grand es cadenas de supermercados y estaciones de servicio.
En cuanto a las medidas para paliar situaciones en pymes, se aprobó una línea de crédito que utiliza las leliqs que ahora los bancos no podrán disponer en su totalidad ya que un 10% de esas letras se volcará para financiar pequeñas y medianas empresas a una tasa del 24% que si cubren bajan los encajes y el efectivo mínimo.
"Se intenta por todos los medios, cubrir esta situación de pandemia de semejante envergadura preservando el rumbo que marca el Gobierno y con medidas que se van analizando día a día a partir de la enseñanza que nos dejan los problemas más acuciantes", argumentan las fuentes del Central. Si bien se trata de una batería de normas que permiten mejorar el panorama, en el sector empresario igualmente prima la preocupación frente a una posible rotura de la cadena de pagos y por eso se reclaman más medidas.
Por caso, desde la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), piden un batería de acciones complementarias a las medidas ya tomadas por el Gobierno para evitar un quiebre en la economía, para que el sector no caiga en un colapso luego de los 14 días de aislamiento sanitario.
También la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAME) alertó sobre "la muy difícil situación que atraviesa el sector" por el impacto económico que tendrá la propagación del virus en el país. La entidad empresaria envió una carta al Gobierno en la cual avdierte sobre la "gravísima situación que enfrentan numerosas empresas del sector" y hacen referencia al "desplome de la demanda y las múltiples restricciones que se han impuesto (cierre de locales, limitaciones a su funcionamiento, restricciones al tránsito entre provincias)" como las medidas que han puesto en una situación muy difícil.
Anticipan que el sector del comercio no se encuentra en condiciones de cumplir con sus obligaciones más básicas, como abonar las remuneraciones a su personal, pagar los alquileres y honrar sus créditos.
Un reclamo similar al que ya hicieron las empresas de micros de media y larga distancia, con sus frecuencias suspendidas y canceladas hasta nuevo aviso y que las llevó a reclamar la emergencia económica para poder obtener ciertos beneficios o ayuda de parte del Estado nacional.
Las preocupaciones pasan por cómo enfrentar en días de aislamiento las deudas bancarias, el pago de los impuestos y el cumplimiento de las obligaciones laborales.
Importantes empresarios consultados por iProfesional coincidieron en las dudas que genera este parate y advirtieron que una vez que el panorama sanitario se aclare será tiempo de analizar un paquete de ayuda más grande que el y anunciado por los ministros de Desarrollo Productivo y de Economía, Matías Kulfas y Martín Guzmán, respectivamente.
Eximir a las empresas afectadas del pago de las contribuciones patronales, del monotributo y de autónomos por tres meses es una de las propuestas surgidas de la CAME. Otros le suman la necesidad de postergar por tres meses el cumplimiento de las deudas financieras y la cancelación de los intereses en supuestos casos de atraso, además del lanzamiento de créditos sin interés para abonar sueldos y ampliar la moratoria impositiva y dejar sin efecto Ganancias, IVA y contribuciones patronales.
En este sentido, las empresas del sector energético se muestran preocupadas por sus ingresos. En un marco de valores ya congelados por decisión del Gobierno, temen que el coronavirus profundice su ya complicada situación.
Así lo evidencian en un comunicado difundido por la Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica de la República Argentina (ADEERA) en el cual más allá de reafirmar el compromiso de brindar el mejor servicio en el marco de la emergencia sanitaria, piden sostener la cadena de pagos.
"Es fundamental mantener el nivel de recaudación con el fin de contar con el capital de trabajo para atender la demanda del momento", asegura el docmento en el cual, de manera soslayada, le piden a los usuarios del servicio que sigan pagando sus consumos.
"Aportan los recursos que hacen posible el correcto suministro eléctrico y al mismo tiempo, a través de los impuestos incluidos en las facturas, contribuyen con el Estado a solventar parte de las medidas necesarias para atravesar la grave situación de emergencia", detallan las distribuidoras eléctricas asociadas de ADEERA.
En esa misma línea se expresó Carlos García, el CEO de Garbarino, la mayor cadena de electrodomésticos de la Argentina. Además de ponerse al frente de las negociaciones para poder salvar a la empresa de la quiebra y acordar un pago de su deuda con bancos y proveedores, el empresario ahora debe sumar la preocupación por el contexto actual.
"En general, 14 días sin ventas es demasiado por lo que supongo que todo se podrá negociar, teniendo a los plazos más largos y a los créditos súper accesibles como las principales herramientas para que todo se normalice", supone el ejecutivo.
De igual forma reacciona Horacio Moschetto, secretario de la Cámara del Calzado, para quien su sector hoy no genera ventas y no tiene ingresos "ni para abonar salarios ni compromisos con los proveedores, con cheques rechazados".
En las empresas del rubro alimentario también hay dudas con respecto al futuro. Fuentes de esta industria se mostraron preocupados y entienden que el quiebre de la cadena de pagos "es un escenario muy posible si esto se extiende algunas semanas más".
Advierten que las pymes en general no tienen resto aunque admiten que los créditos subsidiados al 24% "pueden ayudar". De todos modos, solicitan avanzar con alguna medida de alivio directa como postergación o condonación de impuestos a empresas que sufran los efectos del parate.
De igual modo, en una de las mayores compañías del rubro lácteo aseguran tener problemas con la circulación de dinero para sostener las operaciones, más que nada por las situaciones que se están dando con el sistema de cheques y el efectivo.
Aseguran que en la actualidad no se pueden depositar cheques porque los bancos no trabajan y no hay gestión. "Eso nos está paralizando la actividad", advierten en la empresa, en la cual explican que al no poder contar con fondos en su cuenta no pueden pagar mediante transferencia. "Los bancos no gestionan porque no hay quien haga la operatoria interna del cheque", agregan.
A modo de ejemplo cuentan que las grandes cadenas supermercados pagan a 45 días pero que a partir del día 30 se puede descontar el dinero pero que al no existir la gestión financiera es imposible hacerse de fondos de esta forma.
En el caso del efectivo, en las empresas advierten que la escasez genera trabas en las ventas directas, en las de pequeños comercios, almacenes y locales de proximidad, por ejemplo. "No pueden cargar los fondos directamente en un cajero automático por lo cual precisan atención física que no hay, lo cual también demora la operatoria y lo que hace es permitirle a las empresas mecanismos de financiación a partir de este escenario negativo para nosotros", advierte el alto ejecutivo de esta empresa.
Otro importante fabricante de alimentos señala que las consecuencias en la cadena de pagos dependerá de las acciones que tomen el Gobierno y los bancos para asistir con financiamiento a las empresas que realizan las actividades esenciales incluidas en el decreto de necesidad y urgencia.
En tanto que desde el rubro inmobiliario y de real estate asumen que toda la cadena se resentirá pero evitan opinar sobre la dimensión que alcanzará el problema. "Ni siquiera se pueden extrapolar experiencias de otros países afectados por las particularidades propias de nuestra economía", agregan.
De todos modos admiten que en el mercado inmobiliario acentuará la recesión y generará renegociaciones en contratos de alquileres vigentes tanto en los comerciales como en los residenciales
En otras compañías cuestionan el corte del clearing de cheques al considerar que no tiene sentido y entender que los bancos son un servicio público.
Y en algunas resaltan la decisión de mantener el interbanking para poder compensar todas las transferencias electrónicas, los tesoros de los bancos activos, las licitaciones de Leliqs y el mercado de cambios a pesar de que las sucursales de los bancos no abran al público, incluyendo a jubilados. Existe igualmente, la posibilidad que la semana próxima atiendan pero para un público muy acotado y con muchos menos empleados, aunque la oposición del gremio podría dar por tierra con esta chance.