Arranca "plan consumo": se volcarán $80.000 millones a la economía y Alberto apuesta a reactivar demanda
Las medidas oficiales para reactivar el consumo y la cercanía de las fiestas de Navidad y Año Nuevo pueden transformarse en el salvataje que las casas matrices de las grandes cadenas de supermercados están esperando para dejar de inyectar fondos a sus filiales argentinas con el objetivo de mantenerlas a flote, en el marco de la crisis financiera que sufren.
No es la emisión monetaria, como se estimaba en el mercado, lo que el presidente Alberto Fernández tuvo finalmente en mente para tratar de cumplir con una de sus promesas de campaña vinculada a cambiar las expectativas y aumentar el consumo de manera inmediata.
Por temor a una mayor disparada de la inflación, que este año terminará en el orden del 54%, la "maquinita" se dejará para otra oportunidad y se optará por el doble bono de $10.000 pesos para jubilados, la tarjeta social que se entregará a beneficiarios de planes sociales, posibles aumentos salariales por decreto, la nueva composición del programa de Precios Cuidados y la Canasta Navideña.
Se trata de un conjunto de medidas oficiales y decisiones privadas que, en conjunto, podrían volcar casi $80.000 millones a la economía de manera inmediata, según datos de algunas consultoras y analistas económicos.
Todos "anabólicos" con los que se permitiría recuperar en parte las ventas perdidas por los hipermercados y los principales centros comerciales en estos últimos años.
Con el mismo optimismo, desde el Gobierno estiman que la aplicación de un impuesto del 30% a los paquetes turísticos y a la compra de dólares ayudará a que el cash no vaya a la compra de billetes verdes o a consumo de servicios en esa moneda. Y confían, además, en que ese recargo no se traslade a precios.
A pesar de que se trata de una depreciación encubierta, consideran que al quedar afuera de la medida el dólar usado para la importación, no hay razones para incrementar los precios por la presión del tipo de cambio, tal como ocurrió en las anteriores devaluaciones.
Técnicamente, el impuesto no está destinado a que impacte en los valores domésticos, salvo especulaciones puntuales que seguramente serán investigadas por las autoridades, en especial en aquellas importaciones destinadas a la compra de insumos productivos.
Otros dos componentes que también podrían ayudar a mejora el negro panorama se vinculan con el pago del medio aguinaldo y con las mayores compras que se dan durante diciembre para llenar la mesa de Navidad y la de Año Nuevo.
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Expectativa en cadenas de supermercados y shoppings
Desde el aspecto político, el paquete de beneficios asegura un diciembre tranquilo y sin sobresaltos en las calles. Es decir, sin marchas de organizaciones sociales ni reclamos de piqueteros frente a las sucursales de los supermercados o shoppings en el marco de un escenario social con un nivel de pobreza que ya llegó al 39,8% de la población.
En este sentido, el propio Alberto Fernández venía planificando medidas antes de asumir para evitar situaciones de tensión durante el último mes del año, junto a los ministros de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, y de Producción, Matías Kulfas.
En tanto, desde cadenas como Coto, Walmart, Cencosud, Carrefour, entre otras, coinciden en un diagnóstico: que parte de todo el dinero que se volcará a la economía en los próximos días se direccione al consumo.
Más que nada en un año crítico para los grandes grupos de este sector que apuestan a que diciembre les permita, por lo menos, incrementar en algo sus operaciones aun cuando esas mayores ventas no alcancen para terminar con la recesión.
Para los supermercados, diciembre es un mes clave a la hora de hacer las cuentas finales. Por lo menos, las dos primeras semanas que son las que más traccionan las ventas relacionadas con las fiestas religiosas y la despedida del año y que siempre aportan cifras mayores a las de los otros meses.
El optimismo se mantiene a pesar de que en diciembre del 2018 ni las fiestas de Navidad ni las de Año Nuevo salvaron al consumo. Ese mes y según datos del Indec, las ventas en supermercados cayeron en un 8,7% a precios constantes, mientras que en los autoservicios mayoristas bajaron 12,4% y en los shoppings llegaron al 13,3%.
A nivel anual, en el 2018 los supermercados sufrieron una caída real de sus ventas de 3%, mientras que el consumo en los centros de compras retrocedió 2,4%.
Este año volverán a apostar por una acción especial como es la tradicional "Noche Shopping", que se llevará a cabo el 23 de diciembre y durante la cual se ofrecerán descuentos de entre el 20% y el 40% en casi todos los locales.
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Las ofertas estarán vigentes en determinadas franjas de dos a tres horas y se espera que los locales permanezcan abiertos hasta las 4 de la madrugada.
A eso le sumarán, como el caso de los centros comerciales de IRSA, los habituales "Happy hours", con rebajas de 50% y 60% durante 10 minutos de manera aleatoria.
Desde el lado oficial, los planes oficiales "Ahora 12" y "Ahora 18" también aportarán impulso a las cadenas de súper y a los centros comerciales, junto con las ofertas y descuentos que están lanzando los bancos y las emisoras de tarjetas de crédito para aprovechar la época navideña.
Como ejemplo, los clientes del Galicia tienen un 25% de descuento y un 30% los socios Eminent. En el caso de Visa, ofrecerá estos días un 25% de descuento general y 30% para socios Signature en todos los shoppings.
La proyección de los comercios es que la demanda inicial a partir de las nuevas medidas oficiales y de los planes y descuentos ofrecidos por el sector privado se oriente a productos de segundas y terceras marcas, más que nada porque los anuncios del Gobierno buscan beneficiar a los sectores de menores recursos.
Pero también se espera que el medio aguinaldo y las cuotas y promos bancarias alienten a la clase media, un sector que viene siendo castigado por la recesión y que incide de manera fundamental en las cuentas de las cadenas de supermercados y los shoppings.
"Como viene ocurriendo en los últimos años, creemos que vamos a terminar el 2019 con números negativos. Pero esperamos que las ventas de diciembre alcancen para que la caída no sea mayor a la del 2018" se esperanzan en una de las grandes cadenas extranjeras.
Lo mismo sostienen desde los centros comerciales, en donde aspiran a que el consumo muestre síntomas positivos durante este mes a partir de las medidas del Gobierno y del uso de parte del medio aguinaldo para compras.
Desde otra empresa agregan que si las autoridades deciden mantener el IVA cero a los alimentos, habrá todavía mayores chances de que el consumo crezca y de que se genere un arrastre positivo para el primer trimeste del 2020.
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La medida vence a fin de año y no hay convencimiento en el Gobierno para mantenerla, aunque todavía no se ha tomado una decisión final al respecto. Hasta ahora está claro que el 21% de IVA no será aplicado en las compras con la tarjeta social que el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, impulsa como parte de su plan para combatir la pobreza.
Entre los productores de alimentos se espera, de todos modos, que se continúe con el beneficio de manera generalizada porque entienden que ha servido para fomentar el consumo en estos meses de vigencia, desde agosto pasado, cuando el ex presidente Mauricio Macri adoptó la medida para intentar revertir la recesión.
Precios, factor clave
También anticipan que el nuevo "formato" de Precios Cuidados sumará para mejorar las cuentas, con una canasta que tendrá mayor cantidad de artículos y la inclusión de marcas líderes a precios menores a los que actualmente se comercializan en las góndolas.
Tanto las empresas de alimentación como los supermercados están terminando de negociar con el Ministerio de Producción la conformación de la nueva lista que debería ser informada en las próximas semanas.
El ministro Matías Kulfas intenta sellar los acuerdos de manera inmediata para poder ofrecer otra herramienta en la lucha del Gobierno por cambiar las expectativas en la sociedad.
Ya tuvo varias reuniones con cámaras del sector como la COPAL, que agrupa a los fabricantes de alimentos del país. Y también con los representantes de las cadenas de supermercados. En todos los encuentros, el ministro repitió la necesidad de acordar esfuerzos para mejorar la situación y para frenar los aumentos de precios que se vinieron dando durante todo el año pero que se aceleraron luego de la eliminación del IVA.
Si bien, no se espera repetir el convenio alcanzado con los laboratorios para retrotraer valores, el objetivo es que los artículos líderes que formarán parte de Precios Cuidados se ofrezcan con cierto nivel de rebaja a lo que actualmente se promocionan en las góndolas y estanterías.
Se discute además cuál será el reparto de marcas y segmentos que conformarán de manera paralela la canasta de Precios Cuidados y de la tarjeta social para, de ese modo, hacer foco en todos los perjudicados por la crisis. Es decir, clase media y sectores con mayores necesidades.
En el caso de la tarjeta social, no tendrá productos sino categorías. Serán 14 los segmentos alcanzados, salvo bebidas gaseosas y alcohólicas. Y la prueba piloto se está lanzando en dos localidades del interior como son Concordia y Mar del Plata.
Por estas horas, los productores de alimentos y los supermercados estudian una lista de artículos de esas categorías que el Gobierno quiere incluir en el programa que inicialmente le otorgará $2.000 a cada beneficiario para que sean gastados durante este mes.